Esa respuesta la desean muchos, especialmente quienes están en la zona de conflicto.
Los bombardeos han forzado a miles de personas en Gaza a huir de sus hogares y se estima que el número de desplazados desde el 7 de octubre es de al menos 200.000, cerca del 10% de la población.
Los continuos bombardeos israelíes en respuesta al ataque de Hamás del 7 de octubre generan un creciente pánico y desesperación en Gaza.
Más de 1.000 personas, entre ellas 290 niños, han muerto en este territorio palestino desde el comienzo de las represalias israelíes.
Las autoridades israelíes dijeron, por su parte, que el número de muertos en Israel superó los 1.200. Y cientos de niños y mujeres están desaparecidos; se presume que siguen secuestrados.
En la crueldad y el odio enfermiso por los judios, los terroristas de Hamás, han enviado videos a los familiares, donde muestran que violan y torturan a los secuestrados.
Entre tanto en Gaza unos 175.000 desplazados se refugiaron en 88 escuelas de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA), según informó la organización. Sin embargo, las cifras de desplazados aumentan constantemente y la ONU, manifiesta no dar abasto.
“Las escuelas de la ONU en Gaza que sirven de refugio desde el 7 de octubre están en su máxima capacidad”, le dijo en una entrevista a Prensa Llanera Juliette Touma, directora de comunicaciones de la UNRWA, que tiene su base en Jordania.
“Algunas familias se han refugiado también en otras instalaciones de la UNRWA. Aún en las escuelas de la ONU los desplazados no están totalmente seguros”, agregó.
Y, nos narra que dos escuelas de estos centros se vieron afectadas por ataques aéreos y 16 desplazados internos que se refugiaban en una escuela de UNRWA resultaron heridos, dos de ellos de gravedad, como resultado de un ataque aéreo cercano.
Ya son 20 las instalaciones impactadas por el conflicto desde el 7 de octubre, señala la agencia.
Cabe anotar que el personal de la agencia de la ONU trabaja día y noche para responder a las necesidades de los desplazados.
La UNRWA tiene más de 5.300 trabajadores en Gaza que administran éstos albergues.
La agencia también confirmó que 11 funcionarios ha muerto desde el inicio de los bombardeos israelíes.
“Muchos de nuestros trabajadores desplegados para ayudar a los desplazados también se han visto afectados”, afirmó Touma, la directora de comunicaciones de la UNRWA.
“Sabes que son residentes que apoyan esta labor, ellos mismos ya perdieron sus hogares y son desplazados”, se refiere a los funcionarios locales.
La UNRWA es la agencia más grande de la ONU en Gaza, y la entidad tiene presencia en el lugar desde hace más de 70 años.
Está es una zona de conflicto, por eso muchos de sus trabajadores han pasado por otros conflictos con Israel, pero aseguran que el actual no tiene paralelo.
“Para algunos de los trabajadores es la séptima vez que viven un conflicto. Pero dicen que el nivel de devastación no tiene precedentes”, nos explica Touma.
“Están realmente asustados, temen por sus vidas y las de sus hijos, por lo que les deparará ya no el siguiente día, sino la siguiente hora”.
Y agrega: “Un trabajador de UNRWA en Gaza me dijo: “Tengo miedo de que este sea el final para mí y para mi familia”.
Al preguntarle: ¿Y la opción de evacuar a todo el personal?, guardó silencio. Luego dijo: “Sabes que esta es la misión: proteger en terreno a los civiles”.
La guerra tiene sus protocolos internacionales, y quienes, por trabajo, hemos tenido que enfrentar los conocemos. Sin embargo, el ataque terrorista por parte de Hamás, contra Israel, fue tanto brutal, como sin precedentes. Atacaron, asesinaron, violaron y hasta decapitaron, en sus propias casas, su mismo hogar a muchos. Y no les importó nada, su ataque fue de forma directa, contra civiles y personas indefensas.
Por eso, el país vive ahora el peor ataque en más de 50 años de historia. “Hamás quiere borrar a Israel del mapa”, explicó el embajador en Colombia, Gali Dagan.
Y, el diplomatico tiene razón, los bombardeos y el ataque de Hamás, no para, pero la defensa de Israel también es contundente.
El ataque, sin precedentes, que el ejército israelí llamó: “nuestro 11 de septiembre”, haciendo referencia a la ofensiva de al Qaeda contra EE.UU. en 2001. Estuvo enmarcada en Israel con una lluvia de 5000 cohetes, ese fue el despertar de Israel en la mañana del sábado.
Poco después, numerosos grupos de combatientes de Hamás -una organización calificada como terrorista por Israel, Estados Unidos, la Unión Europea, Reino Unido y otras potencias- se agruparon en varios puntos de la frontera para penetrar una zona fronteriza que se creía impenetrable.
“Fue un ataque altamente sofisticado. Atacaron por aire, tierra y mar”, narra Ian Parmeter, historiador e investigador del Centro de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Nacional de Australia.
“Es un ataque que seguramente llevó meses de planificación y muchos en Israel y el mundo aún estarán preguntándose: ‘¿Cómo es posible que la inteligencia de Israel no lo haya previsto?’”.
“Distraídos y relajados”
Este ataque sin precedentes se produce un día después del 50 aniversario del ataque sorpresa contra Israel de Egipto y Siria en 1973, que inició una guerra en Oriente Medio conocida como Yom Kipur.
La importancia de la fecha seguramente no habrá pasado desapercibida para los dirigentes de Hamás.
Los ataques de este fin de semana también coincidieron con el Simjat Torah, que se celebra al concluir la festividad judía de Sucot, que dura una semana y es similar al periodo navideño cristiano.
“Ocurre al final de un periodo festivo, por lo que muchos israelíes estaban distraídos y relajados“, dice Ian Parmeter.
“El ejército israelí también estaba mucho más concentrado en las dificultades en Cisjordania y le tomó tiempo trasladar a su personal al sur del país, para defender a las poblaciones que estaban siendo atacadas”, explica el historiador.
Y durante la semana llegó la escalada de bombardeos bélica que en territorio israelí ha dejado más de 1.200 fallecidos, y en la Franja de Gaza unos 1.100. Y el ejército israelí aún combate con milicianos palestinos armados en varias localidades del sur.
Por su parte, no ha trascendido nueva actualización sobre los combatientes de Hamás que han muerto durante estos cinco días de enfrentamientos. “Estamos ya en medio de la campaña, pero esto solo es el principio”, advirtió el primer ministro, Benjamin Netanyahu.
Y agregó que “el ejército usará toda su fuerza para destruir las capacidades militares de Hamás”, organización que gobierna la Franja de Gaza desde 2007, prometió el mandatario, urgiendo a los palestinos a salir del territorio.
Es claro que no se sabe la fecha del fin de esta guerra.
