La SuperSalud ordenó intervenir la EPS por el progresivo deterioro financiero de la entidad y el alto volumen de quejas que interponían los usuarios sobre la prestación del servicio.
Se llenó la copa con Famisanar y la Superintendencia Nacional de Salud ordenó la intervención forzosa de la EPS.
Solo en el primer semestre de este año, el volumen de quejas llegó a las 60.000, según la Superintendencia.
¿Qué viene ahora?
Según la información suministrada por la Superintendencia, la intervención será por un año. El objetivo es aplicar de inmediato las medidas necesarias para la atención de 3.049.712 afiliados que tiene la EPS en 21 departamentos del país.
La apuesta es que los usuarios no tengan tantos traumatismos en la atención mientras se implementa la intervención de la SuperSalud.
La mayor parte de los usuarios de Famisanar se ubican en los departamentos del centro del país. De hecho, Bogotá y Cundinamarca concentran el 77 %. Con menores porcentajes, hay usuarios en Santander (4,46 %), Boyacá (4,34 %) y Tolima (2,92 %). Pero además, hay colombianos que reciben su servicio de salud a través de esta EPS, en otras zonas, como Atlántico, Bolívar, Caldas, Cesar, Huila, Magdalena, Meta, Nariño, Quindío, Risaralda y Valle del Cauca.
Ulahy Beltrán López, superintendente de salud, dijo que “antes de tomar la decisión de la intervención forzosa realizaron toda una evaluación minuciosa, para establecer la realidad del desempeño administrativo, financiero, jurídico y técnico-científico de la EPS”.
Al final de esa lupa llegaron a establecer que “Famisanar no está cumpliendo con su objeto social”.
A ello se le agrega el alto riesgo de insolvencia, lo que pone en riesgo su capacidad de responder por las obligaciones adquiridas con los acreedores.
Nombran agente interventora
Famisanar llegó al punto rojo, con un incremento de sus pasivos por más de 140% desde 2021, dijo la entidad de vigilancia.
En diciembre de 2022, por ejemplo, la EPS reconoció pasivos de vigencias anteriores que se acercaban al billón de pesos ($ 758.671 millones exactamente). Y eso que, según la SuperSalud, “reportaban información inconsistente, con fallas de calidad y transparencia, lo que impidió el ejercicio de las funciones de inspección y vigilancia”.
Otra de las situaciones detectadas por la Supersalud es que la EPS Famisanar, “al cierre de la vigencia 2022 presentó una siniestralidad de 119% —es decir, por cada $ 100 que recibió, gastó $ 119—, indicador de dudosa confiabilidad por el reconocimiento inoportuno de cuentas por pagar y costos por Reservas Técnicas por $ 602.370 millones”, señaló la entidad.
Ahora, para hacer efectiva la intervención y tratar de enderezar el camino, la SuperSalud escogió a un agente que tendrá a su cargo la administración financiera. Se trata de Sandra Milena Jaramillo, quien tomó posesión de inmediato, para evitar que se afecte el derecho a la salud de los colombianos afiliados a Famisanar.
Cifras escalofriantes
Más allá de las deudas y falta de liquidez de la EPS, hay que señalar que los efectos sobre el bienestar y la vida humana son una de las razones de peso para la intervención.
Según las estadísticas de la SuperSalud, en el proceso de verificación de las anomalías, previo a la intervención, se pudo establecer un incremento de 20% en el reporte de los casos de cáncer en menores de 18 años durante el primer cuatrimestre de 2023.
Y no es todo. Según el ente de vigilancia, “se registró la notificación de 6 casos de mortalidad materna hasta la semana epidemiológica número 20 de 2023, lo cual no evidencia avances significativos en la tendencia y el cumplimiento de las metas del Plan de Desaceleración para la Reducción de la Mortalidad Materna”.
Con la intervención, la SuperSalud confirmó a Prensa Llanera que no habrá cambios para los usuarios. “Podrán pedir las autorizaciones habituales y la atención la prestarán los mismos médicos en los mismos lugares”.