Por Lola Portela
Madrugada del viernes:
Israel lanza una ofensiva aérea masiva contra Irán, utilizando unos 200 aviones para atacar alrededor de 100 objetivos, incluidas instalaciones nucleares como la planta de enriquecimiento de uranio en Natanz. Varios altos mandos iraníes mueren en los bombardeos.

Horas después:
El líder supremo de Irán, Ali Jamenei, acusa a Israel de iniciar una guerra y promete represalias. El presidente Masud Pezeshkian advierte que Israel “lo lamentará”. El nuevo jefe de los Guardianes de la Revolución, Mohamed Pakpur, amenaza con abrir “las puertas del infierno”.
Durante la tarde:
Irán responde lanzando decenas de misiles balísticos hacia Israel, asegurando que apunta a “bases e infraestructuras militares”. Las sirenas de alerta suenan en todo el país y el gobierno israelí pide a la población refugiarse.

Pocas horas después:
Explosiones sacuden Tel Aviv. Al menos 34 personas resultan heridas, una de ellas de gravedad. Israel cierra su espacio aéreo y declara el estado de emergencia. El ejército intercepta varios drones lanzados desde Irán y moviliza a los reservistas en todos los frentes.

En paralelo:
Estados Unidos declara que no participó en el ataque israelí. El presidente Donald Trump dice estar informado y advierte a Irán que los “próximos ataques serán aún más brutales” si no alcanza un acuerdo nuclear. El secretario de Estado, Marco Rubio, reitera que Washington no estuvo implicado.
Reacciones internacionales:
La ONU, la Unión Europea y la OTAN piden moderación. China expresa “preocupación” y Rusia denuncia los ataques israelíes como “inaceptables”. Irán convoca una reunión de emergencia en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Afectaciones colaterales:
Las aerolíneas Emirates y Qatar Airways cancelan vuelos a Irán e Irak. El principal aeropuerto de Teherán suspende operaciones. El precio del petróleo sube hasta un 12%.
Declaración final del gobierno israelí:
El ministro de Defensa, Israel Katz, acusa a Irán de atacar zonas civiles y asegura: “Cruzaron las líneas rojas. Se asegurarán de pagar un precio muy alto por sus terribles acciones”.
