Por Lola Portela
Colombia es el segundo país productor de arroz de América Latina y del Caribe. El arroz mecanizado representa el 98% de la producción Nacional y al menos el 95% del área total sembrada en el país. Es un producto muy importante en la economía colombiana.
El presidente de la Junta Directiva de Fedearroz Alberto Mejía Fortich y los Comités de Arroceros de Fedearroz en Ibagué, Venadillo, El Espinal y Saldaña, expresaron una gran preocupación dada la situación por la que pasa el sector arrocero del país, en este momento.
Por eso entrevistamos al Dr. Alberto Mejía Fortich presidente de la Junta Directiva de Fedearroz para hablar sobre la situación de nuestros arroceros.
Y nos contó que siguen los diálogos con el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, pues la idea es llegar a acuerdos que favorezcan a todos.
Buscarle una solución amigable a los excedentes de arroz que se van a tener en esta época de cosecha con el ánimo de darle un manejo al precio”, dijo el Dr. Mejía.
Y es que durante años los gobiernos anteriores han incentivado, o apoyado a los cultivadores para que no se vayan a pérdidas, mediante el incentivo al almacenamiento del producto, que tal parece, por las nuevas políticas en el agro por parte de Gustavo Petro, tiene los días contados, según lo expresado la Ministra de Agricultura Jhenifer Mojica, en varias reuniones.
¿Eso afectaría el precio al consumidor? “No necesariamente, va a subir el precio. Se va a estabilizar de acuerdo a lo que tenemos que someternos, eso nos puede dar un norte, estamos viendo el volumen y con base en eso, vemos si el incentivo es suficiente o no a la situación que se está presentado hoy”. Dijo Alberto Mejía. Lo cual nos hace entender que la pérdida, o menos ganancia, entonces serían para el productor.
El año pasado, a los cultivadores e industriales del cereal les fue bien, según las cifras Y este año todos apuestan a una cosecha récord en particular en Meta y Casanare. ¿Por qué los agricultores piden subsidios?
No hay que ser expertos o sabios para entender que quien tiene un negocio que beneficia la economía de un país tiene y espera el apoyo del gobierno, ya sea en aranceles, impuestos, precios de materias primas, etc. Sin embargo, en este caso la ministra Jhenifer Mojica ha sido muy clara, en expresar y dar a entender que el incentivo de almacenamientos no va más.
Por lo cual, el dirigente gremial Alberto Mejía dice: “que sea en un sistema gradual para quitar el incentivo, porque no ofrecen alternativas a la mano prontas o una propuesta diferente concreta” Y eso sin duda afecta, desmotiva, por eso esperan seguir en un diálogo amigable.
“Muchos de los productores estarían entrando a una situación muy difícil económica si no llegamos a feliz término”, dijo el Alberto Mejía.
La idea es mantener los precios dado que el arroz es alimento clave en la canasta de los hogares y su demanda es mayor en los niveles más pobres y vulnerables de la población, el sentido común indicaría que los recursos públicos destinados al almacenamiento deberían favorecer a esos estratos. Sin embargo, las cifras parecen no confirmar esa idea.
A los arroceros les preocupa su futuro conforme a las manifestaciones hechas por la señora Ministra Jhenifer Mojica. Ellos esperaban una resolución, que al cierre de este artículo les fue entregada.
“Amanecemos hoy con una resolución, no siendo las esperadas por todos los productores pero sí es una respuesta a estas 5 ó 6 semanas se nos comienza a vislumbrar la tranquilidad en el sector. Eso demuestra que estamos en armonía, veo que vamos mejorando las cosas”. manifestó con esperanza Alberto Mejía, durante la entrevista.
Y agrega: “Las condiciones de la negociación son unas bases de acuerdo a estadísticas, hubiéramos querido que fuera mayor el precio piso”. Precio que el ministerio estableció según nos explica, entre 200 y 210 de acuerdo a los costos en la región. “A los productores nos toca ser muy cuidadosos en el manejo de la cosecha. Necesitamos que la industria se acoja a esta resolución”.
“El Ministerio está dejando que la industria siga comprando a precios bajos, que no cubren los costos de producción en que han incurrido los agricultores en todo el ciclo del cultivo, lo cual está generando enormes pérdidas”, Con todo y eso, nuestros campesinos organizados que suministran el arroz al país, ven como favorable este inicio en las conversaciones.
Y es que la resolución que establece los precios para la compra, estuvo mucho tiempo en veremos, y pues el gremio arrocero ya está en plena cosecha y la recolección ya se inició.
Sembrar para perder parece ser el caballito de batalla anual de varios campesinos en Colombia, un país que tiene maravillosas tierras, donde se puede cultivar de todo.
El manejo del cultivo de arroz en Colombia tiene la fortuna de contar con un territorio que cumple con las características que necesita. Los climas tropicales son los ideales para este producto, el cual se puede dar en pisos térmicos al nivel del mar hasta los 2.000 m de altitud.
El cultivo de arroz en Colombia es el segundo producto del sector del agro con mayor importancia después del café. Por eso, es importante el apoyo a quienes ponen en la mesa uno de los productos fundamentales en la economía y en la mesa especialmente de los hogares de escasos recursos.
Cabe anotar que a pesar de ser el arroz un producto que requiere de mayor tiempo en su producción, siendo cinco veces más en comparación con otros productos, su impacto en la economía es de gran relevancia. Y es que la actividad arrocera en el país ofrece alrededor del 4% del empleo en el sector agropecuario.
¿Dónde se cultiva el arroz en Colombia?
Entre los departamentos de mayor producción de arroz en Colombia se destacan el Casanare con 177.798 hectáreas cultivadas, seguido del Tolima con 102.905 hectáreas y el Meta con 87.405 hectáreas. El Huila, Arauca, Guaviare, Vichada, Caquetá, Cauca, Cundinamarca, Nariño y Valle del Cauca también representan una producción significativa.
¿Cómo es la producción de arroz en Colombia?
Al ser el segundo producto agrícola de mayor importancia en el país, es natural que su producción se haya expandido y tecnificado con el objetivo de fortalecer la actividad arrocera en el país. Debido a que los cultivos de arroz requieren condiciones ambientales que se encuentran en casi todo el territorio nacional, su productividad es alta.
Según el Ministerio de Agricultura: ”la discusión no puede darse en términos del incentivo, sino que debe avanzar hacia la construcción de una política pública del sector arrocero que beneficie fundamentalmente a los productores”.
Los diálogos continúan y esperamos sean favorables y se logren consensos con quienes le ponen el pecho, a pesar de la variedad en el clima, a producir el arroz que Colombia se come diariamente, pues son los agricultores colombianos quienes nos ponen en la mesa la gran variedad de comida que el país produce.
