Inicio #CRIMEN Los asesinatos de Galán, Garzón y Uribe: una trágica coincidencia en agosto

Los asesinatos de Galán, Garzón y Uribe: una trágica coincidencia en agosto

234
0

Por Lola Portela

Los asesinatos de Luis Carlos Galán, Jaime Garzón y Miguel Uribe Turbay comparten una sombría coincidencia: los tres ocurrieron en el mes de agosto. Aunque en contextos y años distintos, todos fueron víctimas de disparos que les arrebataron la vida mientras desempeñaban un rol clave en la vida política del país.

El primero fue Luis Carlos Galán, candidato presidencial del movimiento Nuevo Liberalismo, quien fue asesinado el 18 de agosto de 1989 en Soacha, a los 45 años. Durante un acto de campaña en la plaza principal del municipio, sicarios vinculados al cartel de Medellín abrieron fuego contra él minutos después de iniciar su discurso. Galán fue llevado con urgencia Hospital Cardiovascular de Soacha, pero falleció poco después debido a la gravedad de sus heridas.

Una década más tarde, el 13 de agosto de 1999, Jaime Garzón fue asesinado en Bogotá, a los 39 años. Mientras se dirigía a la emisora Radionet para participar en su programa matutino, su vehículo fue interceptado por hombres armados que le dispararon en repetidas ocasiones, causándole la muerte inmediata. Las investigaciones apuntaron a las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), comandadas por Carlos Castaño, como responsables del crimen. Garzón había ganado reconocimiento por su labor humanitaria en la mediación de secuestros y su incisiva crítica política.

Finalmente, el caso más reciente es el de Miguel Uribe Turbay. El 7 de junio de 2025, mientras participaba en un mitin en el barrio Modelia de Bogotá, fue atacado por un joven de 15 años, quien le disparó tres veces con una pistola Glock 9 mm: dos tiros a la cabeza y uno en la pierna. El ataque fue ejecutado con la complicidad de al menos cinco personas. Uribe fue trasladado a la Fundación Santa Fe, donde permaneció en estado crítico durante dos meses. Falleció el 11 de agosto de 2025, a los 39 años.

Los tres asesinatos tienen elementos en común: ocurrieron en agosto, fueron ejecutados con armas de fuego y se dieron en momentos clave de participación política o mediática. Aunque separados por los años y los responsables, representan una misma realidad: la violencia como barrera para el ejercicio político y la libre expresión en Colombia.

No es la primera vez que la política colombiana se ve marcada por la tragedia. Jorge Eliécer Gaitán, Carlos Pizarro y el mismo Galán integran la lista de líderes que fueron asesinados mientras aspiraban a la Presidencia. Aunque Jaime Garzón no era candidato, su influencia política y su papel como mediador lo convirtieron también en blanco de los violentos.

Una coincidencia que duele y que deja en evidencia que, en Colombia, alzar la voz aún puede costar la vida, y a muy corta edad.