Por Lola Portela
Más de 1.700 muertos y cientos de heridos deja un fuerte terremoto de magnitud 7,8, que en la madrugada de hoy lunes 6 de febrero sacudió el sureste de Turquía y el noroeste de Siria, causando miles de muertos, un número aún indeterminado de heridos.
El sismo dejó extensas zonas devastadas, en las que se teme que haya decenas de personas atrapadas bajo los escombros.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, lo ha llamado “el peor desastre que ha vivido el país”.
El sismo de magnitud 7,8 ocurrió cerca de Gaziantep, en el sur de Turquía, cerca de la frontera con Siria, en las primeras horas del lunes mientras la gente dormía. Y un nuevo temblor de magnitud 7,5 se registró alrededor de las 13:30 hora local (10:30 GMT) en la provincia de Kahramanmaras. Las autoridades dijeron que “no fue una réplica”.
Medios estatales turcos informan que más de 1000 personas murieron sólo en Turquía después del primer terremoto, que también dejó más de 5.300 heridos.
Y por su parte las autoridades sirias informan de 783 muertos, que incluyen a las zonas controladas por los rebeldes sirios y las que controla el gobierno de Alepo. También se reportaron cerca de 3.000 heridos.
Los rescatistas trabajan apresuradamente para salvar a las personas atrapadas bajo los escombros después de que cientos de edificios se derrumbaran en ambos países.
La Cruz Roja Internacional ya activó su protocolo de apoyo. Sin embargo, los expertos señalan que las condiciones climáticas, con lluvias y temperaturas bajo cero, dificultarán las labores de rescate.
Varios gobiernos alrededor del mundo se comprometieron a enviar ayuda después de que Turquía hiciera el llamamiento internacional de ayuda.
Según reportes, millones de personas en Turquía, Siria, Líbano, Chipre e Israel sintieron este fuerte terremoto.
