Por Lola Portela
Hace unos días en nuestro grupo de Colombia Cuida Colombia – CCC, se publicó la foto de Daniel Florien Deutsch, quien estaba desaparecido, según nos reportaron indígenas de Mocoa, en Putumayo, Colombia. Luego, en nuestras redes, nos dimos a la tarea de visibilizar su aparición, pero poco o nada sabíamos de este joven alemán.
Ahora les puedo contar que el joven Daniel Florien Deutsch, tiene 29 años, es alemán y llegó a un resguardo indígena para experimentar la toma de Yagé, pero minutos después de ingerir el brebaje, perdió el control mental y huyó entre la selva.
Por fortuna, Daniel Florien Deutsch fue encontrado en la vereda Verdeyaco, municipio de Santa Rosa, Cauca y cerca de la vía entre Mocoa y Pitalito.
Las autoridades colombianas no se pronunciaron al respecto, en su momento, porque no estaban seguros de los hechos y mantuvieron, con cierto sigilo, la información entregada por los indígenas del cabildo Inga, con quienes se citó el extranjero para su “aventura de turismo ancestral”.
Quiero aprovechar este caso para precisar que el consumo de Yagé o ayahuasca no es un juego, pues puede provocar efectos inmediatos y de forma diferente, según cada persona, como ansiedad, pánico, euforia y distorsión de la realidad.
Los expertos dicen que es como si tomaran drogas psicodélicas, además explican que en ocasiones se presenta mucho vómito. Y advierten que personas que han abusado de este tipo de drogas pueden desarrollar hasta cuadros de esquizofrenia.
Aunque para nuestros indígenas es una planta sagrada. También es cierto que las reacciones no son favorables para todos. Se dice que ancestralmente la ayahuasca o la abuelita, como le dicen otros, permite la apertura de la conciencia y ayuda a cultivar el ser interior. Además de “curar males, por el poder de la maravillosa planta sagrada”.
Tal vez, por curiosidad, por conocerse mejor, por tener una experiencia extrema o por “matar sus diablos”, cada vez son más los viajeros que visitan algunos países de América Latina con el sueño de hacer un retiro de ayahuasca.
¿Es segura la llamada droga de la selva?
Muchos la han consumido, por considerarla una medicina con tradición milenaria que actúa a nivel físico, emocional, mental y espiritual. Y siempre es servida en una ceremonia en la que hay un chamán que guía a los iniciados. Sin embargo, es importante saber que existen peligros al usarla sin el debido acompañamiento.
En el caso del alemán estuvo cerca de la muerte. No es lo común, pero sí hay registros de personas jóvenes que, con buen estado de salud, han reaccionado mal a este brebaje. Es el caso de Henry Miller, un joven de 19 años de Bristol, Reino Unido, quien falleció en abril de 2014, en Colombia, tras ingerir la ayahuasca durante un ritual chamánico en la selva. Hay que saber que la infusión está hecha con dos plantas medicinales que contienen una sustancia química psicodélica llamada dimetiltriptamina o DMT, y que puede tener efectos negativos o incluso letales para el organismo.
Y es que, ayahuasca en quechua significa «viña de la muerte» o «viña del alma». Tal vez, por eso dicen muchos, al volver, se sienten como si renacieran.
Por fortuna, Daniel Florien Deutsch, fue rescatado de la selva a tiempo, por tropas del grupo de caballería #8 Meteoro, unidad orgánica de la VI División del Ejército Nacional, Batallón de Infantería #24 – Roberto Domingo Rico, y unidades de la Policía Nacional, quienes lo trasladaron hasta la unidad de Sanidad Militar de la Brigada de Selva #27, para ser atendido por personal médico. Como quien dice, este turista tuvouna nueva oportunidad de vida.