Por Lola Portela
Vemos en redes gente como zombi; perdidos como en otra dimensión. Un universo del que aún se está investigando. Mientras, las autoridades ven como una responsabilidad individual el consumo de fentanilo.
El fentanilo es una droga sintética desarrollada hace más de medio siglo, y que pasó de los quirófanos a las calles, provocando una crisis de salud pública en Estados Unidos y un sinfín de interrogantes sobre su producción y el tráfico ilegal que avanza en el mundo.
¿Qué es el fentanilo? Es un potente opioide sintético que es hasta 100 veces más fuerte que la morfina y 50 veces más fuerte que la heroína.
Vale aclarar que los opioides son un grupo amplio de medicamentos analgésicos que interactúan con los receptores de opioides de las células. Los opioides pueden estar hechos de amapola real, como la morfina, o sintetizarse en un laboratorio, como por ejemplo: el fentanilo.
El fentanilo de venta con receta es hasta seguro, pero sólo cuando se toma según lo prescrito, por un médico, para tratar un dolor intenso.
Y que el fentanilo como opioide sintético está aprobado para usos médicos por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA).
Sin embargo, cuando se utiliza de forma recreativa, fuera del contexto médico, esta poderosa droga puede ser mortal.
La droga llamada fentanilo al fabricarse de manera ilegal, se distribuye a través de los mercados de drogas ilegales e incluso por redes sociales. Los casos recientes de daños, sobredosis y muertes relacionados con el fentanilo en los Estados Unidos y en Texas están vinculados al fentanilo fabricado ilegalmente.
El fentanilo fabricado ilegalmente suele combinarse con otras sustancias como pastillas falsificadas, heroína, cocaína y metanfetamina. Por eso, muchas personas pueden no saber que están ingiriendo fentanilo, lo que provoca una intoxicación accidental.
Incluso en pequeñas dosis, el consumo de fentanilo puede causar una sobredosis potencialmente mortal. Las muertes relacionadas con el fentanilo en Texas, puntualmente han aumentado en más de un 575% en los últimos cuatro años, según datos provisionales del Departamento Estatal de Servicios de Salud de Texas.
Y es que el viaje del fentanilo en el cuerpo humano comienza inmediatamente después de su aplicación. Mientras su versión farmacéutica suele administrarse a través de inyecciones, pastillas, tabletas o parches transdérmicos por médicos; con permisos especiales para recetarlo, el fentanilo ilegal se comercializa en polvo, pastillas, en forma líquida dentro de goteros o en gotas aplicadas sobre papel.
Como todos los opioides, el fentanilo se distribuye por el torrente sanguíneo y alcanza el sistema nervioso central en busca de su objetivo: los receptores opiáceos, elementos de las neuronas a los que se unen, ralentizando su actividad y disminuyendo las señales que transmiten el dolor:
“Al interactuar con el receptor opiáceo, (el fentanilo) modula el dolor. Entre otras cosas, produce desentendimiento, sedación, aletargamiento y una sensación de bienestar”, asegura un experto en manejo del dolor.
El fentanilo también se caracteriza por causar euforia, felicidad extrema y confusión como efectos propios. Sin embargo, la misma potencia que supone una ventaja sobre otros opioides para su uso médico, se traduce en un riesgo mortal para los consumidores del mercado ilegal.
¿Cuál puede ser una solución?
En medio de las investigaciones se descubrió que la naloxona, es un medicamento que puede revertir una sobredosis de opioides, incluído el fentanilo. Tenerla a mano puede entonces significar la diferencia entre la vida y la muerte. Y por esta razón, la naloxona ya está disponible en muchas farmacias de Texas sin necesidad de receta, o el servicio médico la da de manera gratuita.
Señales de una sobredosis con fentanilo u otra sustancia.
Pupilas pequeñas y constreñidas
La cara está extremadamente pálida o se siente fría o húmeda al tacto
El cuerpo se vuelve flácido
Las uñas o labios tienen un color morado o azul
Vómitos o hacer ruidos de gorgoteo
La persona no puede despertarse o hablar
La respiración o los latidos del corazón se vuelven lentos o se detienen
¿Cómo puede salvar una vida?
Llame al 911 de inmediato
Intente mantener despierta a la persona o despertarla si está inconsciente
Administre naloxona, si está disponible
Inicie la respiración artificial o la RCP (Reanimación Cardio Pulmonar)
Ponga a la persona de lado, para evitar que se ahogue
Permanezca con la persona hasta que lleguen los servicios de emergencia
Estar enterados es parte de enfrentar la crisis por el consumo de los opioides artificiales. Es una forma de proteger la salud y la seguridad de todos los seres humanos.
En las políticas gubernamentales, como parte de la agenda, debe estar la Salud Mental y la prevención del abuso de sustancias. Promover desde la política el consumo recreativo, mediante la legalización de cualquier droga es una canallada política; contra la misma sociedad.
Por el contrario, la misión debe ser ¡salvar vidas!
Por eso la tarea se inicia en la casa, continua en las escuelas y colegios e incluso en las universidades. Y, por último ofrecer apoyo para superar los trastornos por el consumo de opioides y estimulantes.
Otra forma de ataque a esta nueva adicción es ampliar el acceso a los servicios de prevención, integrados y de apoyo, para promover la recuperación de la niñez, la juventud o el adulto que cae en este viaje del fentanilo que puede ser sin retorno, pues daña el cerebro para siempre; hasta causar la muerte.