Por Lola Portela
En un extenso texto y a través de su cuenta en X el presidente de Colombia se pronunció en rechazo al secuestro de Enrique Márquez y Carlos Correa, acusados por el régimen de “traición a la patria”. Esto escribió el mandatario colombiano:
“Igual que nuestro amigo Enrique Márquez, destacado progresista venezolano, ha sido detenido Carlos Correa, destacado defensor de derechos humanos en Venezuela. Esto, y otros hechos, impide mi asistencia personal al acto de posesión de Nicolás Maduro.
La solicitud de Colombia no fue atendida en el sentido de máxima transparencia en las elecciones pasadas, cuando tal posibilidad se expuso en diversos espacios de encuentro político al que fuimos invitados. En Europa, en Venezuela y en los EEUU.”
Para Petro “Las elecciones pasadas en Venezuela no fueron libres. No hay elecciones libres bajo bloqueos.”
Y continúa: “El gobierno colombiano entiende que nuestros dos pueblos están ligados por sangre, cultura e historia, y que cerrar fronteras, evitar el relacionamiento diplomático y separar nuestros pueblos a la fuerza es de una brutalidad enorme. Lleva a que las fronteras sean de las mafias, y se provoca el hambre de millones de seres humanos colombianos y venezolanos y su éxodo, y a la violación sistemática de sus derechos humanos. Cualquier desavenencia entre los gobiernos no debe serlo entre nuestros pueblos. Colombia no romperá relaciones diplomáticas con Venezuela, ni intervendrá en los asuntos internos de ese país, sin invitación”.
Y precisa: “Pero solicitamos desde nuestra propia lucha por los derechos humanos en Colombia, se respeten para todos y todas en Venezuela.
Las fuerzas progresistas de Colombia mantendrán su relación de colaboración y amistad con todas las fuerzas progresistas de Venezuela en procura de un gran diálogo político y social que lleve a la paz a toda la región y prevenga la violencia. La libertad de los pueblos es el objetivo de cualquier progresismo”.
Gustavo Petro deja claro que no respeta los resultados, la voz de un pueblo que ya dio como ganador a Edmundo González: “No podemos reconocer las elecciones que no fueron libres y esperamos que estas puedan realizarse pronto sin bloqueos ni intimidaciones internas”.
Cabe anotar que Nicolás Maduro, incumplió sus compromisos electorales, encaminados a que respetara la democracia, pero por el contrario inhabilitó la candidata opositora María Corina Machado, de cara a las elecciones presidenciales del 28 de julio.
Y frente al incumplimiento de los Acuerdos y el respeto al proceso electoral en Venezuela; conforme a la firma del Acuerdo de Barbados, el gobierno del presidente Joe Biden, estimó que Maduro cumplió una parte del trato, pero ignoró su esencia. Esto, porque las autoridades venezolanas si bien fijaron un calendario electoral, por otro lado, descalificaron a candidatos opositores.
Gustavo Petro argumenta: “Permanecer en el poder y regalar el petróleo parece ser la propuesta de varios núcleos de la política norteamericana. En mi caso personal, jamás aceptaré tal propuesta.
La unidad del pueblo, a pesar de sus diferencias internas, es la base de una poderosa soberanía. Por tanto, el diálogo interno es el instrumento fundamental de la soberanía. La lucha de Bolívar siempre fue por una región democrática y soberana. Creo que es lo contrario de lo que se propone desde esos núcleos de la política norteamericana.”
Y concluye pidiendo al régimen de Nicolás Maduro la libertad de los detenidos: “Solicitamos la libertad de todas las personas detenidas por razones políticas”.
Es claro que el hoy presidente de Colombia, Gustavo Petro, no representa la voz de la mayoría de los colombianos, al desconocer que, en medio de la persecución política, por parte del régimen de Nicolás Maduro, los venezolanos ya eligieron y votaron masivamente a favor de Edmundo González Urrutia, para ser su Presidente.
Las elecciones del 28 de julio de 2024, pasarán a la historia de la democracia, porque fueron unas elecciones donde el pueblo venezolano expresó su deseo de libertad de las políticas y caprichos represores de un régimen, que por tercera vez desea imponer sus normas dictatoriales.
Ese pueblo perdió el miedo, así lo demostraron con la compilación y visibilización de las actas electorales: una gran estrategia, pensada y aplicada para evitar el fraude del régimen, ya que en otras elecciones lograron manipular instituciones y el sistema interno del CNE de ese país. Por eso, durante 25 años permanecieron, arbitrariamente, en el poder, llevando a la pobreza interna y a que más de 7 millones de venezolanos anden, como migrantes, de país en país. Situación que Gustavo Petro, al parecer, no reconoce.
Edmundo González Urrutia ganó “las elecciones de la libertad”, los líderes y países democráticos de varios países, así lo verificaron y reconocen. Los organismos internacionales defensores de Derechos Humanos señalan la violación de derechos humanos por parte del régimen.
Con valentía, gallardía y hoy con la esperanza que da la resiliencia, el pueblo venezolano levantó su voz, y ya dijo: No más Maduro. No más dictadura. No más violación de derechos humanos, aunque Gustavo Petro, no acepte y cuestione estos resultados electorales.