Por Lola Pórtela
El debate del 2022 incluirá una serie de medidas para que el aumento no se lo ‘coma’ la inflación.
De acuerdo con la metodología empleada para definir el aumento de salario mínimo, esta cifra no puede ser superior a la suma de los datos de productividad e inflación, ya que podría disparar la inflación, según advirtió Fedesarrollo y un estudio del Banco de la República.
Y precisamente, Luis Fernando Mejía, presidente de Fedesarrollo, expresó en sus redes: “Desde Fedesarrollo sugerimos un aumento del 13,5%, con base en una inflación esperada para 2022 de 12,3% y un crecimiento estimado de la productividad de 1,2%.”
Éste es un tema álgido, por la economía actual de Colombia, y la puja en este diciembre estará fuerte.
Y es que resulta que el 15,7% del total de trabajadores en Colombia devengan un sueldo equivalente a un salario mínimo.
Este porcentaje representa unas 3,4 millones de personas, de un total de 22 millones de trabajadores en el país.
El lunes 5 de diciembre, se instaló formalmente la mesa de negociación entre gremios, sindicatos y Gobierno para negociar el salario mínimo. Y ya con el dato oficial de inflación anual de noviembre (12,53 %) la puja por el reajuste salarial se inicia.
Se tomará como referencia esa cifra, sumada al dato oficial de productividad de 1,24% que se conoció la semana pasada, y ya se tendrá el piso de la negociación que sería 13,77% para el incremento salarial en 2023. No tan lejos de lo propuesto por Fedesarrollo.
Este viernes 9 de diciembre, se tiene previsto que las partes de la mesa de negociación presentarán su cifra oficial.
Los líderes sindicales plantearán un control a los precios de los medicamentos y la energía, y proponen que el Gobierno haga una intervención en la devaluación del peso, como se hizo en la década de los 80’s.
Los empresarios, por su parte, llevarían a la mesa una propuesta mucho menor, que se ajuste a lo que pueden pagar, ya que además de la remuneración salarial, deben pagar las prestaciones sociales y el subsidio de transporte, que, según los gremios, realmente terminan pagando alrededor de 1,5 millones de pesos al mes por un mínimo.
De esta forma, empresarios, Gobierno y trabajadores tendrán hasta el 30 de diciembre para concertar el incremento, pero de no lograrlo, el presidente de turno, en este caso Gustavo Petro, lo puede definir vía decreto antes de que se acabe el año.
Se espera un reajuste justo, pues la cifra del salario mínimo mejorará, mantendrá igual o empeorará el bolsillo de los trabajadores y pensionados, pero claro afecta directamente a los empresarios y por su puesto es parte de una economía dinámica.