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Esta semana el país escuchó una propuesta que causó polémica y que, en realidad, es difícil de implementar en Colombia. Un parlamentario propuso que las sedes de los ministerios se trasladen a las regiones.
Algunos países por situaciones históricas han cambiado de capital y eso obligó a que varias instituciones se quedaran en sus primeras sedes. Sin embargo, pocos son los casos y contadas las excepciones donde el experimento salió bien.
El representante por Atlántico, César Lorduy, de Cambio Radical, aseguró que radicará un proyecto para que en Colombia, un país cuya actividad económica principal es portuaria, no haya necesidad de transportarse a los 2.600 metros sobre el nivel del mar para hacer trámites administrativos.
“Hoy en día los ministerios envían a dos personas o a una a los departamentos con el fin de que atiendan las necesidades de las regiones y eso no puede ser así. Hay que trasladar los ministerios a donde se necesitan”, dijo.
Según el representante, el Ministerio del Deporte puede estar en Cali. El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación tendría que ubicarse en Medellín. Y el Ministerio de Transporte debería estar cerca a uno de los puertos, es decir en Barranquilla, Cartagena o incluso Buenaventura.
La propuesta no es nueva. Tras la Convención de Rionegro y luego de las distintas guerras civiles, se había propuesto trasladar la capital a Panamá, debido a la desatención que tenía esa parte el territorio colombiano, sin embargo nadie logró ponerse de acuerdo.
Se dice que Rafaél Nuñez también propuso trasladar la capital a Cartagena, argumentando que Colombia, al estar bendecida por dos mares, debía tener una capital costera.
Ejemplos globales
El ejemplo más notorio es Alemania, que antes de la caída del muro tenía dos capitales, Bonn y Berlín. En el momento de la unificación en 1989 la capital regresó a Berlín, pero se decidió dejar algunos ministerios en la antigua capital de Alemania Oriental, pues los ciudadanos tenían temor de que la ciudad perdiera la importancia que ya había adquirido.
En Bonn quedan los ministerios de Alimentación y Agricultura, Cooperación Económica y Desarrollo, Defensa, Educación e Investigación, Medio Ambiente y Seguridad Nuclear, y Salud.
Las demás carteras se encuentran junto con el parlamento, el icónico Bundestag, en Berlín.
En el mismo continente, los Países Bajos tienen dos capitales. Ámsterdam es la capital financiera y cultural mientras que La Haya es la sede de gobierno y centro administrativo del país. En esta última ciudad hacen presencia los Estados Generales de los Países Bajos, la Corte Suprema y el Consejo de Estado. Así mismo, la casa del rey Guillermo Alejandro, está ubicada en esa ciudad, así como los ministerios, las embajadas y organizaciones internacionales de la talla de la Corte Internacional de Justicia, la Corte Penal Internacional y la Policía Europea (Europol).
En Australia, la capital fue escogida por consenso entre las dos ciudades más habitadas. Allí fue escogida Canberra como la capital administrativa del país, donde está el Congreso y el Gobierno. En 1913 fue escogida por las ciudades más grandes (Sydney y Melbourne), pues quedaba justo en el medio de las dos. Además, durante la segunda guerra mundial fue el lugar perfecto para la dirección del país, pues no se encontraba en un sitio costero.
Otro ejemplo se presenta en Turquía. Allí la capital del país es Estambul. Sin embargo en 1923, tras la revolución, se estableció otra república en Ankara. Tras el regreso de la normalidad, el Senado y las sedes del gobierno se quedaron en Estambul, en la que es considerada la ciudad más poblada del país y el centro histórico y económico.
En Latinoamérica el ejemplo más destacado es Bolivia, país que declaró por Constitución a la ciudad de Sucre como su capital. Allí se encuentra todo el poder judicial, es decir, la Corte Suprema de Justicia, el Tribunal Constitucional, el Consejo de la Judicatura y la Fiscalía General del Estado Plurinacional. Por otro lado, en La Paz se encuentran la residencia presidencial y la sede del Congreso. Sin embargo, la ciudad más poblada del país se llama Santa Cruz de la Sierra, considerada como el centro económico del país.
Otro caso en el cono sur es el de Chile. El Congreso, encargado de la creación y aprobación de leyes tiene sede en la ciudad costera de Valparaiso desde 1990, mientras que la sede presidencial, el Palacio de la Moneda, y las altas cortes están en Santiago.
Un vecino, Brasil, tomó una decisión de este calado en los años 60. Resulta que la capital hasta esa época era Río de Janeiro, la ciudad que en este momento es la segunda ciudad más poblada del país, después de Sao Paulo. Sin embargo, tras la mitad del siglo decidieron cambiar la capital a Brasilia con la intención de poblar la meseta central del país y aprovecharla.
En Sudáfrica se presenta una situación atípica. Es el único país con tres capitales. Pretoria es la capital administrativa, es decir, allí se ubica la sede del gobierno, dónde está el presidente. En Ciudad del Cabo hace presencia el Congreso. Y en Bloemfontein están las cortes. La decisión fue tomada luego de la fundación de la Unión Sudafricana, ya que cuatro provincias se disputaban la capital del país. Tras un acuerdo el país quedó distribuido en tres sedes. Últimamente algunos parlamentarios de Sudáfrica han propuesto trasladar el Congreso a la capital, ya que los ministros y funcionarios deben trasladarse a la sede del Legislativo cuando hay debates. Sin embargo, la propuesta no ha sido acogida.