La unidad para las Víctimas desde hace ocho años, entrega ayuda humanitaria a esta comunidad indígena, garantizando el derecho a la atención, asistencia y reparación integral.
Una nueva entrega de ayuda humanitaria en especie llevó a cabo la Unidad para las Víctimas, en el municipio de Puerto Concordia, ubicado a cuatro horas aproximadamente de la capital metense, para cumplir con la atención que cada mes les proporciona la entidad a las familias de la comunidad indígena jiw, ubicadas en el casco urbano y la finca Luna Roja de este municipio.
Las 72 familias de esta comunidad que gozan de especial reconocimiento y protección conferida por la Corte Constitucional, debido a las graves y manifiestas violaciones de los derechos de los pueblos indígenas, tanto colectivos como individuales, reciben una serie de elementos de acuerdo con los estándares internacionales para atención a emergencias con los aportes kilo calóricos necesarios, para garantizar su mínimo vital.
Los alimentos entregados de acuerdo con la cantidad de personas que integran cada familia, están acordes a las prácticas de soberanía alimentaria de las comunidades, las características y restricciones en la dieta y la preparación de los alimentos por parte de cada individuo, familia o comunidad étnica.
Carlos Arturo Pardo Alezones, director territorial de la Unidad para las Víctimas en Meta y Llanos Orientales, señaló que mientras el país continúe en emergencia sanitaria por la COVID-19, la Unidad para las Víctimas seguirá tomando todas las medidas de bioseguridad necesarias, para evitar el contagio a estas comunidades y garantizando que esta ayuda humanitaria en especie se brinde de manera oportuna.