Por Lola Portela
A pesar de las marchas la reforma pensional pasó en el segundo debate del Senado.
La reforma a las pensiones fue uno de los temas para salir a protestar en las marchas, y los congresistas de la oposición se apoyaron en eso, para tratar de hundirla, pero no hubo eco en la práctica: en el voto final.
Y es que los liberales, La U, y los sectores “independientes” se mantuvieron firmes y atentos a complacer, con su voto, al gobierno de Petro, y no al pueblo. El mismo que los eligió.
Es importante recalcar que lo más delicado de la reforma pensional es que las cifras muestran que el pasivo pensional del país aumentaría en un 50% aproximadamente, y con la reforma, tendríamos un pasivo en casi 42 puntos del PIB, un valor presente neto más alto del que tendríamos, sin reforma a futuro. Explicado, para el lector, quiere decir que los jóvenes que hoy cotizan, no tendrán con qué pensionarse, pues el dinero ahorrado, por ellos, será beneficio para los viejos que no lograron pensión en el presente, porque no trabajaron.
Ayudar al viejo, es loable, pero no debe costarle ese precio al joven, en harás de lo que se plantea como “solidario”, y que en realidad es sacrificar la pensión de los que hoy cotizan. Esa es una realidad que tratan de adornar, con “falsa bondad”, para la izquierda quedar bien, ahora.
¿Sirven o no las movilizaciones?
Las movilizaciones fueron motivo del gran debate, pero no pasó de allí. Y aunque algunos mostraron cierta preocupación, y hubo hasta advertencias, la reforma pensional fue aprobada en el segundo debate del Senado.
Simplemente ya todo estaba escrito o pactado, con los de la “coalición”, o para que el lector entienda: los amigos “enmermelados” por el gobierno.
Vimos también cómo la estrategia de romper el quorum y dilatar el debate tampoco funcionó.
Le queda a Colombia claro que el gobierno Petro tiene el sartén por el mango. Por eso, nada raro que se dé, y aprueben, el llamado a una Constituyente.
Gustavo Petro tiene con qué, aunque no lo quieran ver. No se nos olvide que sus aliados son los liberales, los de la U y varios que se llaman “independientes”. La oposición a la hora del voto, no es suficiente, matemáticamente hablando, y se tiene que decir y advertir.
Sin embargo, todavía el Constituyente Primario tiene el voto popular a su favor, y puede decidir RECHAZAR, ya que lo que se viene, que es el debate, en el congreso y luego en las urnas, por el cambio de la Constitución.
Aunque, siendo pesimista, con la corrupción en Colombia, existe el muy alto riesgo de fraude, como ocurrió y ocurre en Venezuela.
No ocurrió así en Chile, allí ganó el “Rechazo” del pueblo, y no una, sino varias veces, y por eso ningún texto, ni el de la izquierda , ni el de la derecha resultó aprobado por el pueblo. Con lo cual el “caminar político” de Gabriel Boric tuvo que menguar y hasta cambiar, conforme a la voluntad del pueblo.
En Colombia, el panorama es otro: Gustavo Petro, tiene una enorme experiencia, y con sus estrategias y aliados puede ganar. No es bruto, como muchos lo creen, es astuto, está bien asesorado, y respaldado para el “cambio”.
Tan es así que, con su discurso, hasta cambia, orienta, la atención mediática. Y así pierden fuerza (mediática) las investigaciones, por las confesiones y acusaciones de su hijo Nicolás Petro, su hermano y demás, que hablan de su campaña electoral. La estrategia de la pluma de Petro lleva a que no importe renuncien los abogados de él y de Roa, por el rollo de los topes, y de si entró o no dinero del narcotráfico, hasta desvía la atención sobre el Juicio Político, y la orienta hacia Uribe, Mancuso, el ELN, y hasta el Volcán del Ruiz, para sacarnos de la órbita y llevar a hablar de luna, el tren volador o el cambio climático, etc.
Y es que el enfoque del “cambio” a veces desvía hacia la inseguridad del país, la crisis en la salud o cualquier otro asunto, no menos importante. Lo que el mandatario, o sus asesores, escriben en X, gira de una vez, la opinión y la atención de los medios, a donde le convenga, y hasta del público le sigue ese juego. Mientras, lo coyuntural del cambio avanza.
Por eso, quedó claro que, aunque el pueblo grite en las calles ¡Fuera Petro! Los del Congreso, “comprados o revendidos”, se hacen los sordos y votan por lo pactado.
Ya está cocinado y se viene la propuesta máxima y directa: el “cambio de régimen”, a través de una Constituyente. Y eso, ya está anunciado, por Petro, y será con el Congreso, o sin él.
Los pasos de gigante, visiblemente, ya están muy avanzados, aunque muchos todavía no lo crean. Y a muchos les importe más la entretención: fútbol, novelas y más subsidios, para vivir ¡sabroso! Y sin mayor esfuerzo.
