Por: Juan Carlos Niño Niño
Asesor Legislativo – Escritor.
Eliminar en zona franca el pago de parafiscales agropecuarios y pesqueros, se convertiría en una de las medidas más importantes para reactivar el sector, en un momento en que el entrante Gobierno busca consolidar el mismo como la principal actividad productiva del País, con la consigna de desestimular la importación y reactivar la siembra de productos primarios, que prácticamente desaparecieron con la Apertura Económica del entonces Presidente César Gaviria.
Un proceso de concertación de más de un año entre el Senador José Vicente Carreño Castro y diferentes actores del renglón agropecuario en Arauca, Casanare y Meta, ha dado para que el dirigente político radique esta semana un proyecto de ley en ese sentido, en donde se adiciona un nuevo artículo a la Ley 101 de 1993 o Ley general de desarrollo agropecuario y pesquero, para exonerar “el aporte parafiscal para los fondos de fomento agropecuario y pesquero”, a sociedades, personas jurídicas y productores rurales en la actividad agroindustrial de una zona franca.
Esta exoneración es clave porque contribuye en la modernización de la producción rural a pequeña, mediana y gran escala -argumenta la exposición de motivos del proyecto de ley- porque reduce los costos de producción, estimula la inversión y posiciona el producto agropecuario a nivel nacional e internacional, incluido un “proceso de institucionalización y legalización de los diversos productos”.
Y esto se confirma cuando se revisa las cifras del DANE, sobre la contribución anual de los parafiscales en la producción de arroz (12.155 millones de pesos), la producción lechera (58.937 millones de pesos), más la producción de carne y leche del Fondo Nacional Ganadero (125 mil millones de pesos), por lo que su ahorro va a generar un impacto económico favorable para la actividad agropecuaria en una zona franca, aún más cuando los diferentes sectores cuestionan de manera severa la eficacia y eficiencia en la inversión de estos parafiscales.
Con esta exoneración, la iniciativa legislativa logra además seguridad jurídica y tributaria, ahorro en los costos de producción, modernización la producción y el transporte de alimentos, intervención efectiva en cada una de las etapas de la cadena productiva -incluido mercadeo y comercialización- impulso a la utilización de nueva mano de obra calificada y no calificada, y con éste el mejoramiento del ingreso y calidad de vida del núcleo familiar campesino.
La exclusión del parafiscal agropecuario en una zona franca, es tan conveniente que promueve la agremiación y asociatividad de los productores, convirtiéndolo en actores no gubernamentales definitivos para la formulación, implementación y evaluación estatal de políticas públicas, en donde se acuerden además la investigación científica y la implementación de nuevas tecnologías.
Finalmente, la exoneración de parafiscales vendría a garantizar la consolidación de Colombia como una despensa agroalimentaria a nivel interno y externo, teniendo en cuenta las recientes recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), lo que vendría a coincidir -reitero- con la política gubernamental de diversificar nuestra economía, en donde paulatinamente se busca descartar la producción de hidrocarburos.
Coletilla: El Senador Carreño busca esta semana dos estrategias para lograr esta exoneración de fiscales en el Congreso: Una es la radicación del mencionado proyecto de ley, y otra radicar un artículo nuevo en este sentido a los ponentes del actual proyecto de ley de reforma tributaria.
Estas dos estrategias sin duda se vendrían complementar, porque si se consigue la exoneración de parafiscales en la tributaria, el proyecto de ley entraría a reglamentar y precisar los diferentes aspectos de la misma.