La decisión de Israel de “detener las exportaciones de seguridad a Colombia”, tal como lo anunció este domingo Lior Haiat, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, impactará de manera negativa a las Fuerzas Militares colombianas.
“Si hay que suspender las relaciones exteriores, las suspendemos. No apoyamos genocidios”, anunció Gustavo Petro.
Y, por su parte, el Canciller Álvaro Leyva también pone en punto peligroso las relaciones con Israel, pues en su cuenta le dice al embajador de Israel que debe “mínimo pedir excusas e irse”. Leyva dijo además que: “la historia de la diplomacia universal consignará como hito la patanería insensata del embajador de Israel en Colombia para con Gustavo Petro”.
Lo delicado del asunto es que Israel, hasta ahora, ha sido uno de los grandes aliados del país en cooperación y lucha contra el terrorismo, así como proveedor de armamento y, ante todo, del mantenimiento de los 12 aviones Kfir, usados en la defensa de la soberanía nacional.
Sin el apoyo de Israel, Colombia prácticamente se queda sin capacidad estratégica, pues los israelíes son los únicos que tienen la experiencia para mantener esas aeronaves. Por eso, el exministro de Defensa Diego Molano advirtió:
“Con la ruptura de esta relación, el gobierno de Colombia pone en riesgo la protección de su seguridad nacional por los contratos existentes con Israel”.
Para los expertos la crisis diplomática causada, en primera instancia, por Gustavo Petro es premeditada. Dado que Israel tiene una gran cooperación con Colombia en temas relevantes de defensa:
La licencia para producir los fusiles galil del ejército de Colombia es israelí; con ellos se combate al ELN y las FARC.
Las pistolas que usa la Policía Nacional también se fabrican, en INDUMIL, con licencia Israelí.
Varios temas de ciberseguridad e inteligencia, para identificar movimientos de los grupos guerrilleros como las FARC y el ELN, y demás bandas criminales, están en el marco de esa alianza con Israel.
Los drones para combate, los repuestos de los helicópteros y aviones kfir que se utilizan para combate, son de origen israelí.
Al romper relaciones con Israel el nivel de seguridad de Colombia, a través de las FFMM queda en jaque. Y la opción de realizar nuevos convenios y contratos con otros países, tiene su proceso hasta de años.
Se estaría vulnerando la seguridad nacional en todos los territorios. Bien es sabido que las guerrillas y otros grupos al margen de la ley, ya tienen el control total de varios de los 1.200 municipios del país.
Recordemos que la Defensoría del Pueblo de Colombia identificó recientemente que 286 municipios están en riesgo alto, 184 en medio y 93 en bajo, que sumado con lo de riesgo extremo, representan 676 municipios advertidos en 2023, según las alertas de la entidad.
Y en este mapa de riesgo se registran, en rojo, las zonas dominadas por los grupos subversivos:
Si bien es muy peligroso poner al país en jaque en materia de seguridad, también el suspender las relaciones con Israel tiene implicaciones económicas.
Cabe anotar que el año pasado el comercio entre Colombia e Israel sumó más de US$1.200 millones.
Colombia es todavía, por fortuna, un país con democracia. Entonces la pregunta para el Congreso de la República, para la Comisión de Acusaciones, para el pueblo mismo y para las mismas FFAA, que son quienes ponen los muertos: ¿Puede Gustavo Petro poner la seguridad del país en peligro? ¿Qué dice la Constitución al respecto?
