Columnista: Coronel Julio César Prieto Rivera
Veterano del Ejército Nacional
Jupr1@yahoo.es
A propósito del nombramiento del mayor general de la FAC. Pedro Sánchez, como nuevo ministro de defensa, así me caigan truenos y centellas no puedo dejar de suscribirme al respecto; pienso que nuestro país no podría contar con un mejor funcionario para esta cartera, que este hombre que le ha servido como soldado al país durante 34 años y por ende conoce sin lugar a duda los intríngulis que encierra la profesión de los mejores hijos de Colombia, los militares y policías.
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Ministro de Defensa Pedro Sánchez
La Sociología, esa ciencia que estudia las formas en que se construye la realidad social de los grupos que conforman la humanidad en una nación, región o sector, dentro de la cual el gremio de los miembros de la fuerza pública, activos y retirados no es la excepción, pudiendo determinar que por procesos y/o costumbres propios de organizaciones piramidales y jerarquizadas como la nuestra, termina convirtiéndose en regla que a la cúspide debe llegar el que posea la máxima antigüedad, desconociendo que los títulos no honoran a los hombres, sino que los hombres honoran los títulos, no podemos olvidar que dada la subjetividad con la que se seleccionan desde hace muchos años los generales y almirantes, no siempre allí llegan los mejores y para verificarlo sólo debemos mirar la historia.
Desde 1990 cuando inició el nombramiento por parte del ejecutivo de ministros de defensa civiles, al 99% por ciento de los que han ocupado esta cartera tuvimos que enseñarles nosotros los soldados, ocultos en frías oficinas, desde lo más mínimo como marchar y hasta la letra de nuestros himnos y oraciones, para adentrarlos poco a poco en la terminología que implica un cargo de este nivel estratégico, para que pasados unos días pudiesen posar de avezados estrategas. En muchos casos como el mal recordado Juan Manuel Santos endilgándose con acomodado y mentiroso orgullo el planeamiento y hasta la dirección de osadas y heroicas operaciones.
Hoy, después de casi tres años de un triste e irrefutable retroceso en las condiciones de seguridad de la nación, donde cerca de 14 regiones se encuentran sometidas por la acción de los violentos, quienes aprovechando políticas y decisiones del establecimiento se han fortalecido, convirtiendo de nuevo tristemente como hace 20 años a nuestros militares y policías en carne de cañón, mi invitación es para que confiemos en este soldado del aire, quien con el apoyo de alto mando militar y policial actual logren conformar un equipo que recupere la dignidad de nuestros hombres e inclinen la balanza para el bien de la nación.
Por último señor general Pedro Sánchez, la invitación es para que con la misma entereza y decisión que asume esta alta designación, llegado el caso y de ser necesario, si las condiciones derivadas del ejecutivo no permiten el actuar requerido en el ministerio, tenga la dignidad de hacerse a un lado con la hidalguía que debe caracterizar a quienes un día en nuestra juventud juramos ante Dios y la bandera, llegado el caso morir por defenderla.