Por Lola Pórtela
Al inicio de la V Cumbre del Petróleo, Gas y Energía, los gremios del sector, participantes hicieron un llamado para que la política energética, que incluye la política de hidrocarburos, sea una herramienta para promover equidad, superación de la pobreza y crecimiento económico y social en el país, en un marco de protección ambiental y gestión del cambio climático.
Esta Cumbre se da en medio de la incertidumbre sobre el futuro del sector hidrocarburos en el país; pese a que precisamente la industria del petróleo, gas y combustibles líquidos contribuye significativamente a las finanzas del Gobierno nacional y de las regiones. Además, sus aportes fiscales apalancan inversiones en proyectos socioambientales estratégicos, que aportan a la reducción de las desigualdades y la pobreza energética, en cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
En este contexto, los gremios organizadores de la V Cumbre, la Asociación Colombiana del Petróleo y Gas (ACP); la Cámara Colombiana de Bienes y Servicios de Petróleo, Gas y Energía (Campetrol) la Asociación Colombiana de Geólogos y Geofísicos del Petróleo (ACGGP) y la Asociación Colombiana de Ingenieros (ACIEM), reiteraron que el sector está listo para continuar aportando y ser fuente de desarrollo de Colombia.
Tienen claro que el país requiere contar con una política pública que promueva la sostenibilidad del sector energético, de las empresas dedicadas a la exploración y producción de petróleo y gas, incluidas las privadas, y permita aprovechar su potencial para impulsar la transición energética y la transformación de Colombia.
La industria petrolera tendrá un aporte fiscal de 61 billones de pesos en 2022
El aporte fiscal de las empresas del upstream, midstream y downstream, más los dividendos de Ecopetrol, se estima que totalizaron $36 billones en 2021 y que para el 2022 serán de $61 billones, gracias al incremento en el precio del petróleo. Como se sabe estos recursos son fundamentales para la financiación de programas del Gobierno, incluidos aquellos que satisfacen necesidades básicas en las regiones, y favorecen su dinámica económica.
Al respecto, Francisco José Lloreda Mera, presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo y Gas (ACP) expresó: “esta industria ha sido aliada del progreso de Colombia y de miles de colombianos en las regiones donde ha operado, y está lista para seguir construyendo y aportar en la definición de la hoja de ruta de la transición, en el marco del gran diálogo social nacional. A la vez que esperamos poder continuar explorando y produciendo el petróleo y gas clave para la seguridad energética del país y para aprovechar los recursos que genera el sector, para beneficiar con proyectos sociales y ambientales a las comunidades y apalancar la transición energética”.
En los próximos años, la transición energética a nivel global y en Colombia jugará un papel fundamental, por ello, el sector hidrocarburos también está comprometido con la gestión y mitigación del cambio climático; ejemplo de ello, es que desde el 2018, con corte a 2021, el sector de hidrocarburos desarrolló 92 proyectos asociados con cambio climático (mitigación, adaptación y gobernanza), que representan una inversión de $3,5 billones.
“El sector está convencido de la necesidad de hacer una transición energética justa y ordenada. Y, en ese sentido, la diversificación en curso es el camino apropiado para alcanzar la anhelada transición, asegurando la competitividad y las condiciones macroeconómicas del país”, indicó Nelson A. Castañeda, presidente ejecutivo de Campetrol.
Los desafíos del sector de hidrocarburos
De acuerdo con los gremios organizadores de ésta V Cumbre, Colombia necesita una política energética responsable, que contribuya a garantizar abastecimiento energético seguro, brinde la estabilidad macroeconómica y fiscal, y tenga en cuenta las necesidades de las regiones en materia de regalías y transformación productiva.
Y, para lograrlo, se requiere continuar explorando y produciendo petróleo y gas nacional. Además, se debe continuar exportando hidrocarburos. Y así poder contar con los recursos fundamentales para la Nación. Entre tanto que se avance en la transición, y se fortalezca la lucha contra el cambio climático.
Durante cuatro días, Bogotá es la sede de la V Cumbre del Petróleo, Gas y Energía: geopolítica, transición y seguridad energética. Un espacio que reúne a los actores más importantes del sector, quienes tienen claro los desafíos que plantea la actual coyuntura global y nacional, para éste sector fundamental en cuanto a la estabilidad macroeconómica y el desarrollo social de Colombia.
Los puntos que se buscan poner sobre la mesa conectan con la actualidad del país y del mundo, pues la urgencia de la transición energética, es hoy un tema de agenda pública en los diferentes países, así como en Colombia, bajo el Gobierno de Gustavo Petro.
Francisco José Lloreda, presidente de la ACP, dijo: “esta Cumbre, que realizamos todos los años, no podría darse en un mejor momento, porque hoy el sector está en discusión, por su importancia y por su papel en la lucha contra el cambio climático. Además, la Cumbre coincide con la última semana de la COP27 en Egipto, en la cual en parte se busca conversar sobre cómo podemos avanzar en la transición, de tal manera que este no afecta la calidad de vida de las personas (desarrollo económico)”.
Y en la apertura de la V Cumbre de Petróleo, Gas y Energía, Nelson Castañeda, presidente de Campetrol, empezó haciendo énfasis en que la transición debe ser un proceso seguro, porque las fuentes de energía no convencionales ganan cada vez más peso, tal cual como lo indican las investigaciones. “Colombia también debe generar una transición exportadora y fiscal; transición es sinónimo de evolución y progreso, y esto no se da de un día para otro”, agregó.
Así mismo, el presidente de Campetrol, explicó que desde la industria se busca contribuir en términos de sostenibilidad: “Luego de 100 años en Colombia, esta industria no para de trabajar; mueve todo un país innovando en tecnología para disminuir el impacto ambiental, siempre en la ruta para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible en Colombia”.
Otros puntos destacados en el acto de presentación fueron el impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania en el sector y la forma en la que la industria ha podido salir lentamente de la crisis que trajo la pandemia.
Así mismo, Castañeda destacó los cinco retos principales que tiene el sector:
Encadenamiento y empleo para reducir la pobreza
Lucha contra el cambio climático y cumplimiento de los ODS
Más tecnología para capturar emisiones de CO2
Estabilidad macroeconómica y competitividad
Seguridad energética y bienestar
En la apertura de la Cumbre, también estuvo Irene Vélez Torres, ministra de Minas y Energía, quien hizo énfasis en que el plan de los primeros pasos de la ruta de transición energética está presupuestado a seis meses.
“Seguimos unos principios absolutamente cruciales. Esta transición no es solo de tecnologías, sino que es una oportunidad de transformar un modelo social y económico. Esta crisis es una oportunidad para rehacer las relaciones en los territorios”, dijo la ministra.
Cabe anotar que el pasado 9 de noviembre, el Gobierno Nacional presentó los primeros pasos para la ruta de transición energética. En este sentido, la ministra compartió los cuatro principios, bajo los que el Gobierno Nacional emplearía una transición energética justa:
Equidad: las comunidades de los territorios percibirán estos beneficios generados por la industria.
Gradual y soberana: generación de riqueza pasando de un modelo de regalías a un modelo redistributivo.
Vinculante: las comunidades deben tener una voz sobre las decisiones que se toman en los territorios.
Intensiva en conocimiento: nichos académicos, investigativos y científicos involucrados en una política pública que se base en el conocimiento.
Según Francisco José Lloreda, la tasa de tributación pasaría de 65% a 85%, con la nueva Reforma Tributaria.
La V Cumbre finalizará este viernes 18 de noviembre y los organizadores esperan que el espacio, y las jornadas de conferencias, con expertos del sector, sean funcionales para hacer un llamado a que la política energética se propicie como una herramienta para el crecimiento económico y social en el país.
