Por Lola Portela
El caso de corrupción en la compra de los carrotanques para la Guajira tiene mucho tejido deshacer y muchos nudos por desatar.
El comodín tal parece que fue Sneyder Pinilla, alguien pensaron guardaría eterno silencio, por ser un ingeniero del “anonimato político”, pero que ahora pasa a ser el testigo clave en este escándalo, ligado a la necesidad de una región sumida en la pobreza durante años de corrupción regional, y ahora nacional.
Y en ese contexto Sneyder Pinilla ya le confesó a Colombia que entregó $4.000 millones a los presidentes de Senado y Cámara para “colaborar” con las reformas de Petro.
Sneyder Pinilla, fue el ex subdirector de la UNGRD, y de manera directa salpicó a Iván Name, presidente de Senado y Andrés Calle, presidente de la Cámara.
Según narra Pinilla, su jefe de entonces, Olmedo López, le pidió que distribuyera el dinero de la siguiente manera: 3 mil millones para Iván Name, el presidente del Senado y mil millones para Andrés Calle, el presidente de la Cámara de Representantes.
El exfuncionario de la UNGRD Sneyder Pinilla sabe el peligro que corre y teme por su vida:
“Ser el sapo me pone en la mira” afirmó.
“Temo por mi vida y futuro jurídico. Tengo el temor fundado de que solo quieren escuchar la información y temo que sea solo para proteger a los poderosos implicados, para después dejar mis afirmaciones en los pasillos del olvido, donde se archivan muchos procesos, como pasó con el señor Pizano en el caso Odebrecht. Yo ya abrí la boca y estoy en peligro”, afirmó Pinilla.
“Esos señores serán mis enemigos toda mi vida hasta el día de mi muerte. Y debo ser muy claro, no quiero suicidarme. No tengo agua con cianuro en mi casa. Tengo ganas y motivos para vivir, como mi hijo”, precisó Sneyder Pinilla, por si terminaran “suicidándolo”.
Y es que, como se sabe, la justicia adelantaba investigaciones para determinar si hubo sobrecostos en la compra de 80 carrotanques para La Guajira, cuando Sneyder Pinilla, exdirectivo de la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo y Desastres (UNGRD), resolvió entregar a la justicia los nombres de quienes están detrás de los aparentes “sobrecostos”, pero contó estos otros detalles que hacen parte del entramado corrupto que rodea a la Guajira.
Así como bola de nieve crece el “escándalo de los carrotanques”, en medio del justo temor de Sneyder Pinilla, quien ya confesó públicamente también su participación en la entrega de maletas, con miles de millones de pesos a estos altos congresistas.
Aunque Iván Name, presidente del Senado, y Andrés Calle, presidente de la Cámara de Representantes, salieron ya con comunicado a bordo, el ambiente en el país está encendido, políticamente.
¿Maletines a la vista, nuevamente?
El dinero, según los datos que sacó a la luz Pinilla, se entregó en tres maletas negras grandes, en fajos de billetes de 50.000 (con paquetes de 50 millones) y 100.000 pesos colombianos (con paquetes de 100 millones).
Y aseguró que el movimiento en efectivo que se hizo a Iván Name en dos viajes, a través de una persona enviada por el presidente del Senado. Estas revelaciones situaron a la consejera Sandra Ortiz como la “mensajera” para la entrega del dinero a Iván Name.
Y, en cambio, con Andrés Calle, explicó que fue el mismo Sneyder Pinilla, quien le dio la suma, en Montería:
“La plata me la entregan en efectivo y yo la entrego en efectivo a la persona que envía el doctor Name, y yo directamente se la entregó al doctor Calle” fueron las palabras del exsubdirector de la Unidad.
“Había afán por el tema electoral”, afirma Pinilla.
En el diálogo incluyó una ubicación temporal de la entrega de la plata, como parte también de una presunta estrategia de compra de votos que, además, habría sido orquestada en conjunto con Luis Fernando Velasco, ministro del Interior de Colombia, y Sandra Ortiz, la actual consejera presidencial para las regiones, quienes, según Pinilla, participaron en reuniones clave para la organización de este esquema.
“Bueno, es que ella era la mensajera, por eso es importante en el proceso. La doctora Sandra fue la mensajera para el tema de Name, para nada más. Fue la persona que Name destinó para que se hiciera la entrega”, manifestó. Cuando le preguntaron si ella había recibido la suma, Pinilla confesó: “Sí, claro”.
Al parecer, todo esto sucedió en octubre del 2023, antes de las elecciones territoriales que se efectuaron el domingo 29, del mismo mes.
Aunque no dio pormenores del día exacto, afirmó: “sí, era octubre. Había afán por el recurso, por el tema electoral “Ante la pregunta de Dávila de si el dinero era para las elecciones, afirmó que no sabía. “Me imagino, no sé, pero era un afán que tenían”.
Sneyder Pinilla también indicó cómo consiguió dicha suma, a través del contrato de los carrotanques, pero también dijo que el entonces director de la entidad, Olmedo López, le ordenó la operación.
“Es ahí cuando nace el contrato de los carrotanques, para poder entregarles a estas dos personas, al doctor Name y al doctor Calle… la orden de proveeduría se hace el 12 de octubre (2023), en un par de horas, Lo que yo hago es que le digo a un contratista que es de la Unidad: «Venga, hágame un favor, présteme 4.000 millones de pesos». Este contratista me presta los 4.000 millones, y son los que yo posteriormente entrego. Había un afán muy grande de entregar el recurso, pero yo no había encontrado la forma de hacerlo, claro, porque no teníamos el presupuesto”, explicó.
Sneyder Pinilla, no confesó quién era el contratista, aunque aclaró que estaba en la matriz de colaboración, en la que no se especificaron los nombres, pues éstos serían revelados a la justicia, en el marco del principio de oportunidad.
Este delicado testimonio pone en vilo la gestión de las Reformas en el Congreso, pues demostraría que todo está fríamente calculado y detrás hay una tremenda corrupción.
Corruptamente tramado.
Este escándalo también salpicaría a otros miembros del gabinete de Petro, como los ministros de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo; de Hacienda, Ricardo Bonilla; y de Minas, Andrés Camacho, aunque Pinilla no especificó cuál fue su participación exacta, en este asunto.
Pinilla ha manifestado su disposición a colaborar y revelar todo lo que sabe a cambio de un acuerdo de inmunidad total que le proteja de posibles represalias.
Su abogado, Gustavo Moreno, confirmó la búsqueda de un principio de oportunidad para su cliente, quien admite su culpabilidad, y está dispuesto a reparar el daño ocasionado por su participación en este entramado tan corrupto.
Name y Calle gozan de inmunidad parlamentaria y, mientras ocupen esos “honorables” cargos, no pueden ser ni tocados, más allá del escándalo y las pataletas nacionales de los políticos y demás colombianos indignados.
En unos dos meses largos que faltan, los congresistas serían intocables, y seguirán disfrutando de su sueldo y prevé das. Y luego del 20 de julio, podrían levantar vuelo, incluso internacional, y nada pasaría.
Por su parte, la Fiscalía y la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia tienen ahora un enorme reto, ante los colombianos. No solo deben buscar la forma de proteger a Pinilla, quien actualmente se encuentra en peligro, sino también el de esclarecer hasta qué punto llega la implicación de los mencionados funcionarios y congresistas en este caso de corrupción, que amenaza con sacudir hasta los cimientos del mismo gobierno Petro.