Por medio de circulares emitidas por las autoridades de las provincias de Helmand, Kapisa y Tajar, informaron que a partir de ahora los hombres tendrán prohibido afeitarse o recortarse la barba porque, a juicio del Emirato, es pecado. Tampoco podrán las mujeres hacer uso de teléfonos móviles inteligentes.
“Nos han dicho que no afeitemos ni recortemos la barba con estilo. Quien viole esto hará frente a castigos legales”, lamenta Alem, un peluquero de Kapisa. Según la cadena de televisión afgana Tolo TV, la orden ha sido igualmente replicada en Helmand y Tajar.
Ante esta situación Inaamulá Samangani, miembro de la Comisión Cultural del Ministerio de Cultura e Información, destacó que «el Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio ha anunciado oficialmente que este comunicado no fue publicado por ellos y que está en redes sociales que no pertenecen al organismo». En cualquier caso, las citadas normas ya son de aplicación en tres provincias entre los aplausos de algunos de sus residentes.
En las circulares se limitan además los gastos en las bodas y se prohíbe realizar disparos al aire durante las celebraciones, los cuales han dejado varias víctimas en los últimos meses. A ello se añade que han surgido informaciones sobre los planes que barajan los talibanes para restablecer las amputaciones y ejecuciones en el país y que el sábado colgaron en varias plazas de Herat a cuatro secuestradores muertos durante una operación en la ciudad «como ejemplo» a posibles criminales.
El régimen, paralelamente, informó este martes que adoptará de forma temporal la Constitución monárquica de 1964, que otorgaba a las mujeres el derecho al voto. Sin embargo, el Ministerio de Justicia se apresuró a matizar que todo lo que entre en conflicto con la sharia y los principios del Emirato Islámico será descartado.
Los talibanes prometieron a su llegada al poder que serían más inclusivos, pero cuando presentaron su gobierno provisional a inicios de este mes todos los altos cargos fueron para los partidarios de la línea dura y no se incluyó a ninguna mujer.
Fuente: El Correo.