Colombia, en números rojos porque el PIB decrece, no hay inversión y hay propuestas de Petro que asustan a varios sectores con la regla fiscal.
Las cifras son preocupantes: la construcción (-8 %), la industria manufacturera (- 6,2 %) y el comercio (-3,5 %) fueron los sectores más castigados, según el Dane.
Son datos que preocupan y tienen nerviosos a distintos sectores de la economía nacional y que se conocieron este miércoles, 15 de noviembre, cuando el Dane reveló que el producto interno bruto (PIB) decreció un 0,3 %, sumando ya dos trimestres en rojo.
Mejor dicho no hay crecimiento ni inversión. Es una situación que no se veía desde la pandemia y menos desde hace 24 años, cuando el país vivió una de sus peores crisis económicas.
Una cifra que tomó a varios por sorpresa y a otros no, ante las constantes advertencias para reactivar la economía y evitar una debacle.
En el tercer trimestre la contracción de la economía tomó por sorpresa al Banco de la República, que había anticipado en octubre un crecimiento leve del 0,4% para este periodo, en sintonía con los pronósticos de otros bancos y centros de pensamiento, que oscilaban entre el 0,1 y el 0,7%.
Sorpresa hasta para los gremios
Solo en el noveno mes del año, según el Índice de seguimiento a la economía (ISE), la economía cayó en un 0,1 %. Y los sectores que lo impulsaron: industria, comercio y construcción, que parecen continuar en el letargo.
Sin embargo, la reciente Bitácora Económica de los comerciantes indicó que octubre fue un mes malo para ellos, pues ni siquiera el Halloween, ni la semana de receso escolar movieron las registradoras.
La construcción (-8%), la industria manufacturera (- 6,2%) y el comercio (-3,5%) fueron los sectores más castigados.
Según un comunicado del Dane la administración pública (5,2), las actividades artísticas (4,9%) y explotación minera (3,5), crecieron.
El sector de la construcción ya venía advirtiendo, esa caída, por ser uno de los más sensibles por la situación que vive el país.
Durante el Congreso Colombiano de la Construcción, la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), a través de su sistema de información, Coordenada Urbana, reveló que entre enero y septiembre del presente año se registró una reducción de ventas de 92 mil viviendas, de las cuales 73 mil corresponden a viviendas de interés social (VIS).
La situación no solo afecta a las constructoras, pues millones de propietarios mantienen sus propiedades en venta, generando gastos continuos.
Y es que las ventas de viviendas en Colombia han experimentado una dramática disminución del 48%, el mercado de alquiler se perfila como una tendencia en crecimiento.
Los consumidores prefieren destinar su dinero a la canasta básica, porque esta también se disparó con el impuesto saludable a alimentos altos en grasas, azúcares y sodio. Además, ha sido una categoría muy perjudicada por el alza del dólar, teniendo en cuenta que la mayoría son productos importados.
El sector manufacturero también ha sido golpeado y está frenado, a pesar de seguir aumentando el personal ocupado, con la esperanza de una recuperación; la industria registró una reducción en ese sentido, de 0,9 % en el mes de agosto.
En definitiva la situación económica de Colombia se siente en el bolsillo de todos, no se escapa nadie.
