El informe anual elaborado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) indica que, en 2022, 18,3 millones de colombianos padecieron niveles de pobreza monetaria.
El estudio resalta que 1,3 millones de personas salieron de esa condición el año pasado.
De esa manera, los alarmantes niveles de precariedad se reducen muy poco en Colombia, sólo un 3% menos que en 2021.
La medida, que tiene en cuenta el costo para adquirir una canasta básica de 2.100 calorías diarias y costear los servicios básicos, sigue resaltando un problema crónico para millones de colombianos que no alcanzan aún condiciones de vida mínimamente dignas.
El DANE entiende como pobre a una persona que dispuso de menos de 396.864 pesos mensuales (poco más de 100 dólares) para vivir. El informe se apoyó en nuevos parámetros de medición para alinearse con las guías de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Se trata de nuevas capas analíticas para detectar las privaciones y caracterizarlas dentro de realidades específicas.
La directora de la entidad, Piedad Urdinola, acudió al ejemplo hipotético de una familia de tres integrantes, con una madre cabeza de familia que trabaja como empleada doméstica al igual que su hija. Entre las dos suman ingresos mensuales por 1.160.000 pesos para llevar a casa. “En este caso tenemos un hogar en situación de pobreza monetaria, pues a cada uno de los integrantes, contando un bebé, le corresponde 386.660 pesos para alimentación, vivienda y otros artículos de primera necesidad. Es decir, por debajo de la línea establecida en 396.864 pesos por persona en 2022″.
La incidencia de pobreza monetaria a escala nacional en 2021 fue del 39,7%, mientras que para 2022 fue del 36,6%. Se trata de una variación de casi tres puntos porcentuales condicionada por la reactivación de la esfera laboral tras la parálisis generada por la pandemia.
Sin embargo, también es un resultado menos alentador que el reflejado en la encuesta presentada en mayo pasado sobre pobreza multidimensional en 2022, que no solo revisa los ingresos de las personas sino que hila en el mismo análisis ciertos aspectos de las condiciones de vida, como el tipo de baño que usa una familia o su acceso a la educación. En ese caso, el DANE cuantificó una caída similar del porcentaje de población con carencias materiales graves, pues pasó del 16% en 2021 a 12,9% el año siguiente. A pesar de haber sido el mejor dato en el histórico, dejaba un panorama de 6,6 millones de colombianos asfixiados por todo tipo de carencias.
Además, empeoró la pobreza monetaria extrema. Se trata de un problema aún más profundo, pues cuenta la capacidad individual de compra de una canasta aún más básica, se ubicó en 198.698 pesos. En esta medición hubo retroceso en las tasas de una décima al pasar de 13,7% en 2021 a 13,8% en 2022.
Así que cerca de siete millones de personas padecieron una situación de pobreza extrema el año pasado en Colombia, según las cifras oficiales.
130.907 habitantes se sumaron de un año para otro a un segmento marcado por la imposibilidad de acceder a prestaciones básicas en su vida cotidiana.
Según el órgano estadístico, entre las veinte ciudades comparadas la de peor comportamiento es Cartagena de Indias, que tuvo un aumento de 25.203 habitantes en ese escalón de insuficiencia extrema de ingresos. Las otras dos urbes del país con un indicador similar fueron Montería y Sincelejo, también en la costa Caribe.
Por último, Piedad Urdinola explicó que el coeficiente Gini en ingresos, que es un instrumento para medir la desigualdad y en el que Colombia siempre queda mal parada, cayó ligeramente a 0,556 desde el 0,563 registrado en 2021 (a mayor valor, peor distribución de la renta).
Es un panorama que reta tanto a los nuevos gobernantes regionales, como al gobierno de Gustavo Petro, pues la paz gira también en torno a la seguridad de inversión empresarial que un país ofrezca, en medio de un mundo globalizado de avanzada hacia el desarrollo social, desde la estabilidad individual y en cuanto a calidad de vida del entorno.
Sin embargo, Colombia no ofrece ese orden público, esa seguridad interna, para darle garantías a inversiones de capital, en los diferentes sectores de desarrollo.
Desplazamiento y confinamiento forzados agudiza la pobreza
Según la Defensoría del Pueblo de Colombia para este primer semestre del 2023 se registraron 68 eventos de desplazamiento forzado masivo en el país, 9280 familias y 24.771 personas fueron las afectadas; el departamento de Nariño, el más golpeado, con 26 desplazamientos masivos. El 81% ocurrió, además de Nariño, en Chocó, Cauca y Valle del Cauca.
Además, 92 eventos de confinamiento se presentaron en Colombia, 70 tuvieron lugar en Chocó. Los restantes sucedieron en Arauca, Cauca, Valle del Cauca, Nariño y Bolívar.
La pobreza tiene muchos matices, pero las causas principales son el desempleo, los conflictos internos, caso de Colombia. Unido a ello, la alta vulnerabilidad de determinadas poblaciones, por no brindarles la salubridad que merecen, con ello vienen las enfermedades.
Sin desligar que la situación regional desesperante, no sólo conlleva al desplazamiento interno (dentro de su país), sino motiva a la migración, cruzando fronteras hasta de forma ilegal. Desean encontrar una nueva esperanza; lejos de su entorno natal, donde se les vulnera, hasta el derecho a comer dignamente, además de su integridad o seguridad personal.