Por Lola Portela
El excanciller Álvaro Leyva ha generado gran controversia con una carta de cuatro páginas dirigida al presidente Gustavo Petro, en la que expone una serie de acusaciones y reflexiones sobre su relación con el mandatario y su entorno cercano. En el documento, Leyva asegura que nunca tuvo una relación fácil con Petro y que la entonces jefe de gabinete, Laura Sarabia, era quien realmente gestionaba su tiempo y decisiones.
“Cuando iba a buscarlo, la señora Sarabia, conocida de autos, me hacía esperar horas con la excusa de que usted eventualmente me recibiría. Tantas veces pasó lo mismo que por fin entendí que ella era la dueña de su tiempo, de algunos quehaceres suyos y que, además, le satisfacía algunas necesidades personales”, escribió Leyva.
En la carta el excanciller Leyva habló también de la reunión que Petro le hizo sostener con Benedetti para que este se convenciera de aceptar la embajada en Venezuela y en la que, dice el excanciller, comprendió que (Benedetti) “estaba adicto a las drogas (…) comprendí que se trataba de un enfermo… sigue así, señor presidente”.

El excanciller relata las dificultades que tuvo desde el primer momento con el presidente y recalca que, antes de su nombramiento, “no conocía los antecedentes personales” del mandatario. Dice que asumió la Cancillería con el firme propósito de convertir a Petro en un líder mundial, pero que se estrelló con que el presidente nunca le dio la oportunidad de sentarse a trazar juntos un camino de política exterior para el país.

Sin embargo, uno de los puntos más explosivos de la carta es la afirmación de Leyva, quien escribe: “fue en París donde pude confirmar que usted tenía problemas de drogadicción, ¿pero qué podía hacer?…”. Según el excanciller, durante esa visita oficial a la capital francesa, el presidente desapareció durante dos días, y ni siquiera los servicios de inteligencia franceses pudieron localizarlo. Leyva sugiere que esta situación podría haber sido un indicio de un problema más profundo que afectaba la capacidad de liderazgo de Petro.
Y, a renglón seguido se lamenta de no haberlo ayudado con su problema de adicción: “Lo he debido ayudar, aproximar, asistir oportunamente. Guardo en mi interior la pena de no haberlo intentado, extenderle la mano. Lo cierto es que nunca se repuso usted. Es así. Su recuperación lastimosamente no ha tenido lugar”: precisa Álvaro Leyva
Además, Leyva critica duramente a figuras como Laura Sarabia y Armando Benedetti, acusándolos de tener un control indebido sobre el presidente y de haberlo “retenido” en una situación de dependencia. Y allí se refiere al escándalo por los audios entre estos dos funcionarios de alto nivel. El excanciller cuestiona si el país debe prepararse para “algo más de fondo” frente a la relación de Petro con estos colaboradores.
Estas revelaciones se suman a una serie de críticas previas de Leyva hacia el gobierno de Petro, incluyendo su renuncia al cargo de ministro de Relaciones Exteriores en mayo de 2024, tras ser suspendido por la Procuraduría General de la Nación. En esa ocasión, Leyva presentó su renuncia en una carta dirigida al presidente, agradeciendo la oportunidad de haber servido en el cargo y expresando su satisfacción por haber cumplido con sus deberes. Sin embargo, en la misiva también dejó entrever su desacuerdo con la gestión del gobierno.

Esta carta de Leyva ha generado un amplio debate en la opinión pública colombiana, con diversos sectores políticos y sociales expresando su sorpresa y preocupación por las acusaciones planteadas. Hasta el momento, ni el presidente Petro ni los funcionarios mencionados han emitido una respuesta oficial al contenido de la carta.
Este episodio pone en evidencia las tensiones internas dentro del gobierno de Gustavo Petro y plantea interrogantes sobre la estabilidad y dirección de su administración. La situación es objeto de seguimiento por parte de los medios de comunicación y la ciudadanía, se espera una aclaración por parte de los involucrados.