Por Lola Pórtela
Según los pronósticos del Ideam, se eleva la alerta para San Andrés, Providencia y Santa Catalina, por la probabilidad de huracán en las islas, categoría 1.
El fenómeno también ya afecta a la Guajira, el Magdalena, Atlántico, y se tomaron medidas como: suspender que embarcaciones pequeñas zarpen, la pesca artesanal y se activó la alerta roja para restringir actividades de los bañistas.
El fenómeno natural ya pasó de ser onda tropical o una tormenta tropical llamada “Julia”, por lo cual, desde este 8 de octubre, a partir de las 6 de la mañana, habrá toque de queda en el archipiélago de San Andrés y Providencia, hasta el próximo martes 11 de octubre. Y ya se suspendieron actividades náuticas. Varias casas han sufrido serias afectaciones, sin que aún la tormenta llegue al extremo que se anuncia.
Además, la aeronáutica oficializó que se suspenderán las operaciones en los aeropuertos de San Andrés y Providencia a partir de este sábado a las 6:00 a.m. La medida se tomó ante el paso de la tormenta ‘Julia’ por el Caribe colombiano, y que se convertiría, en huracán en las próximas horas.
Se prevé el incremento de nubosidad y precipitaciones acompañadas, en algunos casos, de tormentas eléctricas y vientos por encima de lo normal en todo el Caribe colombiano.
En varios lugares de la Guajira se prendieron ya las alarmas, y se pide ayuda de gobierno regional, pues sus habitantes ya tienes sus casas inundadas; la preocupación de los pobladores es por posibles epidemias en los niños y adultos mayores.
Entre las recomendaciones las autoridades de Gestión del Riesgo piden evitar estar cerca a los arroyos, en el caso de Barranquilla y evitar estar cerca de los postes de energía y de árboles.
Las mesas de crisis ya se instalaron para tratar de enfrentar esta nueva tormenta. Se activaron en máxima alerta las líneas de emergencia 1, 2, 3, a las que los pobladores se pueden comunicar durante la emergencia. Y piden estar al tanto de los comunicados oficiales con recomendaciones de prevención y protección.
Una denuncia de los raizales y habitantes de las islas es que no cuentan con refugios reales y dotados de alimentos, agua potable y demás. Solo las iglesias y escuelas, ya dispusieron todo para quienes lo necesiten.
