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Elefantes que pastan en las llanuras del Casanare

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Aunque los últimos gobiernos se han dado a la tarea de a acabar con las obras inconclusas, aún existen entre uno, dos y más elefantes blancos por municipio, tirados al abandono. Como trofeos que se exhiben a los méritos de la corrupción.

Las preguntas retóricas de los casanareños, cada vez que tenemos frente a ‘nuestras narices’ las construcciones en deterioro, consumidas por el óxido, moho y vegetación, es: qué pasa con la justicia en Casanare, dónde está la Contraloría y la Procuraduría, les quedó grande aplicar la ley, dónde pararon nuestros impuestos y por qué no se vieron capturas ni sanciones para los administradores y contratistas.

Para no realizar una extensa lista de mercado, sacaremos de la maraña los elefantes más longevos y robustos que pastan en las sabanas y la cordillera en el Casanare, que poco a poco se han ido quedando archivados en los procesos judiciales y borrados de las mentes de las personas.

Yopal

En la capital del Departamento prevalece la planta de tratamiento de agua potable, que apropósito se constituye como una de las obras más costosas del país, y no precisamente por sus características, sino por el despilfarro de dinero, pues su monto ya casi asciende a los 100. 000 millones de pesos, aún sin poder entrar en funcionamiento como debería ser. Este mes de mayo se celebran once años de la emergencia que originó el colapso a la PTAP. 

Del mismo modo, diez años de abandono, completa el conjunto residencial Torres del Silencio, 40 torres de cinco pisos destinadas a 400 familias yopaleñas. Ante la larga espera, los hogares vulnerables se tomaron por la fuerza la edificación y viven en él, con las incomodidades e inseguridad que representan los edificios sin todos sus acabados.

Conjunto Residencial Torres del Silencio

Aguazul

En la capital arrocera de esta región del país, hace por lo menos 15 años quedó a medio construir una planta procesadora de yuca, en la que se procesaron unos 7 mil millones de pesos. En una de las rutas de salida hacia el municipio de Maní, se puede apreciar este otro monumento a la corrupción. 

Paz de Ariporo

Hasta la patrona del Casanare (Virgen de Manare) derramaría lágrimas de dolor al saber que, en su pueblo existen, no elefantes blancos, sino mamuts de la era de Oscar Gutemberg y Ordener Chávez.

El matadero y una moderna biblioteca pública de los años 2000 y 2007, respectivamente, situados en lugares visibles. Los dos mamuts se ven pastar sobre la marginal del llano. Obras quizás insalvables, en las que se perdieron entre 2.500 y 3.000 mil millones de pesos.

Rematamos con un mega-colegio en espera de ser concluido hace 10 años. El plantel educativo estaba proyectado para acoger mil estudiantes.

Biblioteca Municipio de Paz de Ariporo

Otros municipios

Si entrar en más detalles, en el municipio se da cuenta de obras inconclusas como la zona industrial, el puente vehicular sobre el río Cusiana y el auditorio municipal. En Hato Corozal un salón comunal en el barrio Aeropuerto. En Villanueva la plaza de mercado. En la Salina un proyecto de construcción de viviendas en abandono desde hace unos 15 años.

Plaza de Mercado Municipio de Villanueva en Casanare

En honor a la verdad

Mega Colegio en el Municipio de Paz de Ariporo

Planta de Yuca en Aguazul

Puente sobre el río Cusiana en la vía Tauramena-Monterralo

En virtud a la verdad, hay que mencionar que, durante los últimos años, los gobiernos se han dedicado a matar elefantes. Gobernantes como Marco Tulio Ruíz, Alirio Barrera, y actualmente Salomón Sanabria junto a algunos alcaldes municipales, han venido implementando procesos administrativos para la culminación del mega-colegio en Paz de Ariporo, el salón comunal en Hato Corozal, el puente sobre el río Cusiana, la plaza de mercado en Villanueva y el conjunto residencial Torres del Silencio. Estas administraciones han tenido que afrontar con la carga de buscar alternativas para sanear los errores de gobiernos anteriores que brillaron por dejar como legado, obras inconclusas y en total abandono.