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De empleada doméstica a tripulante de vuelo

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Veinte jóvenes de la universidad EAFIT de Medellín, recibirán su título becados por la Fundación Viva para convertirse en tripulantes de cabina.

A sus 25 años Angie Patricia Cometa, una caleña del corregimiento de San Antonio en el municipio de Jamundí (Valle), paso de ser la empleada doméstica de la casa de un piloto en ese mismo municipio, a convertirse en auxiliar de servicio a bordo de la aerolínea Viva.

Para Cortes, este sueño era simplemente inalcanzable, sin embargo, un día el propio piloto, quien para entonces era su jefe, le dijo que la Fundación Viva lanzaría una convocatoria para convertirse, en tan sólo 6 meses, en tripulante de cabina, incentivándola para que se inscribiera.

Fue así como 20 personas, entre ellos Angie, de los departamentos de Antioquia, Valle del Cauca, Chocó y Bolívar tienen hoy la oportunidad de convertirse en tripulantes de cabina de la aerolínea Viva, gracias al proyecto Viva sin Límites, en el que se unieron la aerolínea Viva junto a su fundación y la Corporación Educativa Indoamericana.

La Fundación Viva dio inicio al proyecto piloto, que este miércoles 17 de agosto gradúa, en la ciudad de Medellín, a 20 jóvenes que soñaban con ser auxiliares de servicio a bordo, pero que por circunstancias sociales y económicas no habían tenido la oportunidad y ahora, podrán hacerlo en la aerolínea Viva.

Los elegidos, quienes fueron escogidos entre 50 aspirantes luego de un proceso de selección, completaron su formación en la Escuela de Aviación Indoamericana para convertirse en tripulantes de cabina, lo cual les permite hoy engancharse directamente con la aerolínea.

Para Mónica Gil, CEO de la Fundación, el 2022 es un año retador para la aerolínea en materia de sostenibilidad social. “Nos hemos unido fundación y aerolínea para generar oportunidades educativas y de empleo a través de 20 becas completas para la carrera de tripulante de cabina, otorgadas a aspirantes que siempre habían querido estudiar esta profesión; pero que, por circunstancias sociales y económicas, no habían tenido dicha oportunidad”, señaló Gil.

Así mismo, indicó que este proyecto ratifica la apuesta “Go Pink” de Viva, con la cual la organización se compromete a realizar acciones en pro de la equidad, diversidad e inclusión, y del cual hoy está mostrando resultados positivos.

De esta forma, con el fin de darles oportunidad laboral que mejorara las condiciones de vida de estas 20 personas, la Fundación Viva hizo un proceso de selección riguroso, donde se tuvo en cuenta aspectos como ser madre cabeza de familia, no haber salido de su entorno y no contar con las condiciones económicas óptimas para realizar estudios de educación superior; pero, sobre todo, las ganas de superación.

Para Joselyn Zárate, rector de Indoamericana, esta es una gran oportunidad para los seleccionados quienes como estudiantes realizan una inmersión completa en el mundo de la aviación. “Desde la academia somos un eslabón muy fuerte en esta cadena liderada por Viva y su Fundación para formarlos. Esperamos que este sea el primero de muchos más grupos beneficiados”, dijo Zárate.

Así mismo, agregó que ha sido un compromiso para que los futuros tripulantes tengan una mentalidad diferente. “Trabajamos en doble jornada, con instructores muy exigentes, con clases de natación, supervivencia, primeros auxilios, simulador de cabina, procedimientos, equipos de emergencia, derecho aeronáutico, evacuación en tierra y agua, entre otros; les exigimos dar el 100 por ciento de sus capacidades. La aviación siempre cambia la expectativa de vida de quienes nos hemos involucrado en este mundo”, señaló Zárate.

Según Teresita Alzate, instructora de aviación de la Fundación Viva, a este primer grupo que inició este proyecto piloto no se le exigió tener dominio de inglés; sin embargo, una vez contratados tienen dos años para iniciar su capacitación con el fin de aprender una segunda lengua.

Es de resaltar que la Fundación Viva, en este proyecto piloto, asumió el traslado y manutención de estas personas a Bogotá donde se tomó la capacitación de forma presencial y la Fundación asumió los gastos de estadía y alimentación de los elegidos