Bernardo Arévalo, presidente electo de Guatemala, denuncia un proceso de “golpe de Estado a cámara lenta” en su contra.
“La intención es clara: quieren retrasar o impedir mi investidura como presidente”, estima Arévalo, que, sin embargo, garantizó al público que no tiene “ninguna duda” de que asumirá el cargo, aunque sea “un camino lleno de baches”. El político de 64 años desconoce si la primavera que promete tendrá éxito.
“No sé si lo lograremos y seremos nosotros los que consigamos romper el ciclo de corrupción, y si esta va a ser la primavera definitiva, permitiendo que el país prospere”, reconoció: “Tal vez fracasemos y haya otro intento de golpe de Estado”. Recalcó: “si fallamos… creo que lo que no podemos hacer es no intentarlo”.
Bernardo Arévalo, es un académico que lleva a la izquierda al gobierno de Guatemala 75 años después.
Y es que por primera vez en 75 años, la derecha no gobernará en Guatemala tras la victoria del centroizquierdista Bernardo Arévalo con una agenda anticorrupción, de nuevos derechos y de seguridad sin gatillo fácil, logró convencer a los votantes que lo eligieron.
El socialdemócrata Bernardo Arévalo es del Movimiento Semilla y logró pasar la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, después de librarse por poco de la persecución política, y constituye una esperanza contra el deterioro de la democracia en Guatemala.
El presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo, frente a las manifestaciones y bloqueos dijo en Washington que: “su país vive una transición incierta; parece un golpe de Estado a cámara lenta”.
El llamado al paro nacional lo realizó este domingo el Comité de Desarrollo Campesino (CODECA) a través de su cuenta de Twitter. El movimiento pide plantear el proceso de Asamblea Constituyente Popular y Plurinacional. La Asociación de Estudiantes Universitarios Oliverio Castañeda de León también se sumó a las protestas desde la ciudad de Guatemala.
Y por tercer día consecutivo, las calles y rutas de Guatemala se llenaron de cientos de organizaciones indígenas y campesinos que protestan contra las medidas de la Fiscalía de las últimas semanas, con las que intenta impedir que el presidente electo, Bernardo Arévalo de León asuma el poder.
Frente al aumento de las protestas el gobierno actual expidió el siguiente comunicado:
Al menos 21 puntos del país están bloqueados, con cientos de vehículos frenados en al menos 14 rutas, impidiendo el libre tránsito. La mayoría de las concentraciones se dieron en las provincias de Totonicapán y Quetzaltenango, en el noroeste.
Cuando Arévalo emergió victorioso en las elecciones presidenciales el 20 de agosto, el líder socialdemócrata comprendió que el camino hacia el cambio no sería fácil, anticipando una resistencia que podría provenir de actores poderosos. En una declaración realizada en el Wilson Center, un destacado foro no partidista, Arévalo compartió su conocimiento sobre los desafíos que enfrentaría en su mandato.
Desde la primera vuelta electoral que se realizó en junio, Arévalo y su partido, Semilla, se han convertido en un objetivo de las acciones legales de la fiscalía. La Fiscalía ha argumentado que existen anomalías en la inscripción del partido en 2017, lo que ha llevado a solicitar la suspensión del movimiento. Este escenario ha inyectado aún más complejidad y controversia en el proceso político guatemalteco.
También, otro grupo de autoridades indígenas mantiene una concentración frente a la sede de la Fiscalía, en la Ciudad de Guatemala, que ya lleva casi 24 horas.
La organización campesina de los 48 cantones de Totonicapán exige a cambio de un desbloqueo de las rutas la renuncia de la Fiscal General, Consuelo Porras y de la cúpula del Ministerio Público, por las acciones judiciales de los últimos meses.
“Esta es una manifestación en contra de la corrupción, queremos que renuncien todos los que están cometiendo esta injusticia en contra de la democracia”, declaró Víctor Vásquez, miembro del grupo.
Mujeres vecinas de estas zonas apoyaron los reclamos de las organizaciones brindándoles alimentos y ayuda logística para que puedan continuar con sus acciones.
Entre tanto el mundo tiene los ojos puestos en la democracia de Guatemala.