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En el 2024, alisten el bolsillo, sube la gasolina y además el ACPM

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El presidente Gustavo Petro anunció el último incremento del año en los precios de la gasolina y lanzó una dura advertencia para el bolsillo de los colombianos: a partir del próximo año este fluctuará según el devenir de los precios internacionales.

El jefe de Estado sostuvo: “Hemos logrado cerrar la brecha de precio y acabar el subsidio a la gasolina. Nos espera un último incremento y a partir de allí el precio fluctuará con los vaivenes del precio internacional”.

Subir el valor que los colombianos de a pie pagan por el combustible para sus vehículos particulares o motos era una apuesta que el mandatario había lanzado desde el comienzo del año, pese al impacto de esa determinación en la inflación, pero especialmente en la economía de cada hogar. 

Como si ignorara la afectación en la economía de los colombianos el presidente Petro, en su X dijo: “Agradezco la paciencia y buena voluntad de la capa poblacional que consume esta mercancía, el cierre de la brecha mejorará la estabilidad fiscal del Estado. Sugiero abrir los caminos de la transición de la movilidad hacia medios que no usen combustibles fósiles”.

El Gobierno de Gustavo Petro inició un incremento gradual en los precios de la gasolina desde octubre de 2022, según dijo, para equiparar el precio de ese hidrocarburo con el de los mercados internacionales, pues hasta antes del inicio de su gobierno el monto que pagaban los colombianos se mantenía estable, gracias al Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC).

El precio de la gasolina en Colombia, antes del ciclo alcista para cerrar el hueco del FEPC, estaba alrededor de 9.000 pesos. En la actualidad, está en promedio en 14.564 pesos por galón. Durante octubre, el Ministerio de Hacienda decidió hacer un pare, lo que fue entendido como una decisión ligada a la jornada electoral que se realizaba en ese mes, teniendo en cuenta que la medida le ha cobrado factura política al Gobierno. Pero desde algunas posturas técnicas, como la del centro de pensamiento económico Fedesarrollo, han reiterado que era la medida correcta, y que, por el contrario, esta nación se tardó mucho en tomar la decisión de incrementar.

De nuevo en diciembre, se volvió a suspender el aumento que venía siendo prácticamente  mensualizado. En parte, según explicó el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, para evitar un efecto en la inflación, pero también porque internacionalmente el precio de la gasolina ya no estaría en los niveles a los que pensaba llevarlos Colombia: 16.000 pesos.

Por eso, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, anunció el 12 de diciembre que durante este último mes del año no se aplicará otra alza al precio de la gasolina, pero que la correspondiente a este periodo del año sí se efectuará en enero. Lo que está detrás de esa decisión es que una subida más empujaría al alza la inflación total del año.

“Habíamos dicho que faltaban tres, ya se hizo uno, faltarían dos, pero creo que solamente necesitaríamos otro en enero”, sostuvo el ministro Bonilla durante una rueda de prensa que tuvo lugar el pasado martes.

Sin embargo, el alza venidera para el precio de la gasolina, en enero, no es la única puja que queda para el incremento de los precios de los combustibles: mientras 2023 fue el momento de elevar el costo de la gasolina corriente para los particulares, 2024 será el momento elegido por el Gobierno para aplicar la misma medida con el ACPM.

Esa determinación ya tiene al gremio de los camioneros con los ánimos crispados, frente al temor en la rentabilidad de transportar los alimentos, dados los altos costos de operación, lo que también repercutirá en la inflación y por su puesto en la canasta; en el bolsillo familiar en el 2024.