Por: David Parra – Estudiante de Comunicación Social
Este 20 de junio la Fiscalía General de la Nación dio a conocer la Directiva 003 firmada por el Fiscal Francisco Barbosa donde se presume fortalece la defensa de la libertad de prensa en Colombia.
La Directiva en términos generales imparte los lineamientos con respecto a las entrevistas y pruebas testimoniales en el proceso penal y se incluyen diferentes factores que a primera vista parecen ser una herramienta fundamental para garantizar lo que conocemos como libertad de prensa.
Entre dichos factores resalto la prohibición de que fiscales exijan a periodistas rendir testimonio sobre información suministrada por sus fuentes o mejor aun que los fiscales no puedan realizar acciones donde se ponga en riesgo el secreto periodístico, entre ellas la inspección a los sitios de trabajo o los entornos donde reposa la información.
Suspicacia
Este último factor es el que más me llamó la atención, porque si bien el documento es un acierto para que los y las periodistas del país tengan mayores garantías a la hora de ejercer su labor, queda un sin sabor por el contexto en el cual se emite dicho documento.
Me explico, mi suspicacia recae en porque la Fiscalía General de la Nación, bajo el mando de Francisco Barbosa se esperó hasta la coyuntura actual para emitir la directiva. Cuando digo coyuntura actual me refiero a la polémica desatada por una publicación de la Revista Semana donde aseguraban que una “fuente ciudadana” les afirmó que el dinero hurtado en el apartamento de Laura Sarabia, ex Jefe de Gabinete del Presidente Gustavo Petro, alcanzaría el monto de los 3.000 millones de pesos y cuyo dueño sería nada más y nada menos que el mismo Jefe de Estado.
Hacer una afirmación de tal magnitud sin una sola evidencia o argumento que la sustente es una total barbaridad y ofensa al verdadero ejercicio periodístico.
Dicha publicación la cual fue compartida por la Directora de la revista, Vicky Dávila, como una exclusiva, generó el total repudio incluso del mismo gremio periodístico, abriendo nuevamente el debate de si se debe o no regular la libertad de prensa en el país.
Como apasionado del arte de informar, por supuesto que estoy a favor de la libertad de prensa, creo fervientemente en la necesidad de que los y las periodistas cuenten con garantías y que ningún gobierno sin importar si es de derecha, centro o izquierda, censure o afecte el libre ejercicio periodístico.
Pero ¡Ojo!, que defienda la libertad de prensa y el ejercicio periodístico no quiere decir que esté de acuerdo con actividades que se camuflan como periodismo, pero que en el fondo no son más que estrategias de comunicación mediática para fomentar el discurso de odio y la manipulación de audiencias.
¿Cinismo o estrategia?
Retomando la temática principal y como lo digo en el título de este artículo de opinión, a la Fiscalía se le hizo tarde para emitir esta directiva. Además, la publicación de esta es contradictoria a la postura del Fiscal Francisco Barbosa con aquellos medios que lo han cuestionado.
No se si es cinismo del Fiscal Barbosa o estrategia política, pero a mí me genera inquietud que el alto funcionario firme esta directiva cuando en su periodo como Fiscal General la institución ha inspeccionado material de investigación periodística en medios informativos que no son de sus afectos.
Recordemos lo sucedido con Noticias UNO, cuando en diciembre de 2021, su Directora, Cecilia Orozco, denunció en redes sociales que la Fiscalía quería ‘allanar’ las instalaciones del medio informativo, bajo el argumento del delito de revelación de secreto.
Sumado a esto, el columnista German Ayala Osorio, reveló que el mismo Fiscal Barbosa no quiso que Noticias Uno y el portal La Nueva Prensa, estuviesen presentes en una conferencia de prensa que presidía.
“Al negar la presencia de reporteros críticos, Barbosa se evitó el dolor de cabeza de explicarle al país qué fue lo que pasó con los 200 homicidios que la Fiscalía no evitó que perpetrara el Clan del Golfo y que el periodista Gonzalo Guillén viene denunciando de tiempo atrás”, manifestó el columnista en un artículo.
Pero Noticias UNO y La Nueva Prensa no han sido los únicos medios informativos que han sufrido las intimidaciones del Fiscal Barbosa. La revista Cambio, en junio de 2022, también recibió la orden de una inspección por parte de la Fiscalía, bajo el argumento de adelantar investigaciones sobre presuntas alianzas del general Jorge Hernando Herrera Díaz con la red criminal los Pocillos para combatir a las disidencias en Cauca.
Todo esto me lleva a formular la hipótesis de que la Directiva firmada por el Fiscal Barbosa tiene un objetivo que va más allá de su tesis principal que es fortalecer la libertad de prensa en Colombia.
Si bien considero que el documento es un avance en las garantías del ejercicio periodístico y celebró que se dé a conocer, es innegable que llega tarde o ¿será que se emite justo a tiempo para prevenir algún procedimiento penal dada la infundada publicación de la Revista Semana?, solo el tiempo lo dirá.
“Si bien el documento es un acierto para que los y las periodistas del país tengan mayores garantías a la hora de ejercer su labor, queda un sin sabor por el contexto en el cual se emite dicho documento”, David Parra.