El próximo 27 de octubre del presente año se llevarán a cabo las elecciones que decidirán cuál será el destino de nuestro departamento, se elegirá al próximo gobernador de Casanare, los diputados, los alcaldes de los 19 municipios, los concejos municipales de cada uno de estos, y finalmente, las juntas administradoras locales, cargos de gran envergadura y sobre todo de gran responsabilidad respecto el manejo de los recursos públicos, el control a estos y la orientación del desarrollo y la transformación de nuestro territorio.
En ese sentido, por mandato constitucional el articulo 258 resalta que el voto además de ser una herramienta, es un derecho y un deber del ciudadano, de esta manera, el estado colombiano debe velar para que este se ejerza sin ningún tipo de coacción y en forma secreta por los ciudadanos, garantizando así también la posibilidad de que estos puedan incidir de manera activa en la escogencia de lo que en la práctica deberían ser los mejores perfiles, con las mejores aptitudes y capacidades, además de los mejores planteamientos (programas de gobierno) que posteriormente se deben ver traducidos en planes de desarrollo aterrizados y en la implementación de políticas públicas eficientes y eficaces en la solución de las problemáticas que hoy en día afectan a nuestra sociedad.
No obstante, desafortunadamente, también en la práctica y sobre todo en lo real se ha podido reflejar que la desconfianza que existe por parte de la ciudadanía en la institucionalidad, por distintos actos como la corrupción, se ha visto traducida en la poca participación por parte de los ciudadanos en las elecciones y en niveles de abstención que superan el 50 %, cifra que sin lugar a duda preocupa y sobre todo pone en alerta respecto el rol que desempeña cada persona dentro del desarrollo de su comunidad.
En el caso de Casanare, según cifras de la registraduría el potencial electoral es de 283.400 personas de un total de aproximadamente 380.000 habitantes, de la cifra inicial, 143.480 son hombres, 139.200 son mujeres y de estos dos grupos poblaciones se estima que el 60% son jóvenes, lo cual nos permite decir que la incidencia que tiene esta población es muy importante y sobre todo decisiva al momento de elegir quienes van a ser nuestros próximos mandatarios. Sin embargo, previendo el triste panorama descrito en el párrafo anterior, y de seguir de la misma manera, sólo serían 141.700 personas las que saldrían a votar, es decir solo la mitad del total apto para hacerlo, dejando así al “garete” nuestro futuro más inmediato.
La invitación en ese sentido es a participar activamente en lo que debería ser una verdadera fiesta electoral, en donde sean las hojas de vida de los candidatos, su trasegar, sus ideas, los programas de gobierno, los diferentes planteamientos para reactivar la economía y generar empleo, y los debates respetuosos los protagonistas del escenario, y no como comúnmente ha ocurrido en los últimos años, el dinero por montones, la danza de los mercados y otros frente a la necesidad que hoy existe en nuestra comunidad y la indiferencia por parte de gran parte de las personas respecto a lo que puede ser nuestro futuro.
No permitamos que solo unos cuantos tomen esta importante decisión, reconozcamos y asumamos la enorme responsabilidad que tenemos como ciudadanos y hagamos el ejercicio con honestidad y responsabilidad, siendo así actores activos del futuro de nuestro departamento.
¡Casanare nos necesita, hoy más que nunca tomemos buenas decisiones y no nos lamentemos a futuro de lo que hoy en día nos corresponde y está en nuestras manos, de seguro serán miles de personas las que nos lo agradecerán!