En Colombia, donde hay más de 2,8 millones de venezolanos residentes, solo 7.012 están inscritos para votar este domingo 28 de julio, debido a las dificultades para hacer su registro en los consulados.
Y ante esta imposibilidad de votar para millones de venezolanos en Colombia, la oposición hizo un llamado, desde Bogotá, para quienes tuvieran la posibilidad: viajaran a su país y ejercieran su derecho, en las urnas venezolanas.

El Gobierno venezolano anunció, a última hora, que cerraría las fronteras terrestres desde el viernes 26 por las elecciones del domingo, algo que propició un ambiente desértico en la frontera colombo-venezolana, donde el cierre tomó a centenares de personas por sorpresa. Y, según se sabe, algunos aún intentan ingresar al momento de escribir este reporte, por tierra, aire o mar.

Como lo informó Prensa Llanera, la frontera que limita con Brasil y Colombia fue cerrada a partir del viernes 26 de julio. Ese mismo día, el espacio aéreo de Venezuela se restringió también. Y, con lista en mano, el régimen impidió el ingreso de muchas personas, entre ellas hasta personalidades de la política, que fueron luego deportadas. No hubo documentos oficiales que soportaran tal arbitrariedad, solo la orden de ni ingreso y regreso a sus países.

Y, aunque ahora el espacio aéreo permanece abierto, a varias personalidades políticas internacionales se les sigue impidiendo la entrada a Venezuela. Entere ellos, el 26 de julio, hubo varios expresidentes iberoamericanos que iban a bordo de un avión, al que se le impidió despegar, desde Panamá, hasta que no descendieran, los invitados de la oposición. Además, fue retenida y expulsada una delegación de parlamentarios del Partido Popular (PP) español, que llegó a Caracas.
Y con todo y eso, según Migración Colombia, más de 5.200 venezolanos viajaron a su país, entre el 20 y el 27 de julio, una semana previa a la elección presidencial que se celebrará el domingo 28, informó, este sábado, la entidad.

El Aeropuerto Internacional El Dorado de Bogotá es el puesto de control migratorio que registra la mayoría de las salidas, de venezolanos, desde Colombia. Son 1.545 personas, seguido del Puente Internacional Atanasio Girardot, en la ciudad de Cúcuta, departamento Norte de Santander, con 852 personas. Otros buscaron alternativas diferentes, lo importante era llegar.

Ya no hay miedo
En Venezuela están por celebrarse las elecciones presidenciales, más definitivas de su historia, luego de 25 años de dictadura. Y hay mucha tensión en el ambiente, pero no hay miedo.

Se nota el deseo enorme de hacerse respetar, unos a otros se cuidan, se apoyan, para decirle al oficialismo de Maduro, estamos cansados de lo mismo.
Muchas bolsas de alimentos y pollos, hacen parte de las herramientas con las que han tratado de “comprar” conciencias, pero no han sido recibidos.

Y es que, aunque son venezolanos, también quienes reparten la “coima electoral”, son vistos como de otro planeta, por no entender que “esta lucha es de todos”, “¿acaso no te duele?, fuera, fuera”. Es el grito de dolor patrio, que resuena en el ambiente.
El viernes 26, durante la instalación de mesas, hubo fuertes enfrentamientos por defender, el visible fraude o manipulación de los lectores de huellas electorales. Por eso, se registraron varios heridos, y un muerto, en Zulia. La policía, hasta ahora, ha intervenido sólo para calmar los ánimos, de unos y otros. Y, escuchando las quejas. En algunos casos, actúan sacando del lugar, a representantes del oficialismo, que se enfrentan, con su compatriota, quien se defiende con artículos electorales del CNE. Y es que, durante estas horas previas, los Testigos Electorales reclaman sus derechos: a vigilar, a estar presentes en los procesos.

Aunque también hubo rumores de cancelar los comicios. Estos se llevarán a cabo el próximo domingo, 28 de julio. Y de acuerdo con datos del Registro Electoral, publicados por el Consejo Nacional Electoral (CNE), 21 millones de venezolanos están convocados para votar este domingo, incluidos más de 69 mil votantes en el extranjero, pero siguen llegando a su país.

Este domingo, los venezolanos tendrán que elegir entre 10 candidatos a la presidencia para el próximo período presidencial, de 2025 a 2031.
Y, como se sabe, Nicolas Maduro (PSUV), quien lleva 11 años en el poder, busca continuar con su mandato; mientras que la esperanza está en Edmundo González, el reemplazo de María Corina Machado, quien fue inhabilitación para ocupar cargos públicos por la Contraloría General de la República, otra artimaña más del régimen.
Las elecciones presidenciales de este 2024 son de suma importancia para Venezuela, pues, por primera vez en diez años, un candidato de la oposición cuenta con una posibilidad razonable de ganar: Edmundo González Urrutia.
Durante los últimos 25 años, Venezuela ha estado liderado por el chavismo, por lo que un cambio en el gobierno significaría una transformación total, incluso para Latinoamérica.
Y es que representa un posible freno en la migración masiva de los venezolanos, la continuidad de alianzas con países como China, Rusia e Irán, y un cambio en el curso de la crisis humanitaria interna.
De acuerdo a la Ley Orgánica de Procesos Electorales, este domingo de elecciones, las urnas estarán habilitadas de 6:00 a.m. a 6:00 p.m., hora local. Y se mantendrán abiertas mientras haya votantes en fila.
Según el CNE, cerca de 15,700 centros de votación y 30,026 mesas electorales fueron habilitadas.
Veto de vuelos, deportaciones y prohibiciones de ingreso a la soberanía venezolana es el sombrío panorama que han tenido que afrontar decenas de personalidades políticas de diferentes partes del mundo que desean estar en Venezuela para las elecciones presidenciales. Y hasta el exdiputado español del Partido Vox Víctor González fue deportado de Venezuela, aunque ya estaba alojado en un hotel, fue perseguido devuelto a España.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, frente a los expulsados del país dijo: “Son unos ridículos porque ellos saben que son personas no gratas. Son la extrema derecha racista”.
El ex presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, aterrizó en Caracas al frente de la misión del Grupo Puebla para la supervisión electoral.

El expresidente del Gobierno español es quien lidera esa delegación del Grupo de Puebla, que agrupa a los dirigentes izquierdistas, populistas y hasta revolucionarios. Desde su irrupción en Venezuela, el papel de Zapatero ha pasado de ser un mediador entre las partes a convertirse en uno de los grandes aliados de Maduro en Europa, con el apoyo de la vicepresidenta Delcy Rodríguez.
Y aunque en Venezuela muchos le vendieron su alma al diablo, por hambre y frente a la represión interna. Cómo negarlo si el hambre amaina, a propios y a extraños, en este país, que ahora es otro, muy diferente al próspero de antes. Donde muchos otros por comodidad y bienestar propio se pusieron del lado del dictador Nicolás Maduro, pero hay hay que decirlo, ahora muchos están arrepentidos.
En la Venezuela, de paisajes precioso, hoy se enciende una luz. Esa que apaga la oscuridad. Y es que hay un pueblo que grita ¡LIBERTAD!