Este material explosivos, que se incautó en el barrio Kirpas de Villavicencio, eran de un poder destructivo tan grande, que pudo causar la muerte a más de 400 personas, si el grupo de disidencias que pretendía realizar el atentado, hubiera logrado cumplir su cometido, afirmó en rueda de prensa el coronel Luis Alfonso Quintero Parada, comandante de la Policía Metropolitana.
“Las granadas mortero, son lanzadas desde rampas y no se tiene precisión del lugar donde van a caer, es decir que no solo habría afectado el comando de la Policía, sino el sector aledaño, causando la muerte de uniformados, pero también de civiles y animales”, Explicó el oficial.
Por su parte el Gobernador del Meta, Juan Guillermo Zuluaga Cardona, manifestó: “Para que la gente se entere de la magnitud del atentado que se logró frenar, iba a ser de más tamaño, que lo ocurrido el 17 de enero de 2019, con la explosión de un carro bomba, en la Escuela de Cadetes General Santander en Bogotá”.
“Aquí se pretendía acabar con la vida de por lo menos 400 personas, no solo de integrantes de la Policía, en ese sector está también ubicada la Unidad de Victima, donde laboran funcionarios que pertenecen a la Gobernación y a otras Instituciones”, Puntualizó el Gobernador del Meta, Juan Guillermo Zuluaga Cardona.