Por Lola Portela
El gobernador de Florida, Ron DeSantis promulgó un paquete de nuevas leyes entre las que se incluye la prohibición para los ciudadanos chinos, venezolanos y cubanos, para adquirir terrenos en Florida (SB 264). La iniciativa ya había superado aprobaciones previas y sólo esperaba por la firma del líder estatal para quedar oficialmente establecida.
La prohibición se extiende para personas provenientes de otras naciones catalogada como “hostiles” para el país.
Aunque la ley se enfoca en mayor medida, en lo relacionado a tierras para la agricultura, también incluye lotes cercanos a puntos vulnerables de la nación. En ese sentido, tampoco tendrán acceso a espacios que se ubiquen en las inmediaciones de aeropuertos o bases militares.
Desde una conferencia de prensa ofrecida en Brooksville, el gobernador DeSantis aseguró que: “desea seguir manteniendo a Florida como un estado libre. Por eso, hará lo necesario para mantener la distancia con el Partido Comunista chino (PCCh)”.
Los terrenos relacionados son utilizados para garantizar la producción alimenticia del estado y el país. DeSantis también agregó que: “esto se trata de un asunto de seguridad nacional, por lo que no permitirá que nadie asociado al PCCh, esté a cargo de la productividad de este sector”.
Al momento de plantear este proyecto de ley, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, informó que China poseía 352,140 acres de tierra en el país, para el año 2020. Esta cifra representa al menos el 1% de terrenos en propiedad extranjera.
Aunque la prohibición no es solo contra ciudadanos chinos. Algunos legisladores, así como la comunidad chino-estadounidense manifestaron su preocupación ante la aprobación de la nueva ley y aseguraron que puede conducir a efectos negativos por discriminación.
Los ciudadanos chinos no son los únicos afectados.
Esta ley también prohíbe a los ciudadanos de Rusia, Irán, Siria, Corea del Norte, Cuba y Venezuela, poseer tierras dentro de las 10 millas de bases militares e infraestructura crítica, como aeropuertos, centrales eléctricas, puertos marítimos y plantas de tratamiento de agua.
En ese sentido sólo los representantes de estos países que sean residentes legales o ciudadanos de EEUU sí podrán hacerlo.
Otros estados, como Texas, también están considerando la aplicación de medidas similares a la que acaba de respaldar el gobernador de Florida. El senador texano Tom Cotton, presentó una legislación nacional relacionada. En ella exige una prohibición total para que aquellos asociados con China compren bienes raíces en suelo estadounidense.
Tras recibir la firma del gobernador, esta ley entrará a regir a partir del próximo 1 de julio, en conjunto con las otras iniciativas aprobadas durante las últimas sesiones legislativas.
