La Unidad trabaja para garantizar la participación de los familiares en los procesos de búsqueda de sus seres queridos y en las entregas dignas con acompañamiento psicosocial, y demás acciones incluidas en la ruta de reparación.
El Registro Único de Víctimas tiene incluidas a la fecha 181.844 víctimas asociadas al hecho de desaparición forzada. De estas, 50.048 son víctimas directas, es decir las personas que sufrieron el hecho, y las 131.836 restantes son víctimas indirectas, que son las personas a las cuales les han desaparecido un familiar en primer grado de consanguinidad o civil.
De acuerdo con Ramón Rodríguez Andrade, director general de la Unidad para las Víctimas, han sido indemnizadas más de 60.000 familias afectadas por este hecho de victimización. Expresó que, “también entregamos 26.000 cartas de dignificación, acompañando este proceso y también tenemos 5.000 familias que han estado en la estrategia de recuperación emocional”. Adicional a esto, la entidad ha implementado más de 1.000 conmemoraciones a lo largo y ancho del territorio nacional.
La Unidad cuenta con un equipo especializado de la Dirección de Reparación y su Grupo de Enfoque Psicosocial, que desarrolla el proceso de acompañamiento a los familiares para mitigar el impacto emocional y físico de quienes desean asistir a los procesos de búsqueda, localización, recuperación, identificación y entrega de cadáveres de las víctimas de estos hechos. Asimismo, concierta y desarrolla espacios pedagógicos orientados al fortalecimiento de las víctimas y sus organizaciones.
Para conmemorar la jornada reconocida por las Naciones Unidas, la entidad, a través del Grupo de Enfoque Psicosocial, viene apoyando la realización de 10 encuentros dirigidos a las familias de personas desaparecidas, que integran 23 organizaciones del país.
De acuerdo con Dora Sepúlveda, líder del equipo para el acompañamiento durante la búsqueda y entrega de cadáveres, “estos encuentros tienen como objetivo dignificar a las víctimas y familiares pertenecientes a organizaciones abanderadas de este delito en Colombia, con el fin de contribuir con acciones tendientes a proporcionar bienestar y fortalecimiento interno de las organizaciones”.
“Las actividades están orientadas a rendir homenaje a las víctimas de este hecho, posibilitando espacios de encuentro entre las organizaciones”, agregó.
Los encuentros se vienen realizando desde el 24 de agosto, con alrededor de 219 participantes. Pilar Navarrete, de la organización Familiares del Palacio de Justicia, contó su percepción a partir de las experiencias de otras personas: “Muestran cómo en medio de tanto dolor y tanta impunidad, existe la resiliencia, existe la transformación del dolor a muchas formas de visibilización. Creo que eso fue lo que pudimos notar en el taller, ese caminar que hemos llevado es muy similar, unas con 35 años, otras con 20, con 10, todas buscamos lo mismo: la verdad, la justicia, la no repetición, pero sobre todo que no se olvide a nuestros familiares”.
Desde 2012, la Unidad ha acompañado a cerca de 3.000 grupos familiares en los procesos de entrega digna de cadáveres y, desde el año 2017, ha acompañado a más de 1.200 personas en los diferentes momentos del proceso de búsqueda”.
La entidad también asume gastos funerarios, transporte, alimentación, hospedaje y elementos simbólicos para el desarrollo de los ritos y ceremonias de acuerdo con las creencias y tradiciones culturales. De igual manera, apoya las iniciativas que surgen desde las organizaciones de familiares víctimas de desaparición forzada a nivel nacional para conmemorar y dignificar la memoria de víctimas directas.