El Departamento de Policía en el departamento del Meta, este 21 de mayo realizó la reubicación y liberación de 711 especies de réptiles y dos mamíferos en su hábitat natural, esto, con el objetivo de fortalecer la restauración, repoblamiento, procreación y su equilibrio, durante el reintegro a su vida silvestre.
Los animales, entre los que se encuentran 700 tortugas terecay, siete tortugas morrocoy, tres tortugas sabaneras, una babilla, un oso hormiguero y un oso melero (Tamandúa), fueron rescatados en diferentes municipios del departamento por las autoridades de Policía y posteriormente atendidos por profesionales de la salud veterinaria para ser considerados aptos para su liberación.
El retorno a su hábitat se dio en cercanía a un brazo del río Metica, en la vereda de Puerto Alicia y caño Nare, jurisdicción del municipio de Puerto López, allí participaron uniformados del área de protección ambiental y ecológica de la Policía Nacional en un trabajo conjunto con Corporación para el desarrollo sostenible del área de manejo especial La Macarena (Cormacarena) y personal médico veterinario del Bioparque Los Ocarros.
Esta actividad demuestra el compromiso por parte de las autoridades ambientales y la Policía Nacional, en la protección de la fauna para mejorar nuestros ecosistemas, recordándole a la comunidad que los animales silvestres NO son mascotas, NI animales para domesticar, asimismo, contribuye al mejoramiento de las condiciones de salud, alimentación y reproducción en un ecosistema natural acorde a sus necesidades. Estas especies son de agua dulce y son apetecidas por el comercio internacional ilícito para ser comercializadas como “mascotas” exóticas, poniendo en riesgo su integridad.
La coronel Yurian Jeannette Romero Murte, comandante de la Policía en el Meta encargada invita a la comunidad a no traficar con la flora y fauna, para evitar alteraciones de los hábitats naturales reguladores del recurso (páramos, ríos y humedales), deterioro de los suelos, contaminación hídrica y contaminación atmosférica, son las causas subsidiarias que conllevan al agotamiento de la biodiversidad.
Recomendaciones
Es un delito tipificado en la normatividad ambiental colombiana (Decreto 1608 de 1978) y el Código Penal (Ley 599 de 2000).
El tráfico de especies silvestres de fauna, implica en todo momento actos de crueldad animal, el solo hecho de extraerlos de su hábitat natural afecta notoriamente la condición física. (Ley 1774 del 2016).
Requieren de alimento especializado y variado que solo consiguen en su hábitat natural.
Necesitan espacio y ambientes naturales para reproducirse y evitar su extinción.
Les es indispensable la compañía y enseñanzas de individuos de su misma especie para estimular su supervivencia.
Inevitablemente, el animal en cautiverio termina por demostrar un comportamiento agresivo y temperamental, en muchos casos sin provocación alguna y pueden llegar a convertirse en amenaza para el ser humano.
Se enferman, deprimen y debilitan, muchas veces sin importar lo bien que los queramos tratar, condición que los lleva a la muerte en poco tiempo.
Por cada ejemplar capturado, enjaulado y maltratado; 10 individuos han muerto en el proceso de apresamiento, transporte y comercialización, así lo expresa el instituto Alexander Von Humboldt.
Los animales silvestres son portadores de muchas enfermedades que se pueden transmitir a los humanos o a los animales domésticos (conocidas como enfermedades zoonóticas), ocasionando graves afectaciones o incluso la muerte.
Si observa alguna conducta que atente contra los recursos naturales de nuestro país, puede informar a la línea gratuita 123 a nivel nacional. Recuerde que el Ilícito aprovechamiento de los recursos naturales renovables es un delito que tiene una pena de 2 a 5 años de prisión.