El abogado penalista Miguel Ángel del Río Malo, figura clave en el proceso contra el expresidente Álvaro Uribe, se ha convertido en el centro de varias investigaciones y controversias que van más allá del ámbito judicial colombiano. Además de los señalamientos sobre un montaje para afectar el proceso del expresidente Álvaro Uribe Vélez, su vida privada ha generado fuertes cuestionamientos tras su reciente matrimonio con una modelo venezolana involucrada en un escándalo de corrupción.
1. Acusaciones de montaje en el juicio contra Uribe
Según una denuncia de su exesposa, Ximena Bustamante, Del Río habría orquestado un montaje con el narcochofer Manuel Castañeda para debilitar al abogado Diego Cadena y, de manera colateral, perjudicar al expresidente Uribe.

Ximena Bustamante afirma que fue “puesta en escena” en su propia oficina, con cámaras de seguridad registrando una reunión en la que Manuel Castañeda señala que Diego Cadena lo buscó para “joder” a Del Río, según investigación de Semana. Además, según la denuncia, el objetivo no era solo desacreditar al abogado Cadena, sino también posicionar una narrativa en contra el expresidente Uribe.
2. Red de favores en la SAE y tráfico de influencias
La investigación revela supuestas irregularidades en la Sociedad de Activos Especiales (SAE), donde Del Río habría mantenido una relación estrecha con altos funcionarios. En conversaciones que estarían en poder de la Fiscalía, se menciona que gestionó para que una persona cercana a él accediera a una vivienda administrada por la SAE.
Uno de los involucrados en estas gestiones sería el vicecontralor Carlos Mario Zuluaga, con quien Del Río intercambió mensajes sobre aplazamientos de auditorías en la SAE. Estas acusaciones apuntan a una red de tráfico de influencias que beneficiaría al abogado a través de cargos públicos.
3. Supuestas “mentiras” para reforzar su seguridad (UNP)
Otro punto de la denuncia se centra en la Unidad Nacional de Protección (UNP). Ximena Bustamante afirma que Del Río habría utilizado información falsa para justificar o mantener un esquema de protección personal. Según ella, esas mentiras formaban parte de una estrategia para proteger su reputación y mantener su poder en el ámbito jurídico. Además, en la comisaría presentó una denuncia por amenazas, señalando que su actual esposa, Railin Elizabeth Yépez, también conocida como Ely Jeims, modelo venezolana, la habría intimidado.
4. Acción judicial: orden de retractación
Los líos judiciales del abogado de confianza del Pacto Histórico no paran allí. Un juez ordenó a Del Río retractarse públicamente por acusar a un testigo clave del caso Uribe, Óscar Antonio Monsalve, de haber recibido instrucciones antes de su declaración. El jurista ha defendido sus afirmaciones como parte de su derecho a la libertad de expresión, argumentando que cuenta con “registros audiovisuales y documentación” que respaldan su versión.

5. Denuncias por manipulación de pruebas y testimonio
La defensa de Uribe ha acusado a Del Río de falso testimonio, fraude procesal y alteración u ocultamiento de pruebas. La controversia se intensificó con la denuncia presentada por Jaime Granados, abogado de Uribe, y otros, quienes afirman que Del Río jugó un papel clave en la custodia de elementos probatorios, como relojes con cámaras que habrían sido manipulados.
6. Papel en la condena de Uribe
Pese a estas acusaciones, Del Río celebró uno de sus mayores logros profesionales. En agosto de 2025, se conoció un fallo de primera instancia que dictó una pena de 12 años de prisión domiciliaria contra Álvaro Uribe, por fraude procesal y soborno en actuación penal. Del Río sostuvo que la sentencia era “rigurosamente motivada” y negó que hubiera presiones políticas tras la decisión.
7. Matrimonio y vínculo con la “muñeca de la mafia” venezolana
En una vertiente que mezcla lo personal con lo político, Del Río Malo contrajo matrimonio el 21 de febrero de 2025 con Railin Elizabeth Yépez, conocida como Ely Jeims, una modelo venezolana señalada por la Justicia de su país por su supuesta participación en el desfalco de PDVSA.

Railin Elizabeth Yépez aparece en una investigación que describe un entramado de lavado de activos, empresas fachada y hasta una red de prostitución. El fiscal venezolano Tarek William Saab la incluyó en el círculo de las llamadas “muñecas de la mafia”, y aseguró que ella era “la prepago preferida” del exministro Tareck El Aissami.
Las autoridades venezolanas continúan investigando su presunta participación en un esquema de corrupción que habría desviado 21.000 millones de dólares de Pdvsa, utilizando empresas fachada y operaciones con criptomonedas, hecho que hizo que varios medios, venezolanos la apodaran “la muñeca del petróleo”.
Del Río, por su parte, ha defendido públicamente a su esposa y ha rechazado las acusaciones como parte de una persecución política.
8. Reacción de las autoridades colombianas
La Policía Nacional de Colombia, ante los señalamientos, aseguró que está verificando la situación legal de Railin Elizabeth Yépez en el país. El general Carlos Triana, confirmó que sí existe una orden de captura internacional y en su momento dijo que tomaría acciones conforme a los tratados y la legislación vigente. Sin embargo, el tema quedó allí con su salida, pues en actual jefe de la Policía Nacional de Colombia es el general William Oswaldo Rincón Zambrano. quien recien asumió el cargo el 24 de octubre de 2025.
9. Interpretaciones y riesgos
El caso de Del Río se ha transformado en un cruce de frentes:
- Judicial, por su rol como abogado de “víctimas” del caso Uribe y las acusaciones sobre manipulación de pruebas.
- Político, dado que su matrimonio podría generar tensiones diplomáticas entre Colombia y Venezuela, por los vínculos de su esposa con un escándalo petrolero.
- Mediático, al ser una figura pública que polariza, especialmente por los procesos contra Uribe, quien fue adsuelto al comprobarse la manipulación de pruebas, falsos testigos y la politización de la justicia, detrás de este caso.
Además, sus detractores advierten que si las acusaciones de su exesposa son ciertas, podría tratarse no solo de una conspiración política, sino también de un uso indebido de influencias para fines personales y estratégicos.
Miguel Ángel del Río Malo se encuentra en el ojo del huracán: las denuncias de montaje, tráfico de influencias y su polémico matrimonio con una ciudadana señalada por corrupción en Venezuela plantean dudas sobre su ética y motivaciones. Con múltiples frentes investigativos abiertos, su futuro judicial y político pende de la tensión entre lo legal, lo personal y lo simbólico.
El de Miguel Ángel del Río Malo es un ejemplo claro de cuando el abogado termina atrapado en su propia red.



































