Mediante un despliegue institucional focalizado, la Seccional de Investigación Criminal Casanare (Sijín), en coordinación con la Fiscalía Especializada de Bogotá, adelantó una investigación por los delitos de porte ilegal de armas de fuego o municiones y concierto para delinquir, dirigida contra integrantes de las disidencias de las FARC. Estas personas buscaban reactivar el denominado Frente 56 “Héroes del Cusiana”, con apoyo de miembros de los frentes 28 y 10, en los municipios de Monterrey y Tauramena.
En una primera operación realizada en la vereda Buenavista del municipio de Monterrey, se llevó a cabo un allanamiento que permitió la captura en flagrancia de tres personas, identificadas como miembros de la Red de Apoyo al Terrorismo.
La segunda acción operativa se desarrolló en la vereda El Delirio del municipio de Villavicencio (Meta), donde el registro y allanamiento a un inmueble permitió la captura en flagrancia de seis personas, presuntamente pertenecientes al frente 10 de las disidencias.

Entre los capturados se encuentra alias ‘Gavilán’ o ‘Pichón’, designado por alias ‘Pescado’ para liderar la reactivación del Frente 56. Fue combatiente del ELN, del cual desertó para unirse a las disidencias de las FARC en jurisdicciones como Aguazul, Tauramena, Monterrey y Villanueva. Se le atribuyen más de 10 hurtos a fincas de la región y cuenta con tres procesos en calidad de indiciado por los delitos de rebelión, tráfico de armas y fuga de presos.
Alias ‘Panero’, de nacionalidad venezolana, llevaba tres años al servicio del grupo armado residual, operando en Arauca y Casanare bajo el mando de ‘Gavilán’. Era responsable de ingresar a fincas para cometer hurtos e intimidar a sus habitantes con armas de fuego. Tiene dos procesos como indiciado por hurto y fabricación, tráfico y porte de armas.
Alias ‘Karla’ y ‘Wendy’ se encargaban de contactar víctimas a través de redes sociales, utilizando la seducción para obtener información y posteriormente citar a las personas con el objetivo de hurtarlas o secuestrarlas. Ambas mantenían relaciones sentimentales con ‘Gavilán’ y ‘Panero’.
Alias ‘Anderson’, con una trayectoria criminal de tres años, sería el encargado de realizar labores de vigilancia criminal, entrega de panfletos extorsivos a finqueros y comerciantes, así como de coordinar la adquisición y transporte de material bélico desde Bogotá hacia los departamentos del Meta, Casanare y Arauca. Fue integrante del Ejército Nacional, del cual desertó luego de hurtar fusiles que entregó al grupo armado ilegal.
Finalmente, alias ‘Carlos Pelanga’ sería el encargado de recibir a los nuevos integrantes del grupo armado ilegal. Su conocimiento del territorio le permitía desarrollar actividades delictivas sin levantar sospechas. Además, manejaba información sobre finqueros y comerciantes con alto poder adquisitivo en Monterrey y Tauramena, quienes eran objeto de extorsión, a través de panfletos amenazantes.
El material incautado permitió obtener información crucial sobre las operaciones del grupo armado. Se identificaron planes ambiciosos de expansión territorial hacia los municipios de Tauramena, Monterrey, Villanueva, Chámeza y Recetor. Además, fueron halladas armas de diferentes calibres, equipos de comunicación de alta tecnología y documentación estratégica que confirmó las intenciones de consolidar su presencia en estas zonas.