Por Lola Portela
No es fácil escribir estas líneas de despedida para uno de los grandes maestros, pues eso fue para mí Fiori: el jefe, el amigo, pero en especial el sabio en lo audiovisual de Noticias Uno, el que llegó a ser el primer noticiero de Colombia. Sí, el de Margarita Vidal. A ella le llamaba “Margara”, a mí cuando estaba feliz “peladita”, y si me equivocaba o lo enojaba me nombraba: la Lola, a secas.
Me puso, de sobre nombre “doble cuadro”, porque siendo su asistente de Producción, me era imperdonable cometer un error, y no identificar fallas en edición, como en un empate, transición de tiempo, espacio de imagen, música y créditos incorrectos.
Nuestro Fiori siempre descubría el error en cada nota; antes de ir a posproducción y salir “al aire”. Y eso me enseñó: a ser exigente, a no trabajar con camarógrafos o editores, de paso. En Noticias Uno, tuvimos los mejores, pues él los calificaba o descalificaba, sin lastimar a nadie. Fiori fue durante años, quien cuidó la imagen de Noticias de Uno y de Intervisión.
Y qué orgullo haber disfrutado de sus enseñanzas, pues siendo aún estudiante, lo conocí y tuve su dura escuela: “peladita si la imagen no habla, no sirve”. Era estricto. Él le quitaba el volumen a las notas periodísticas y, éstas, debían contar una historia, sensibilizar SIN AUDIO.
A este gran jefe, lo recuerdo tan exigente, como divertido. Tan educado, como bonachón y humilde. Hombre de mucha lectura, que me exigió estar a su nivel, en la buena música, los buenos amigos y la bohemia pura, pero nunca lo vi perdido por malos tragos.
De corazón tan enorme, como su estatura; consentido, tierno; de risa alegre y hasta burlona. Su gran amor fue Claudia, por quien le pregunté, con el tiempo, cuando tuve la oportunidad de decirle ¡GRACIAS y mi Fiori!: te voy a querer por siempre. Te debo parte de lo exigente que soy. Soltó su carcajada y me dijo: siempre serás “peladita”
Hoy, con mucha tristeza en mi ser, sólo me resta decirle al Dios del cielo, ¡gracias por mi maestro audiovisual!, recibe a mi amigo y consejero con tu amor de Padre.
El periodismo del mundo, que lo conoció y de Barranquilla está de luto pues Heriberto Fiorillo murió en la noche del lunes 29 de mayo.
Este tremendo hombre se destacó por ser el director de La Cueva, el Carnaval Internacional de las Artes y por su aporte al arte y la cultura en la capital del Atlántico.
Heriberto nació en Barranquilla y estudió Comunicación Social en la Universidad Javeriana. A sus 25 años llegó a la dirección de la revista Cromos y dirigió 5 noticieros en televisión, uno de los mejores cronistas en varios medios de comunicación.
Nos deja a muchos su huella profesional y humana imborrable. Eterno estarás en nuestros corazones, mi Fiori.
