El miércoles 13 de septiembre 20 personas que conformaban una comisión de investigación de la Fiscalía, la Procuraduría y la Defensoría vivieron un momento de angustia, cuando el helicóptero fue atacado e impactado desde tierra. Las entidades se dirigían a Tierralta, Córdoba, para investigar el caso de hostigamientos y amenazas a varios campesinos de la vereda Bocas del Manso. Hechos que, según un comunicado del Ejército Nacional, fueron ejecutados por un grupo de soldados del Ejército Nacional.
El mayor general Luis Mauricio Ospina Gutiérrez, comandante del Ejército Nacional, reveló en una reciente rueda de prensa que quiénes estarían detrás del ataque al helicóptero del Ejército que transportaba a una comisión de la Procuraduría, Fiscalía y Defensoría para investigar hechos en Tierralta, Córdoba.
El helicóptero tuvo que aterrizar de emergencia en Carepa, Antioquia.
En la mañana de este jueves, luego de una reunión de los altos mandos militares, el comandante del Ejército, general Luis Mauricio Ospina, aseveró en una rueda de prensa en la Brigada 11, a la que pertenece el Batallón de Infantería 33 Batalla de Junín, al cual pertenecían los soldados que intimidaron y atacaron a los campesinos de Tierralta, que el hostigamiento, a la comitiva de investigación, fue autoría del Clan del Golfo.
Al respecto el comandante Ospina Gutiérrez explicó que: “Ese sector donde fue impactado el helicóptero es un corredor del narcotráfico, y teniendo en cuenta eso, activamos la inteligencia técnica con la que se pudo establecer que el Clan del Golfo se adjudica el hecho, situación que, una vez fue conocida, se dio por parte del Comando de la Séptima División o se entregaron las pruebas a la Fiscalía General de la Nación”, reveló.
En la comunicación, también agregó: “desde primera hora estamos listos para hacer ingreso al área, como tal, para acompañar a las comisiones que no pudieron ingresar el día anterior, que es Fiscalía, Procuraduría y la Justicia Penal Militar, para, en cabeza del comandante del batallón, estar allí facilitando, como ha sido un compromiso desde el consejo de seguridad del día anterior (aquí mismo en Montería) de acompañar todas las diligencias, entregando los medios y facilitando los temas de seguridad”, precisó Ospina Gutiérrez.
También dijo que: “Son diez los militares comprometidos, quienes se alejaron de la política institucional, los postulados del Ejército Nacional, las leyes, la doctrina, las normas y el marco constitucional, según lo que hasta el momento se ha podido identificar”, anunció el alto mando desde Montería.
Así las cosas, los supuestos responsables de las amenazas que recibieron los campesinos de Tierralta no podrán ni portar armas: “Como comandante del Ejército Nacional he tomado la decisión de retirarles la confianza y responsabilidad de portar las armas de la República y, adicionalmente, para los mandos, separarlos de alto ejercicio de la dignidad del comando y control de la unidad militar, ordenando que no podrán ejercer ningún tipo de liderazgo operacional ni de inteligencia militar”.
Frente al desarrollo de las investigaciones, el general Ospina anticipó que las conductas disciplinarias serán asumidas por la Procuraduría, mientras que la Justicia Penal Militar abrió una investigación por el delito de abuso de autoridad especial, en averiguación de responsables.
El General Luis Mauricio Ospina Gutiérrez Comandante del Ejército Nacional
También advirtió: “En igual sentido y al no tratarse de actos del servicio con ocasión y razón del mismo, este comando entiende que, según el artículo 250 de la Constitución Política de Colombia, el ente que adelanta el ejercicio de la acción penal es la Fiscalía General de la Nación”.
Precisó también que se dispuso de todos los medios y las coordinaciones directas en colaboración armónica con la Defensoría del Pueblo, Personería Municipal y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), “para garantizar el restablecimiento de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, población vulnerable y demás habitantes del lugar”.
Aunque ya hay 10 sindicados, militares, hay muchos detalles extraños, para el público, según lo exponen en las redes.
Por esta razón, Prensa Llanera habló también con expertos sobre el tema.
Y en primer lugar, se evidencia que los sujetos se presentaron, ante esa población, como disidencias de las Farc, así lo registra el video realizado por las mismas víctimas involucradas.
Además, algunos usaban botas de caucho; el uniforme que vestían es utilizado por grupos disidentes. Otro detalle resaltado en las redes es que dos de los agresores lucían el cabello largo y barba, tampoco es propio de los militares.
“Aunque portaban fusiles Galil (propios de las fuerzas militares), también se sabe que muchas veces les han secuestrado o asesinado y el agresor se queda con las armas”, expresa un usuario en redes.
Y el Coronel ( r ) Luis Alberto Villamarín, a quien también consultamos por su experiencia en inteligencia militar, nos dice: “La pistola 9 milímetros es usada por los comandantes de pelotón y compañía. Se evidencia que al parecer, los sujetos han recibido instrucción militar y en ese caso, todos los grupos armados ilegales del mundo tienen instructores con formación militar. Lo extraño, es que no había seguridad periférica, por parte del grupo que incursionó. Llama también la atención que es pleno día, una hora normal de trabajo, por qué los campesinos estaban reunidos”.
Por otro lado, “es extraña la actitud desafiante de la señora, frente al grupo armado. Lo cual parece un montaje” para unos y otros cibernautas dicen que: “el pueblo ya perdió el miedo”.
Al respecto, nos dice el Coronel Villamarín: “es claro que los campesinos a los paramilitares, ni a los guerrilleros nunca les responden así. Son grupos que los intimidan”.
Y agrega: “Llama la atención también que el video no es completo, porque no cubre el contexto de la reunión, sino una parte. Tampoco muestra cuando el grupo se retira (si es amistoso el retiro o no). También puede ser que intentaron hacer un trabajo de inteligencia con acción militar, montado de manera burda y sin coordinación”.
Y el Coronel Villamarín también analiza: “Por eso la mujer les decía identifiquense (como diciendo ustedes son Estado). Mire, con mi experiencia y usted lo sabe, los campesinos colombianos son muy nobles. Siempre, son muy amables con el ejército, y en las veredas, no saben cómo atender a un militar. Por eso, realmente es extraño, el desafío de la señora”. Le afirma a Prensa Llanera el Coronel ( r ) Luis Alberto Villamarín.
¿Quiénes realmente intimidaron a los civiles en Tierralta, Córdoba; quién dio la orden? No es tan claro todavía.
Entre tanto el Presidente Gustavo Petro dice que lo ocurrido en Tierralta, Córdoba, no es un caso aislado: “quieren que los hacendados vuelvan a ser paramilitares”.
El jefe de Estado aseguró que lo ocurrido buscaba enviar el mensaje de que su Gobierno está hundiendo a Colombia en el desastre y en el caos.
“No es un caso aislado. ¿Qué buscaban quienes dieron la orden? No era un mensaje a los pobladores humildes de El Manso, el mensaje era para la sociedad para decirles que este Gobierno está hundiendo a Colombia en el desorden y en el caos”, señaló el mandatario colombiano, durante un acto de reconocimiento al movimiento sindical, como sujeto de reparación colectiva, que se desarrolló en Bogotá.
Y en el mismo discurso, el Presidente también envió un duro mensaje, especialmente a los soldados de la Fuerza Pública para que no se presten para realizar este tipo de hechos que atentan contra la población civil: “Ningún soldado de la patria se puede prestar a ese tipo de órdenes, eso solo nos lleva a la barbarie, el Ejército de Colombia no se llena de gloria y honor, se llena de sangre y de indignidad”, comentó.
Lo cierto es que la investigación sobre el grave hecho ocurrido en el municipio de Tierralta, en el departamento de Córdoba, apenas inicia. Y, en medio de una nueva pugna entre el Presidente Gustavo Petro y el Fiscal General Francisco Barbosa, quien permanentemente le reitera al Jefe de Estado, que no es el jefe de la justicia, porque la Constitución así lo establece, en cuanto a la división de poderes.
