El Ministerio de Hacienda defendió nuevamente el proyecto de reforma pensional que hace tránsito en el Congreso de la República, y que establece que los aportes de afiliados que devenguen hasta tres salarios mínimos lleguen a Colpensiones, y de ese monto en adelante, a los fondos privados.
El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla González, reiteró, en ese sentido, que el umbral de tres salarios mínimos que propone el concepto fiscal de esa cartera y presentado hace pocos días, señala que el ahorro pensional del régimen contributivo solo alcanzará hasta el año 2070.
“Si hay algo que genera costo fiscal no es el sistema de pensiones sino el subsidio a la vez en el pilar solidario. Esas dos cosas no hay que confundirlas”, aseguró el funcionario.
Por ello, el ministro insistió en que, para ese año más o menos, se necesita hacer otra reforma pensional. “Después del 2070, el fondo de ahorro va a sufrir lo que les pasa a todos los fondos de ahorro: que comienza a agotarse, y si no se hace otra reforma en 2070, en el 2100 tendremos déficit total”, afirmó.
Bonilla González recordó que el modelo de pensiones arrancó en 1965 con el antiguo Seguro Social y se reformó con la Ley 100 de 1993, pero para ese momento aún tenía reservas.
“Pero con la Ley 100, los fondos se llevaron masivamente la gente (los afiliados) y el ISS quedó con los pensionados y sin afiliados, y poco a poco se acabó la plata. Después el Estado comenzó a poner la plata de lo que le falta a Colpensiones”, sostuvo.
Y agregó que hoy, 28 años después de la Ley 100, “estamos viendo que hay que hacer otra reforma porque el sistema actual no funciona, y el arbitraje no ha servido porque en la práctica la expectativa de pensionarse en Colombia en los próximos 10 años está en Colpensiones, no en los fondos”.
Sin embargo, es claro que los colombianos ya conocen las diferencias entre un Fondo Privado, como Porvenir, y Colpensiones (fondo púbico):
Se refiere el ministro a que, según él, en los fondos privados de pensiones hay 1’8 millones de personas en los últimos diez años, eso es el 10% de sus afiliados. En Colpensiones hay 2,1 millones de personas, eso es el 30% de sus afiliados. “Entonces, ¿Dónde está la expectativa de pensionarse? Aquí (Colpensiones), y se han venido 85 billones desde los fondos a Colpensiones. Este año terminarán de llegar 13, quiere decir que han llegado $98 billones desde los fondos a Colpensiones”.
El ministro de Hacienda planteó la pregunta: “Si no hacemos la reforma, ¿qué es lo que va a ocurrir? Que masivamente la gente se va a venir a Colpensiones y la reforma tiene el propósito de eliminar ese arbitraje y organizar ese traslado”.
Por eso, el ministro dice: confió en que el Congreso de la República aprobará el proyecto de reforma pensional que ya fue aprobado en primer debate en el Senado de la República.
Con todo y esa explicación lacónica, pero para “convencer”, el ministro de Hacienda no habla de la seguridad que sienten los ciudadanos que se decidieron por los Fondos Privados, dado el mal manejo que el gobierno le dio al Seguro Social, hoy Colfondos, o el fracaso, el fraude de la Caja de Compensación Nacional.
El rendimiento a capital del ahorro que hacen los empleados; sumados al pago que hacen las empresas, es el resultado de tener un dinero para pensionarse. Con las inversiones que hacen los Fondos se brinda la seguridad (al empleado o a quien ahorra independientemente) de que el capital para su pensión se desvaloriza, mientras llega la edad de pensionarse, y durante el periodo de vida del pensionado. Un tema del que no habla el Estado, pero si plantea con ese dinero subsidiar a quien nunca ahorro para la vejez.
El Estado sólo sabe gastar, no produce o fortalece capitales, esa es la diferencia entre Colfondos y los Fondos Privados. Y el capital de las pensiones NO ES DEL ESTADO. Es del trabajador, que lo ahorra. Y por eso debe tener la libertad de elegir quién lo maneje. No ser obligado a ponerlo en manos de Colfondos.
Y es que los malos manejos del anterior Seguro Social, o del hoy Colpensiones, no los debe pagar un empleado que ha hecho sus aportes mes a mes.
Por otra parte, si el Gobierno desea favorecer a quienes nunca ahorraron, para su vejez, debe buscar otro mecanismo, de subsidio, no desmejorar o poner en peligro, en riesgo el capital y el futuro de quienes sí lo han construido: ahorrando. LAS PENSIONES NO SE EXPROPIAN, y no deben pagar más impuestos, pues ese dinero ya pagó los descuentos correspondientes. Tampoco es justo que el gobierno ahora pretenda “obligar a los trabajadores” a poner su dinero, donde desde un principio, no sintió seguridad: Colfondos.
“La propuesta pensional de Petro implica empeñar el futuro fiscal del país y por tanto de la próxima generación de colombianos. Generaría una caja en el corto plazo para el Gobierno, que sería insuficiente para cubrir la transferencia propuesta a los no pensionados, y un déficit fiscal y del sistema pensional creciente en el tiempo e insostenible”, consideró José Ignacio López, director de Investigaciones Económicas de Corficolombiana.
Según él, la reforma le agregaría $407 billones al ya de por sí alto déficit de Colombia, durante los próximos 50 años. Una cifra que equivale al 30% del PIB hoy en día. “Repensemos el sistema de protección a la vejez, pero sin comprometer el futuro del país”, añadió.
La Política Social de Gustavo Petro tiene un precio y es alto, pero ese valor lo debe construir él, con su equipo, no sacarlo del bolsillo pensional de quienes han construido país, y ahorrado para pensionarse, durante años.
Por eso, el Ministro de Hacienda hasta se adelanta a pronosticar la necesidad de otra reforma para el 2070, pues lo que pretenden es gastarse el dinero de los ahorros pensionales para luego pensionar como les parezca, y a quien les convenga.
El país no es tan bruto. Ojalá los Congresistas estén del lado de la sensatez del pueblo.