El ex servidor judicial recibió dinero para beneficiar al señalado narcotraficante en unos procesos de exclusión de Justicia y Paz. Asimismo, entregó dinero a un testigo para que no colaborara con la justicia.
La Fiscalía General de la Nación demostró en juicio que el ex magistrado de la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Bogotá, Eduardo Castellanos Roso, incurrió en los delitos cohecho propio y soborno en la actuación judicial.
En ese sentido, la Sala Especial de Primera Instancia de la Corte Suprema de Justicia lo condenó a ocho años y cuatro meses de prisión.
Las pruebas obtenidas dan cuenta de que el ex servidor judicial recibió de un abogado 50.000 dólares entre 2013 y 2016, en tres desembolsos distintos, para que permitiera varias maniobras dilatorias de la defensa de Miguel Ángel Melchor Mejía Múnera, alias El Mellizo; y favoreciera al señalado narcotraficante en un proceso de exclusión a la Ley de Justicia y Paz.
El fiscal delegado ante la Corte Suprema de Justicia que lideró la investigación estableció que el entonces magistrado también ofreció y entregó dinero a una persona que conocía de sus actuaciones irregulares para beneficiar a alias El Mellizo.
De esta manera, intentó evitar que el testigo contara a la Fiscalía lo que sabía y se mostrara reticente a las citaciones. En la sentencia en contra del ex magistrado Castellanos Roso, la Corte ordenó su captura inmediata para que cumpla la pena en centro carcelario.
Asimismo, impuso una multa equivalente a 625,02 salarios mínimos legales vigentes e inhabilidad para el ejercicio de derechos y funciones públicas. La decisión es de primera instancia y contra esta proceden los recurso de ley.