Por : Lola Portela
Seguimos en modo “prevención del bicho de la corona”. Evitar ser contagiados es la meta principal en esta carrera por mantenernos sanos y salvos. Hoy es el día 34 de pandemia y encierro para mí.
Y créanme cada día siento con más asombro esta guerra contra este enemigo invisible llamado CORONAVIRUS.
Por eso, les puedo confirmar que es normal sentir ansiedad, incertidumbre, desespero, tristeza, soledad. Y esto conlleva incluso al miedo.
Hay temor por los propios y extraños, principalmente por esos que no están a nuestro lado.
Agolpan preguntas como: ¿qué pasará después de esto? ¿Cómo nos levantaremos? ¿En estos tiempos de #COVID19, cómo estarán “los de la calle”? ¿Realmente están llegando las ayudas a los necesitados? ¿Hay sanciones para los desalmados que joden, humillan y hasta desalojan a los que están en arriendo? ¿Qué castigo recibirán aquellos acostumbrados a robarse el dinero de las donaciones? ¿Cuántos morirán de hambre, y no a causa del bicho? ¿Cuántas verdades y mentiras descubriremos?
Muchos sentimientos encontrados y preguntas sin respuestas ¿verdad? Y lo que deseo, con este escrito, es que comprendas la importancia del manejo de nuestras emociones.
Proteger tu salud mental es el principal reto en medio de esta pandemia mundial. ¿Cómo se hace eso? Te invito a seguirme leyendo.
Como se vale soñar… Acompáñame, no nos vamos a quedar en esa situación individual actual. Si me lo permite, haremos juntos, aunque nos cueste, la dinámica o viaje que les propongo a continuación.
Quiero que piensen en lo siguiente: ¿qué pasaría si de repente fueras un hombre o una mujer con mucho dinero?. Sí, supongamos que te ganaste el premio mayor de una lotería o un sorteo o, tal vez, te heredaron una gran fortuna. ¿Qué harías, ahora mismo, durante esta pandemia?. Y ¿qué harías después de ella?
Piénsalo y por favor; escríbelo en una libreta. Te recomiendo que hagas dos listas: una donde tu entorno, tu país y el mundo están en pandemia. Y la otra lista, al pasar esa situación.
Muchos seguro pensarán en actividades encaminadas a satisfacer sus propias falencias; las meramente carnales o materiales (carros y casas lujosos y costosas; joyas, mujeres y hombres “comprados” o simplemente esclavos e integrados en tu dinero; algunos desearán hasta cambiar esa mujer o hombre que les ha acompañado de por vida, etc. Cirugías, cambios extremos físicos y de estilo de vida) Sin embargo, otros van a trascender a lo espiritual. Y aquí donde deseo que lleguemos todos.
Y es que debemos comprender que para este tiempo nacimos. El mundo nuevo, que ya se impone, ¡te necesita!, pero desde la esencia, no desde lo vano o desde las “emociones almáticas” sino desde lo profundo y espiritual que somos, aunque aún no lo sepamos.
El mundo nuevo requiere almas con sentimientos nobles, menos egoístas o egocéntricos; más solidarios, con respeto a la dignidad del otro, más humanos. Guerreros valientes que se conviertan en héroes capaces de sobreponer a todo lo oscuro, el amor ágape dado por el Creador, dueño y señor del universo de luz, y que domina también la oscuridad, aunque algunos no lo crean.
Sí, tú y yo tenemos ese mismo gen, ese mismo ADN, que nos conmueve y nos anima a la bondad. Nos lleva a que nos duela el dolor ajeno. Tú fuiste creado con una esencia DIFERENTE, para ser invencible desde el amor mismo. Y para ser verdaderamente feliz: debes cumplir con una gran orden de tu gran Creador: “amar al prójimo, como a ti mismo”.
Ahora vuelve y mira esas dos listas y analiza en tu soledad, con el único que te ve, porque aunque no creas en Él: ¡existe! nos está viendo y escuchando, pues está vivo.
Mira tus listas porque Él hará cambios en el universo, contigo o sin mí. Ahora, por favor observa; analiza desde la óptica de amor de Dios ¿qué está mal en tu vida? ¿Qué deberías cambiar? O deseas seguir como un ser lleno de odios, rencores, de esos que dicen: yo soy, así… Y no te importa que te lean y vean así de mezquino, egoísta. Tal vez, hedonista, pues prima en tu vida la vanidad y el orgullo.
Y debo preguntarte ¿Acaso en esa lista dominaron para ti las satisfacciones propias y pasarías por encima de los demás para lograr miserables objetivos?
Si es así, debo decirte te va costar mucho trabajo vivir en el nuevo mundo.
Luego de esa catarsis, te dejo la pregunta ¿Estás listo para un nuevo orden mundial?
Si consideras que todavía no lo estás, señala, resalta ahora mismo, lo negativo, recuerda estás solo y nadie te está juzgando: hazlo.
Es el momento de convertir nuestras “Debilidades” de nuestra personalidad, para llevarlas al plano espiritual y allí identificadas, sólo así, podremos convertirlas en “Oportunidades” para que, menguadas, sean transformadas en “Fortalezas”, pues éstas son las necesarias para superar lo que se no viene, con el nuevo gran cambio mundial.
Recuerda: naciste para este tiempo. Y has estado en entrenamiento de transformación para ¡vivir! Eso significa para ayudar a muchos que necesitan de lo que tú eres en esencia: ¡un ser de luz! QuédateEnCasa, te necesitamos y nos necesitan.
