Por Lola Portela
Los alcaldes de Francia expresaron su rechazo a la ola actual de violencia urbana. Y es que incluso se presentó un ataque a la casa de un regidor, tras casi una semana de disturbios nocturnos.
“Desde el martes, las noches son difíciles para los vecinos (…) Los sucesivos actos de violencia son inaceptables”, declaró el alcalde de Nanterre (al oeste de París), Patrick Jarry, quien realizó de nuevo un llamado a la calma.
Hasta el domingo por la mañana, esta violencia dejó 3.200 detenidos, más de 700 agentes heridos, unos 5.000 vehículos incendiados, 10.000 basuras quemadas y casi 1.000 edificios dañados, detalló el ministerio del Interior.
Aunque el número de detenidos se redujo a 157 en la noche del domingo al lunes, cuando se desplegaron 45.000 policías y gendarmes, el presidente francés, Emmanuel Macron, pidió mantener una “presencia masiva” en el terreno
Los disturbios estallaron el martes por la noche tras la muerte de Nahel, un joven de 17 años a quien un policía disparó a quemarropa durante un control de tránsito en este suburbio de París. Un vídeo captó el momento del drama.
Luego de cinco noches de enfrentamientos entre autoridades y manifestantes, la abuela de Nahel M., el menor que falleció el martes 27 de junio a manos de la Policía, hecho que detonó la peor ola de disturbios recientes en Francia, hizo una petición este domingo a la calma: “Quiero que todo esto pare. A la gente que está rompiendo cosas les digo que paren, que no destruyan las escuelas”, lamenta la mujer, identificada como ‘Nadia’, en una conversación con la cadena BFMTV.
La Asociación de Alcaldes de Francia (AMF) había convocado concentraciones el lunes a mediodía ante los ayuntamientos de todo el país por los “graves disturbios” que atacan “símbolos” como escuelas, ayuntamientos, bibliotecas y policía municipal.
Sin embargo, para muchos políticos, se cruzó una línea roja con el ataque durante el fin de semana al domicilio de Vincent Jeanbrun, alcalde derechista de L’Haÿ-les-Roses (10 kilómetros al sur de París)
Jeanbrun estaba en la alcaldía en el momento de los hechos, mientras que su esposa tuvo que huir de la casa junto a sus dos hijos, fracturándose la tibia. La justicia lo investiga como un “intento de asesinato”.
“Querían quemar la casa y cuando se dieron cuenta de que había alguien dentro, lejos de detenerse, lanzaron una tanda de morteros pirotécnicos”, dijo el alcalde Jeanbrun a los medios de comunicación.
Macron, que anuló este fin de semana una visita de Estado a Alemania, para reunirse este lunes con los presidentes de las dos cámaras del Parlamento. Y el martes, recibirá a los 220 alcaldes de localidades que vivieron disturbios.
Por su parte, la primera ministra, Élisabeth Borne, le prometió a los alcaldes: “la mayor firmeza”, en la aplicación de sanciones.
Un bombero de 24 años murió en Saint-Denis, cerca de París, cuando apagaba un incendio de autos, anunció en Twitter Gérald Darmanin el ministro del Interior de Francia: “Un joven cabo de los bomberos de París falleció a pesar de haber sido atendido muy rápidamente por su equipo”. Y dijo que el incidente había tenido lugar en “un aparcamiento subterráneo”.
Entre tanto, cada noche llega con incertidumbre a Francia y países vecinos, donde se han extendido los disturbios, y ya se dice que hay manos externas en estas violentas manifestaciones.
Identifican al bombero francés muerto en servicio durante disturbios en Saint-Denis (París) como Dorian Damelincourt, de 24 años.