Los expertos aseguran que las cinco principales razones para la inasistencia escolar son falta de dinero, costos de las mensualidades, limitaciones de transporte y alimentación, falta de cupos y desinterés de los adultos encargados de los menores
Con los incrementos del 400% en los precios de los útiles, el regreso escolar de los niños en 2023 se convirtió en una pesadilla para los padres. Innumerables quejas de los padres de familia en redes sociales, cientos de solicitudes de descuento en los comercios y miles de cartas para reducir el listado de útiles escolares hacen parte de la angustiante realidad que están viviendo millones de hogares colombianos. Fincomercio siempre atenta a apoyar a los colombianos menos favorecidos anuncia la entrega de más de 15.800 kits escolares en una gran donación a nivel nacional valorada en $1.670 millones.
La situación es tan agobiante que el Ministerio de Educación reiteró a los colegios que existen límites en el listado de inicio de año, Fenalco expresó su preocupación y los expertos han señalado que con los precios actuales para millones de familias que viven con un solo salario mínimo, comprar la lista escolar equivale al 25% de los ingresos mensuales, si en el hogar hay un solo hijo, dado que el aumento del salario mínimo fue del 16% llegando $1.160.000 y $140.000 en subsidio de transporte.
“En innegable que hoy millones de hogares no tienen forma de comprar los útiles con los precios actuales y a eso se su suma la revelación del Ministerio de Educación respecto a que hoy en Colombia 2 de cada 3 niños de 10 años no sabe leer. Cifras dolorosas como esas, nos impulsan de manera especial para ayudar a cambiar entre todos esa dura realidad y apostar por la educación. Como cooperativa entendemos la responsabilidad social, no como un discurso sino como acciones concretas que se traducen en entregar sin costo alguno a más de 15 mil hogares en estratos 1, 2 y 3 maletas dotadas de los útiles escolares según el grado escolar de cada menor. Esto lo hacemos en todas las ciudades y municipios del país donde llega nuestro programa”, asegura Gloria Gutiérrez, Subgerente comercial de Fincomercio.
El crecimiento de esta iniciativa social a favor de la educación de los más necesitados es innegable. El programa de responsabilidad social de Fincomercio entrega kits escolares de alta calidad hace 11 años. En 2012 entregó 2.966 unidades. En 2014 la cifra aumentó a 4.300. Cuatro años después, es decir, en 2018 duplicó su alcance llegando a 10.000 unidades. En 2020 y 2021, que fueron los años más complejos de la pandemia la cifra creció a 13.000 y en este 2023 la cifra se acerca a los 16.000.
“Para nosotros, apoyar la educación de la niñez colombiana es un propósito superior de largo plazo, de hecho, este 2023, cumplimos 11 años entregando kits escolares valorados en más de $7.800 millones que han beneficiado a 88 mil niños de escasos recursos económicos y grandes sueños por cumplir”, explica Gutiérrez.
11 años de impacto social
Esta iniciativa en constante crecimiento tiene como pilar de éxito que alivia de manera real el bolsillo de los hogares colombianos, ubicados en estrato 1, 2 y 3 porque según los estudios realizados una de las principales razones de inasistencia de los niños es el alto costo de los útiles escolares y en hogares con 2 o más menores, la situación es aún más compleja.
“Nosotros escuchamos frases como “no puedo ir a estudiar porque no tengo cuadernos”, “no tengo con que colorear”, “no tengo maleta”, “tengo tres niños y si no hay útiles para todos prefiero no mandar a ninguno”, “mis nietos no tienen en qué estudiar porque mi hija está sin trabajo”. Por eso, creemos que temas tan básicos no pueden bloquear el acceso a la educación de miles de niños, menos sabiendo que según las estadísticas 30.5% de la jóvenes en edad escolar, es decir, de los 5 a los 24 años no asistieron a ninguna institución en 2021, por eso, como la marca social que somos, estamos comprometidos en ayudar a resolver las necesidades de nuestro país”, agrega Gutiérrez.
5.040 horas de trabajo en planeación, 1.456 horas en armado y 720 en entregas hacen parte de la maratónica labor de donar 15.800 kits escolares a hogares en estratos 1, 2 y 3 en los que esas maletas son realmente la diferencia entre tener o no con qué estudiar.
“Nuestra meta es llegar a más y más lugares en el territorio nacional. Hoy tenemos presencia en 26 ciudades y de la población vinculada a Fincomercio, un 75% tiene ingresos inferiores a 2 SMLV y el 90% pertenece a estratos 1, 2 y 3 donde 55% son mujeres de las cuales el 47% son madres cabeza de familia, por eso, en la cooperativa trabajamos de forma genuina para acercar a los colombianos al poder transformador que tiene la educación”, añade Gutiérrez.
En cuanto al alcance de la donación 52% llega a niños y 48% a niñas. Respecto a las edades de los beneficiados 37% tienen entre 12 y 15 años, 36% son de 8 a 11 años, 20% entre 4 y 7 años y 7% entre los 16 y 20 años. De los cuales 53% viven en estrato 2, 32% en 3 y un 15% en 1.
“Para muchos hogares colombianos tener dinero para uniformes, matrículas, pensiones, útiles escolares, loncheras y transportes es imposible, por eso, nos aseguramos de entregar kits escolares lo más completos posibles y de la mejor calidad dependiendo el grado del menor. Nuestras cifras indican que con cada kit escolar estamos aportando el 80% de la lista de los útiles que deben comprar los padres de familia”, comenta Gutiérrez.
Una de las novedades del programa de responsabilidad social de entrega de kits escolares de alta calidad en 2023 es que llegará a nuevos municipios en Boyacá y Cundinamarca.
Conozca el perfil de los beneficiarios
Nunca pensé que estar en internet me cambiaría la vida. Estaba navegando cuando me enteré de la maravilla de kit escolar que entrega la cooperativa. Mi hijo lleva 6 años recibiendo este regalo y cada vez se emociona más porque cada vez es más completo. Para mí es muy difícil comprar toda la lista escolar porque soy madre cabeza de familia, así que es una gran ayuda”, dice Hebey Guerra, mamá de Daniel.
“Mi hija empezó a recibir el kit escolar hace 10 años, desde que estaba en primero de primaria. Para mi ha representado un gran alivio tanto económico como emocional porque en algunas ocasiones no tuve recursos para comprar los útiles escolares y lo que recibían en el kit era lo único que podían tener”, menciona Martha Hernández, mamá de Laura.
“Año tras año he podido ver la alegría de mi hijo cada vez que abre el kit y empieza a ver todo lo que contiene. Recuerdo con muchísima emoción que cuando mi hijo tenía 6 años incluso nos dieron kit de aseo y se emocionó mucho. Para nosotros significa ahorrar casi el 90% de la lista de útiles escolares”, cuenta Nancy Vega, mamá de Daniel.
“La calidad de las maletas y los kits escolares es muy alta, porque a pesar de que los niños la tiran y juegan con ella, tanto a David como Tatiana les dura todo el año. Ya son 8 años que nos inscribimos para recibirla porque es emocionante para todos”, narra Jair Morales de 43 años y padre de David y Tatiana.
“Yo creo que hacen un trabajo muy juicioso de revisar lo que un niño necesita en cada grado escolar porque hace 10 años que recibimos los kits escolares y siempre veo cómo van aumentando los útiles que incluyen. Me da tanta tranquilidad que yo ya sé que yo me encargo de matrícula, pensión y uniformes, y la cooperativa de los útiles”, cuenta Fernando Torres de 50 años y padre de Diego.
“Como abuela poder ayudar a mi hija con la educación de mi nieta es muy satisfactorio. Tengo 74 años y ya no recibo ingresos como antes, así que me hace sentir muy útil poder ayudar económicamente a quienes más amo. Mi hija tampoco tiene muchos ingresos así que todo lo que la niña recibe lo debemos a ese kit”, menciona Blanca Caicedo pensionada y abuela de Pablo de 13 años.
“Nosotros estamos trabajando en 6 Objetivos de Desarrollo Sostenible que son educación de calidad, fin de la pobreza, salud y bienestar, ciudades y comunidades sostenibles, igualdad de género y acción por el clima, por ejemplo, de 2012 a 2015 las inscripciones eran presenciales y los beneficiados diligenciaban formatos impresos. En 2016, conectados con el tema ambiental, digitalizamos el proceso y por eso a hoy, enero de 2023 hemos evitado la impresión de cerca de 200 mil hojas y hemos reducido la huella de carbono evitando cerca de 293.000 desplazamientos de los padres de familia, sabemos que nos falta mucho por hacer, pero ya iniciamos este camino hacia la sostenibilidad”, menciona Gutiérrez.