Por Lola Portela
Durante el Día Internacional del Trabajo, el presidente Gustavo Petro sorprendió al exhibir una bandera inusual atribuida a Bolívar, con la que envió un mensaje directo al Congreso y al país: la hora del pueblo ha llegado.
El 1 de mayo, en medio de las movilizaciones conmemorativas del Día Internacional del Trabajo, el presidente Gustavo Petro hizo uso de un recurso que pocos mandatarios colombianos han utilizado con tal carga simbólica: el de los emblemas históricos. En la Plaza de Bolívar, no solo pronunció un discurso centrado en su Consulta Popular y la reforma Laboral, sino que levantó una bandera poco reconocida por el imaginario colectivo: fondo rojo, rombo blanco y cuadrado negro al centro.
Este gesto, más allá de lo anecdótico, sirvió como pieza central de un mensaje político que buscaba vincular las luchas del presente con las del pasado independentista. Según Petro, se trata de una bandera utilizada por Simón Bolívar durante las campañas de los Llanos, símbolo de una lucha sin concesiones: “libertad o muerte”, el asunto es que la levantó cuando dirigió el mensaje a los congresistas. Por lo cual, en las redes se preguntan si esta amenazando al legislativo.

Simbolismo político con raíces históricas
La bandera que Petro reivindicó es un símbolo con un significado profundo y radical. En su discurso, explicó que el rojo representa la libertad y el negro, la muerte. De ahí que la fórmula “libertad o muerte” no sea una simple frase retórica, sino un posicionamiento que evoca los momentos más crudos y decisivos de la independencia.
Al traerla al presente, el mandatario no solo hace un reclamo simbólico sobre la historia no contada o marginada del relato oficial colombiano, sino que establece una analogía directa entre las luchas del siglo XIX y las tensiones sociales actuales.
Un contraste visual y político: el Congreso y las rejas
Petro no se limitó a una reivindicación histórica. Aprovechó la oportunidad para contrastar el poder popular con lo que considera un poder legislativo desconectado. Señaló las vallas negras que cercaban el Congreso como una metáfora de su aislamiento: “Allá, rodeada por la mortaja negra, están dizque los representantes del pueblo”.
El acto de alzar la bandera frente a esas rejas reforzó su narrativa de que el pueblo está retomando, su papel protagónico en un momento de bloqueo institucional, particularmente en lo referente a sus reformas.
Estrategia comunicativa: el poder de los símbolos
El uso de esta bandera no fue casual. Forma parte de una estrategia comunicacional que busca movilizar emocionalmente a las bases sociales y reforzar la imagen del presidente como heredero de las causas populares. Petro no solo habló de historia, también se refirió a Haití, país que apoyó la independencia sudamericana, para resaltar el carácter revolucionario de la bandera tricolor de la Gran Colombia.

Al final, su mensaje no fue sólo político, sino pretendió ser también cultural: una invitación a redescubrir símbolos que, según él, han sido silenciados por una historia oficial selectiva.
Reacciones divididas
Como era de esperarse, la aparición de la bandera generó revuelo en redes sociales y medios. Algunos la interpretaron como una provocación o un intento de polarización, mientras que otros la vieron como un acto de reivindicación histórica. La polémica refleja cómo, en tiempos de alta tensión política, los símbolos adquieren una potencia inesperada, y pueden llevar a caminos peligrosos para la democracia.
La Senadora María Fernanda Cabal le salió al paso frente ese discurso de Gustavo Petro, con el cual cerró las movilizaciones del 1 de mayo de 2025 en Bogotá. Sus palabras desataron duras críticas por parte de la senadora y precandidata del Centro Democrático.
“Petro convirtió el 1 de mayo en un pobre espectáculo, amenazante como deprimente. ¿Qué quiere decir con la bandera de libertad o muerte? Más de 17 millones de colombianos nos eligieron congresistas y defenderemos a Colombia”, expresó la congresista opositora, que se ha convertido en una de las voces más relevantes de los sectores contrarios al Ejecutivo,

¿Qué significa “la hora del pueblo”?
La frase con la que Petro cerró su discurso —“ha llegado la hora del pueblo”— encapsula su visión del momento político actual: una etapa en la que, según él, las mayorías históricamente excluidas reclaman protagonismo, en las urnas y en las calles.

Cabe precisar que a “bandera roja y negra” es el símbolo de los movimientos anarco-sindicalistas y anarco-comunistas. El negro es el color tradicional del anarquismo, y el rojo es el color tradicional del socialismo y el comunismo.
Por varios motivos, el uso de la bandera roja y negra se convierte en más que un gesto: es una declaración de intenciones.