Por Lola Portela
La Justicia Especial para la Paz, JEP, concedió la amnistía por el delito de rebelión a Juvenal Ovidio Ricardo Palmera Pineda, alias ‘Simón Trinidad’, tras considerar que reúne los requisitos para acceder a este beneficio jurídico.
El ente de Justicia Especial para la Paz precisa: “La magistratura determinó que en este caso Palmera Pineda cumple con los requisitos para recibir el beneficio jurídico por esta conducta. La SAI concluyó que en este caso la conducta de rebelión es amnistiable por cumplir con los ámbitos de aplicación de tiempo, al ocurrir antes de la firma del Acuerdo Final de Paz; personal, ya que el compareciente perteneció a las Farc-EP; y material, dado que la rebelión es un delito político amnistiable.
Y agrega: “Con esta decisión, la Sala resuelve una parte del trámite que inició la justicia ordinaria en su contra, en un proceso que fue remitido a la JEP por los hechos ocurridos entre el 1 y el 3 de mayo de 2002 en el municipio de Bojayá, Chocó”.
En esa medida, Simón Trinidad deberá reafirmar los compromisos ya adquiridos ante el sistema integral de verdad, justicia, reparación y no repetición de la JEP, y acatar las condiciones establecidas, de lo contrario podría caer en un incidente de incumplimiento.
Una de las tareas para el exguerrillero es precisar la mayor cantidad de detalles relacionados con su vida, al interior de la guerrilla tanto con hechos y conductas cometidas por él, como por otras personas; en el marco de conflicto, incluidos los que ya han sido tramitados por la justicia ordinaria.
Además, serán citadas las víctimas de la masacre en Bojayá y en Vigía del Fuerte para que confirmen si quieren o no vincularse a este proceso o presentar recursos.
‘Simón Trinidad’ fue uno de los máximos cabecillas de la extinta guerrilla y, desde mediados de los años 90, uno de los comandantes del Bloque Caribe de las FARC.
Fue capturado el 2 de enero de 2004, en Quito; durante el Gobierno del entonces presidente Álvaro Uribe, y extraditado ese mismo año a EE.UU., donde actualmente se encuentra privado de la libertad en una prisión del estado de Colorado, condenado a 60 años de cárcel por el secuestro de tres estadounidenses, cometido en 2003.
Cabe anotar que esta amnistía se da solo por el delito de rebelión por los hechos ocurridos entre el 1 y el 3 de mayo de 2002 en Bojayá, en el departamento del Chocó, donde las FARC cometieron una de las peores masacres del conflicto, al atacar una iglesia donde murieron calcinadas más de un centenar de personas.
¿Por qué está preso y condenado a 60 años?
Juvenal Ovidio Ricardo Palmera Pineda en un principio enfrentaba una sentencia máxima de prisión perpetua. Sin embargo, los fiscales pidieron al tribunal que no impusiera una sentencia superior a 60 años, a fin de cumplir con los términos del acuerdo de extradición con Colombia, el cual exige que el tribunal imponga una pena en años, en lugar de perpetua.
De acuerdo con pruebas del gobierno de Estados Unidos presentadas durante un juicio, que duró cuatro semanas: “el 13 de febrero de 2003, los rehenes estadounidenses estaban realizando una vigilancia aérea contra drogas en la Colombia rural cuando el motor de su pequeño avión Cessna presentó problemas y realizó un aterrizaje forzoso en el estado sureño de Caquetá. Guerrillas de las FARC, fuertemente armadas, rodearon al avión de inmediato y ejecutaron brutalmente a dos de sus ocupantes, un piloto estadounidense de nombre Thomas Janis y un colombiano, Luis Alcides Cruz. Los otros tres hombres: Marc Gonsalves, Keith Stansell y Thomas Howes, fueron convertidos en secuestrados de las FARC a partir de ese momento”.
“El 27 de abril de 2003, las FARC emitieron un comunicado responsabilizándose por el secuestro de los tres ciudadanos estadounidenses y presentando ciertas exigencias al gobierno de Colombia a cambio de la liberación de los ciudadanos estadounidenses y otros rehenes políticos mantenidos en ese entonces por las FARC. El comunicado anunciaba que el demandado Palmera (alias “Simón Trinidad”) era el vocero de las FARC y representante de las mismas para dichas negociaciones”. Se lee en los documentos de la sentencia.
Los tres estadounidenses fueron liberados, mediante la Operación Jaque, después de permanecer 5 años secuestrados, en las selvas de Colombia.
Alias Simón Trinidad ha sido procesado en Colombia por terrorismo, homicidio, desplazamiento y desaparición forzada; narcotráfico, utilización de medios y métodos de guerra ilícitos; destrucción y apropiación de bienes protegidos; apoderamiento de aeronaves, naves o medios de transporte colectivo, secuestro extorsivo y rebelión, entre otros delitos cometidos durante el conflicto armado.
En julio del 2023, el exguerrillero de las Farc envió una carta al exministro de Relaciones Exteriores, Álvaro Leyva Durán, en la que solicitaba ser escuchado por la Justicia Especial para La Paz, JEP, y que además se le permitiera ser gestor de paz.
Dos meses después, a través de un oficio, la JEP aceptó el sometimiento, avocando el conocimiento de cinco procesos penales, de los cuales se tendrá que buscar más información, y solicitando información adicional sobre 116 procesos más, para estudiar su situación judicial.
Cabe recordar que en la mesa de diálogos de La Habana intentaron su liberación, al nombrarlo negociador, pero el gobierno norteamericano no cedió ante la presión de los jefes guerrilleros.
Por eso, no extraña que ahora la JEP se pronuncie, y le dé amnistía, precisamente cuando inician las mesas de diálogo con la Segunda Marquetalia, liderada por alias “Iván Márquez”, en Venezuela.
