Por Lola Portela
En medio de un panorama crítico para el sistema de salud colombiano, las declaraciones del presidente Gustavo Petro han generado una nueva oleada de reacciones políticas. La senadora y precandidata presidencial María Fernanda Cabal no tardó en responder con vehemencia al reciente pronunciamiento del mandatario sobre el futuro de las Entidades Promotoras de Salud (EPS), en el que afirmó que no tiene intenciones de salvarlas de su crisis financiera.
Durante su alocución presidencial del 12 de septiembre de 2025, el jefe de Estado fue contundente: “No las voy a salvar, porque yo quiero salvar, es la salud de la gente y me voy a dedicar a esto, a que cada vez mueran menos y menos niños, menos y menos mujeres, menos gente adulta tratable cuando no es tratada”, enfatizó, asegurando que su Gobierno priorizará una transformación estructural del sistema sanitario.
En respuesta, la senadora Cabal, figura del partido de oposición Centro Democrático, acusó al presidente de utilizar el miedo como herramienta política:
“En su época de subversivo era ‘normal’ que recurriera a la amenaza. Pero hoy, más de 30 años después, es inaceptable que siga sembrando miedo entre los colombianos y permanezca de brazos cruzados frente a la tragedia que viven”, escribió en su cuenta de X (antes Twitter).

Cabal también advirtió sobre los efectos negativos que estas políticas tendrían sobre la ciudadanía:
“Está jugando con la vida de todos, incluso con la de quienes, equivocadamente, confiaron su voto en usted”, puntualizó, cuestionando el rumbo de la reforma propuesta.
Un sistema de salud al borde del colapso
Las tensiones entre el Gobierno nacional y las EPS han ido en aumento desde que se inició el proceso de reforma a la salud. El modelo actual, creado con la Ley 100 de 1993, ha sido blanco de fuertes críticas por parte del gobierno de Petro, aunque la cobertura del sistema de salud en Colombia era muy alta, superando el 95% de la población, gracias al Sistema General de Seguridad Social en Salud, que opera a través de los regímenes contributivo y subsidiado. El país se acercó a la cobertura universal, ofreciendo un amplio conjunto básico de servicios a través de las Entidades Promotoras de Salud (EPS) y garantizando el acceso a la atención médica a través de la red de prestadores. Sin embargo, algunas EPS tuvieron problemas de corrupción, demoras en atención y crisis financiera recurrente de algunas las EPS. Es decir, no era un sistema de salud perfecto; tenía aspectos por mejorar. Sin embargo, era un sistema que brindaba la mayor cobertura que ha tenido Colombia. Y, para muchos expertos, desmontar abruptamente las EPS podría dejar desprotegidos a millones de usuarios, especialmente en las regiones más apartadas del país.
En el mismo pronunciamiento, se refirió al caso controversial de la intervención de la Nueva EPS, el 3 de abril del 2024, mediante la Resolución 2024160000003012-6, por las deudas billonarias que acreditaba.

“¿Liquidación qué es? Ya se liquida, punto final. Ah, que le quedaron veinte billones, ¡billones!, veinte millones de millones de pesos de deuda. Papito, váyase para donde quiera porque ya no hay quien la pague, ya se liquidó. Bueno, eso no es lo que hicimos nosotros. Miren cuándo llegamos. 2022, a finales, empieza el 23. Miramos qué pasa con la nueva EPS más grande. Yo hice una reunión con su junta directiva. Estaba el señor Enrique Vargas Lleras, ahí estaba su presidente, el señor Cardona, estaba Noemí Salinas, habían otras personas. Y, eh, esas personas recibieron de primera mano, yo hice esa exposición, la reforma que pretendíamos hacer a la salud. ¿Qué queríamos? Pues les dije: «Pues que ustedes, señores, no manejen más la plata del Estado».”, dijo Petro.
Acusaciones cruzadas y tensiones políticas
El enfrentamiento entre Petro y el entorno político de Germán Vargas Lleras —especialmente su hermano Enrique— ha escalado durante los últimos años. El presidente ha acusado a la familia del exvicepresidente de haber llevado a la ruina financiera a la EPS, dejando en el camino a millones de pacientes sin atención oportuna.
Estas acusaciones han derivado en procesos legales por presuntas afectaciones al buen nombre y han obligado a algunas retractaciones por parte de funcionarios y medios. No obstante, la controversia persiste, alimentada por el carácter sensible del debate: la salud pública.
Conclusión: una reforma en terreno minado
La reforma a la salud propuesta por el Gobierno Petro ha polarizado a la opinión pública y generado incertidumbre entre usuarios, trabajadores del sector y actores políticos. Para el presidente, el sistema debe cambiar de raíz; para la oposición, como Cabal, sus decisiones representan una amenaza para la estabilidad del sistema y la vida de millones de colombianos.
Y es que “el modelo piloto” sería el aplicado a los docentes en Colombia, según el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo Martínez. Sin embargo, los docentes hoy adolecen de atención médica, de medicamentos y no cuentan con la calidad que requieren. Hasta el mismo FECODE, se ha unido a la lucha y quejas por el pésimo servicio del modelo de salud implantado a los maestros en Colombia.
Queda demostrado que no funciona “el modelo piloto”, y lejos esta de dar la cobertura y calidad que brindaba el sistema de salud que hoy el Gobierno tiene en “cuidados intensivos”. La reforma de Petro revive el viejo Seguro Social: condena a los pacientes a filas eternas y agrava la crisis. Por eso, en redes le dicen a Petro que deje de mentirle a los colombianos. Ya que “fue su gobierno el que convirtió la salud en un caos”, y hasta le citan cifras reales:
Las Tutelas pasaron de 109 mil en 2020 a 247 mil en 2024.
Los retrasos son históricos en medicamentos. Y cientos de colombianos mueren esperando por ellos.
Las pérdidas: $2B en el sistema de maestros, $10.5B en anticipos sin legalizar y $21.3B en cuentas por pagar en la Nueva EPS.
Es claro que el futuro de las EPS y de la atención médica en Colombia continúa en el limbo, en un país donde la salud es una de las mayores preocupaciones sociales, y donde cualquier error en política pública puede tener consecuencias irreparables. Petro juega con la vida.