Por Lola Portela
María Fernanda Cabal cuestiona el trato hacia las mujeres en el partido y advierte que la fractura interna podría costarles el 2026.
A menos de tres semanas de la fecha prevista para definir su candidato presidencial, anunciada para el 28 de noviembre, el Centro Democrático enfrenta una de sus peores crisis internas. La encuestadora internacional AtlasIntel, encargada de realizar el estudio que coronaría al aspirante único del uribismo, renunció al proceso, luego del escándalo provocado por Miguel Uribe Londoño, quien no respetó el consenso establecido, reveló las actas internas del partido y hasta cuestionó la transparecia de la empresa escogida precisamente por la neutralidad, al ser una empresa extranjera.
AtlasIntel se retira justificando “riesgos reputacionales“, principalmente, dados los ataques provenientes desde la campaña de Miguel Uribe Londoño, quienes encendieron las alarmas sobre la imparcialidad del estudio, hasta lograr que la encuestadora escogida por los candidatos y contratada por el Centro Democrático, tomara la decisión de dar un paso al costado.
La decisión, comunicada oficialmente por la firma, reconocida por su precisión y presencia en más de diez países, dejó al partido en un limbo político.
Además, según fuentes cercanas al proceso, la salida de AtlasIntel se habría precipitado, tras un acercamiento de miembros de la campaña del precandidato Miguel Uribe Londoño a la encuestadora. Un tema que pone en la mira y cuestiona la ética de Uribe Londoño y su equipo de campaña, del cual es parte Lester Toledo, quien también se supo asesora al precandidato Juan Carlos Pinzón.

Ante este panorama, la colectividad del Centro Democrático examina contrarreloj qué empresa podría asumir la medición. Aunque el cronograma fijaba el 28 de noviembre como la fecha límite para conocer al candidato, no se puede descartar un aplazamiento, si la nueva firma requiere más tiempo técnico para realizar la encuesta, entre los cinco precandidatos.
Y es que el reloj corre porque el proceso electoral comenzó formalmente el 8 de noviembre de 2025, fecha en la que se inició la inscripción de candidatos al Congreso, la cual se cerrará un mes después, el 8 de diciembre de 2025.
Ese mismo 8 de diciembre se publicará el censo electoral, que es fundamental para saber por cuántos votos se tiene que trabajar. Y también el 8 de diciembre comenzará la propaganda política en espacios públicos.
Además, el 10 de diciembre, los registradores definirán los lugares de votación e se iniciará la difusión de propaganda en medios de comunicación. Las listas de candidatos sólo podrán modificarse hasta el 15 de diciembre, si se presentan renuncias o no aceptación de postulaciones.
Como quien dice la fecha del 28 noviembre, ya era justa, no sólo para el proceso de inscripción de los precanditados que decidan seguir legislando, desde el Congreso. Es también importante para que se pueda organizar la publicidad de la campaña del candidato oficial del Partido; lograr los espacios en medios públicos y en los medios de comunicación privados. El Centro Democratico estaría entonces contrareloj.

En medio del caos, la senadora y precandidata María Fernanda Cabal alzó la voz, lamentando la ruptura del proceso y criticando las divisiones que debilitarían al partido. Cabe precisar que el Centro Democrático se ha descado por ser el más fuerte en oposición.
“Me da dolor que todo el esfuerzo que hacemos con mis compañeros quede licuado (…) mientras el país está desecho y nosotros trabados hablando de encuestas”, expresó Cabal, quien además lanzó una pregunta que encendió el debate interno:
“Sobre algunos miembros del partido me pregunto: ¿No les gusta que las mujeres lleguemos a gobernar?”.

Mientras tanto, el Centro Democrático insiste en que ha actuado con transparencia y ética en la organización del proceso. Sin embargo, la crisis desatada deja ver un panorama incierto para el partido que lidera Álvaro Uribe Vélez, justo cuando debería estar consolidando su unidad de cara a las elecciones de 2026.


































