Por Lola Portela
La medida también se aplicará en otros países de la región con proyectos vinculados a la Ruta de la Seda.
La Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos ha anunciado su firme oposición a los proyectos impulsados por empresas chinas en Colombia, tras la reciente adhesión del país latinoamericano a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, conocida como la Nueva Ruta de la Seda. Esta iniciativa global liderada por China busca conectar Asia con África, Europa y América Latina, mediante inversiones en infraestructura y comercio.
En un comunicado, la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental expresó que se opondrá enérgicamente a los desembolsos recientes y futuros por parte de organismos financieros internacionales, como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), destinados a financiar proyectos liderados por empresas chinas en Colombia. La medida también se aplicará en otros países de la región donde la Ruta de la Seda tenga proyectos.

“Estos proyectos pone un peligro la seguridad de la región. Los dólares de los contribuyentes estadounidenses NO DEBEN utilizarse de ninguna manera por organizaciones internacionales para subsidiar empresas chinas en nuestro hemisferio”, indicó la entidad estadounidense.
La decisión de Colombia de unirse a la Ruta de la Seda ha generado tensiones con Estados Unidos, su principal socio comercial. El presidente colombiano, Gustavo Petro, firmó el acuerdo en Pekín, destacando que la adhesión se realiza desde la soberanía e independencia de Colombia y América Latina. Sin embargo, economistas y políticos han expresado preocupaciones sobre las posibles repercusiones en la relación con EE. UU., especialmente bajo el gobierno del presidente Donald Trump.
Uno de los proyectos afectados podría ser la Línea 2 del Metro de Bogotá, financiado parcialmente por el BID y liderado por la estatal china CRRC. La medida también afectaría a otros países latinoamericanos involucrados en la iniciativa china.
Mientras tanto, China ha reforzado su acercamiento a América Latina y el Caribe, ofreciendo créditos por 8.250 millones de euros, mayor inversión e incremento de importaciones desde la región. Líderes regionales clave como Lula da Silva (Brasil), Gustavo Petro (Colombia) y Gabriel Boric (Chile) asistieron al evento en Pekín, destacando la relevancia del encuentro.

La situación marca una nueva tensión en las relaciones históricas entre Colombia y EE. UU., mientras Bogotá busca diversificar alianzas internacionales. El presidente Petro expresó su deseo de mantener relaciones equilibradas con Washington, pese a las crecientes fricciones.