De acuerdo con las cifras del IDEAM, en Colombia, se habían talado alrededor de 220 mil hectáreas de árboles. Ante esto y la acelerada deforestación, la Contraloría General de la República, le puso la lupa a la gestión de las entidades responsables en la protección de bosques y ecosistemas.
Las inundaciones, avalanchas y tormentas tropicales que se presentan en Colombia, incrementan debido a tala indiscriminada de los bosques nativos.
“Esa afectación se ve reflejada en la pérdida de los servicios ecosistémicos globales, por ejemplo la regulación del clima, la regulación del agua dulce que tenemos en el planeta”, dijo Luz Marina Cárdenas, directora General del Instituto SINCHI.
Según la ONU, la deforestación es un fenómeno que repercute drásticamente en la calidad de vida de los habitantes debido a la alteración o eliminación de múltiples bienes y servicios ambientales, desencadenando un desequilibrio, no solamente en el aspecto socioeconómico, sino de biodiversidad.
“Tienen unas enormes dificultades porque no van a tener como superar sus temas tradicionales de supervivencia y de alimentación, de soberanía alimentaria”, añadió Luz Marina Cárdenas, directora General del Instituto SINCHI.
El tráfico de madera, los cultivos ilícitos, la ganadería extensiva, entre otros, ha generado que Colombia pierda más de 220 mil hectáreas de árboles, por eso el ente control alertó sobre esta problemática.
“Las corporaciones no llevan un adecuado control a la deforestación, además los permisos de aprovechamiento forestal que se pudieron revisar tenían algunas dificultades en su expedición, algunas sobreposición de áreas, algunas áreas mucho más grandes de las otorgadas”, cuenta Diego Mauricio Riaño Suárez, de la Contraloría Delegada para el Medio Ambiente.
En un informe de la Contraloría con base en las cifras de deforestación en Colombia para los años 2010 – 2017, estableció que los departamentos de Caquetá, Meta, Antioquia, Guaviare, Putumayo, Chocó, Santander y Norte de Santander, presentaron la mayor área deforestada acumulada con 1.025.250 hectáreas que representan el 73,3 % del total reportado para el país, es decir 1.398.016 hectáreas.
El sector agropecuario, por ejemplo, impactó negativamente los ecosistemas de bosque en departamentos como 2) Guaviare con incidencia del 41,3% del total de su área deforestada, Meta 33,2%, Caquetá 31,27%, Santander 30,54%, Norte de Santander 20,95%, Chocó 17,43%, Antioquia 10% y Putumayo 8,89%.
Debido a este flagelo que amenaza a los ecosistemas, la Contraloría General de la República realizará auditorías a las Corporaciones Autónomas Regionales con el fin de evaluar las obligaciones en el control de la deforestación