Por Lola Pórtela
Las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional del Perú rechazaron el golpe de Estado que Pedro Castillo, como presidente, pretendió realizar.
En un comunicado conjunto, ambas instituciones recordaron que “cualquier acto contrario al orden constitucional, genera el no acatamiento de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional”.
Faltaban sólo unas horas para que se celebrara el tercer juicio político, en 16 meses, contra el presidente del Perú, Pedro Castillo, cuando decidió soltar una bomba que sacudió a toda Latinoamérica: anunció que disolvería el Congreso, que reorganizaría la Fiscalía de la Nación y el Poder Judicial, organismo que lo investiga por corrupción. También impuso un toque de queda. Todo esto para salvarse del juicio político.
En Perú se vivió un golpe de Estado.
El golpe de estado cometido por el propio presidente, condujo a la renuncia de varios de los ministros de su gabinete y otros funcionarios como embajadores.
Bien se sabe que a los funcionarios que apoyen a un presidente golpista les acarrea consecuencias judiciales.
El ambiente se tornó tenso, en las calles los vendedores ambulantes se fueron a sus casas, otros salieron a abastecerse de alimentos, mientras que a través de los medios se seguía, al segundo, lo que estaba sucediendo. La situación en el país se tornó muy grave y la gente tuvo miedo de lo que pudiera pasar.
El Congreso, por su parte adelantó la votación de la vacancia y destituyó a Castillo, con 101 votos a favor de la vacancia y solo 6 en contra.
Presidente del Congreso, José Williams, dio inicio a la sesión del Pleno diciendo: “Nadie debe obediencia a un gobierno usurpador”.
Congresistas que votaron en contra
Hamlet Echeverría Rodríguez, Margot Palacios Huamán, Janet Milagros Rivas Chacara, Elias Marcial Varas Meléndez, Jaime Quito Sarmiento, Paul Silvio Gutiérrez Ticona
Congresistas que votaron en abstención
Alfredo Pariona Sinche, Silvana Robles Araujo, Guido Bellido Ugarte, Jorge Samuel Coayla Juárez, Francis Jhasmina Paredes Castro, Elizabeth Taipe Coronado, Katy Ugarte Mamani, Lucinda Vásquez Vela, German Adolfo Tacuri Valdivia, Roberto Sánchez Palomino
Al cierre de la votación que destituyó el presidente el ejecutivo dijo: “se cita a las 15:00 horas a Dina Boluarte para que asuma como presidente de la República. El Congreso suspende la sesión.”
Entre tanto, los gobernadores regionales de inmediato rechazaron el golpe de Estado perpetrado por Pedro Castillo y plantearon un adelanto de elecciones generales.
Los Estados Unidos, se expresó así: “rechazamos categóricamente cualquier acto extra constitucional del presidente Castillo para impedir que el Congreso cumpla su mandato.”
Y la defensa radical de su país, por parte de las fuerzas militares, se dio en tan sólo 2 horas y media.
El ex presidente Pedro Castillo sería procesado y detenido, según el Artículo 117 de la Constitución peruana, que se le quita todo fuero que lo proteja. Y sería condenado, entre otros, por el delito golpista. Castillo se refugió en la sede de la Prefectura en el centro de Lima y lo acompañó el ex presidente del Consejo de Ministros, Aníbal Torres. El equipo especial de la lucha contra la corrupción de la PNP (Policía Nacional del Perú), que lidera el coronel Harvey Colchado, llegó hasta la Prefectura de Lima para detener a Pedro Castillo. Sin embargo, se dice que pidió asilo para él y su familia, en México.
Sin duda, el poder siempre lo limita el derecho. No se sabe quién le recomendó al presidente violar la Constitución de su país. Y en la mayoría de las declaraciones se escucharon frases de rechazo frente a este acto golpista, que violaría la Constitución de forma defraudadora, tanto para sus seguidores, como para los opositores.
Según las normas del Perú el ex presidente será políticamente inhabilitado por 10 años. Además, es un presidente investigado y podría pagar más de los 10 años por estos actos.
Las fuerzas militares y de policía fueron las primeras en llegar al Congreso e ingresaron en medio de aplausos por parte de los peruanos.
En medio de ese contexto muy complicado a las 3:17 p.m. de la tarde del día 7 de diciembre ingresó al Congreso para posesionarse Dina Boluarte.
El presidente del Congreso le tomará juramento como la primera presidenta del Perú, hasta el 2026, por su puesto dependiendo de las decisiones que tome la nueva presidenta y el gabinete que nombre, pues el presidente golpista Pedro Castillo se rodeó de gente incapaz y no preparada para los cargos, lo cual llevó a la crisis que hoy colapsó la democracia del pueblo peruano.
Dina Boluarte es abogada, tiene 60 años, fue la vicepresidenta constitucional de la República del Perú, desde el 28 de julio de 2021 hasta el 7 de diciembre de 2022, al resultar electa en las elecciones generales de 2021, por el partido Perú Libre, un partido político de izquierda a extrema izquierda peruano. Y entre julio de 2021 y noviembre de 2022 la que será la presidenta del Perú se desempeñó como ministra de Desarrollo e Inclusión Social del Perú. Y hoy 7 de diciembre a las 3:53 tomó juramento ante Dios y la patria en su compromiso del respeto a la Constitución del Perú.
La crisis política en el Perú continúa, pues el Congreso de ese país está muy cuestionado políticamente. Y le critican que sólo reaccionó, cuando el presidente intentó acabarlos. A nivel internacional hay mucho silencio por parte de los amigos de Pedro Castillo.
La presidenta pidió un tiempo tregua política para instalar un gobierno de unidad nacional y para rescatar al país del cáncer de la corrupción, en las instituciones del país. “Mi primera medida será pedir apoyo de la Fiscalía, a la Procuraduría Pública para ingresar sin medias tintas a las estructuras corrompidas por las mafias al interior del Estado y se impulsen investigaciones y sanciones rápidas”, continuó Dina Boluarte en medio de aplausos.
Dijo también que se necesitaba a los mejores peruanos para gobernar el país. Dio todo el respaldo a las fuerzas armadas y policía nacional peruanas, y al hacerlo el Congreso aplaudió de pleno y de pie.
Hoy en Perú se aplicó su Constitución, un instrumento que el saliente ex presidente golpista intentó cambiar.